viernes, 31 de julio de 2015

¿Por qué los dioses griegos eran más “pecadores” que los propios mortales?

 “Si hubiese de venir al mundo un dios, su misión debería ser la injusticia. La verdadera divinidad consiste en cometer la falta, no es disponer el castigo” [Friedrich Nietzsche, “Ecce Homo”, página 35]
 
Las críticas que Nietzsche ha realizado a lo largo y ancho de sus obras a la moral en general y a la cristiana en particular tienen su punto de inflexión en la célebre frase “Dios ha muerto”, que escandalizó a la opinión pública de entonces. La idea, más allá de las acepciones literales que pudieron tomar los devotos, remite a la concepción de un hombre que finalmente centra su atención en su propio Ser, que empieza a valerse por sí mismo, despojado ya de las cadenas de la vorágine religiosa. Y en efecto, de esto se desprende uno de los conceptos centrales del filósofo alemán: el de “Superhombre” como sujeto superador de ese “hombre” dependiente del dios de turno.
No obstante, la frase que se cita al comienzo de este escrito refleja de alguna manera el “accionar” de los dioses de la Mitología Griega, como si este último libro de Nietzsche hubiera estado en un lugar privilegiado en la biblioteca del Olimpo. A lo que apunto es a que, a diferencia del Dios cristiano y tal vez los de otras religiones, las divinidades griegas transgredían los parámetros del “buen obrar” y se abandonaban a una suerte de “libertinaje celestial” que sólo se justificaba en la omnipotencia de los más poderosos.
Zeus se introduce en los aposentos de Dánae y la viola. De su unión nacerá Perseo.
Zeus se introduce en los aposentos de Dánae y la viola. De su unión nacerá Perseo.

El caso más emblemático es el de Zeus. Sin dudas, el máximo dios del Olimpo nunca dudó de su despotismo y cometió los actos más sádicos (del marqués de Sade) que ni el hombre más libertino hubiera osado hacer. Los ejemplos abundan: En primer lugar, era el dios más infiel de todos para con su esposa Hera y como celebración de su ascenso como emperador de dioses, violó a Metis y luego se la comió embarazada para evitar que su hijo lo destronara; secuestró a la doncella Europa metamorfoseándose en un toro blanco; violó a Dánae, hija de Acrisio y madre de Perseo; se transfiguró con la apariencia del rey Anfitrión y se acostó con la reina Alcmena (de cuya unión nació Heracles); asesinó masivamente a los hombres cuando decretó el “Diluvio Universal”; enfrentó y destronó a su padre Cronos para acceder al poder; luego engañó a su propio hermano Hades en la repartija de los reinos, enviándolo a gobernar al Inframundo, etcétera.  De tener tiempo y espacio, la lista de pecados podía continuar de manera eterna.
Hefesto sorprende a su hermano Ares y a su esposa Afrodita en la cama y los expone ante los demás dioses
Hefesto sorprende a su hermano Ares y a su esposa Afrodita en la cama y los expone ante los demás dioses
Sin embargo, por supuesto, no fue el único. Sus hijos se caracterizaron por ser casi tan libidinosos y crueles como él. Así fue como Ares traicionó a su hermano Hefesto acostándose con su esposa Afrodita; Artemisa hizo despedazar a Acteón con la voracidad de sus propios perros por haberla sorprendido desnuda; Afrodita asesinó a Hipólito por su elección de ser casto y por ello “deshonrarla” a ella; Hermes, a pesar de ser el dios de mayor inteligencia, utilizó sus dotes para robar y estafar a sus pares y mortales; tanto Atenea como Ares fueron belicosos e infundían en sus devotos las ansias de guerra y la pasión por la sangre rival; Hades raptó a Perséfone para tener su reina del Inframundo… En fin, éstos y muchos pecados más regaron la leyenda de los dioses en los mitos griegos.
Acteón sorprende a Artemisa y a sus ninfas desnudas y sufrirá el castigo de la diosa
Acteón sorprende a Artemisa y a sus ninfas desnudas y sufrirá el castigo de la diosa
Pero el caso de Dioniso es tal vez, tan estrepitoso como el de su padre Zeus. Ya de por sí era el dios de la lujuria y el vino. Tan promiscuo como borracho, era escoltado por un séquito de sátiros y ménades con los que recorría todos los pueblos promocionando las más execrables orgías, en las que no faltaban las prácticas de zoofilia y otros desmanes eróticos. Sus instigaciones a la excitación y al sexo desenfadado hicieron que fuera el dios preferido por los mortales, honrado principalmente en la antigua Atenas, que promovió el afamado “delirio dionisíaco”, que no consistía en otra cosa que en estar profundamente ebrio y entregarse a la más deleznable promiscuidad.
Dioniso es escoltado por sátiros y ménades para llevar las más libidinosas orgías a los mortales
Dioniso es escoltado por sátiros y ménades para llevar las más libidinosas orgías a los mortales
Ahora bien, ¿por qué eran los dioses griegos tan pecadores y, por consiguiente, la némesis del Dios cristiano? Para responder a esta cuestión habría que plantearse la responsabilidad de los creyentes. Con esto pretendo dar cuenta de algo que resulta determinante para entender la dialéctica entre dioses y fieles. Se suele decir en el mundo cristiano que “Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza” y, por el contrario, pienso que la fórmula sería precisamente la inversa: somos nosotros, los hombres y no Dios, quienes creamos a las deidades a nuestra imagen y semejanza. Algo de esto ya había sido mencionado por algunos filósofos, principalmente por Ludwig Feuerbach, de quien un joven de nombre Karl Marx tomaría nota de sus escritos para comenzar sus indagaciones sobre la Ideología (sí, en mayúscula y en singular) comenzando por estudiar una de las más fuertes ideologías (aquí sí en plural) como lo es la religión. Lo concreto es que Feuerbach afirmaba que el hombre da cuenta indirectamente de su propio Ser, endosando a distintos dioses características que, en realidad, forman parte de sí mismo. Es decir, si decimos que “Dios es bondadoso”, en realidad estamos significando inconscientemente que el ser humano lo es, del mismo modo cuando aseveramos que Dios es omnipotente, celoso y castigador. ¿Qué otros atributos podríamos otorgarle a las divinidades si no son aquellos que conocemos por ser propios de nuestro Ser?
Hades secuestra a Perséfone y la nombra reina del Inframundo
Hades secuestra a Perséfone y la nombra reina del Inframundo
De esta manera, la conclusión es inexorable: los dioses griegos eran libertinos, infieles, arteros, crueles, vengativos y borrachos porque los helenos de entonces reflejaban indirectamente las cualidades de su propia existencia. “¿Por qué  no hacer esto o aquello si “´los dioses lo hacen´?”, pudieron argumentar. Las particularidades de los dioses implicaban, de manera implícita, la justificación de sus propios actos. Por su parte, el Cristianismo más férreo de la Edad Media se encargó de edificar un dios “aburrido”, que castigaba la embriaguez y el goce sexual (“Predicar la castidad es incitar públicamente a faltas contra natura. El desprecio de la sexualidad es el desprecio de la vida”, decía Nietzsche). No por casualidad la Edad Media fue la etapa más oscura de la historia de la humanidad, que precisamente el Iluminismo (la Ilustración) vino a derrotar.
¿Cómo  serán los dioses de la humanidad en el futuro? ¿Adquirirán una idiosincrasia evolucionada de los hombres o podrán finalmente “liberarse del yugo” al que los sometemos?
 

jueves, 30 de julio de 2015

Fenrir

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Al principio sólo era un cachorro, pero conforme se alimentó y empezó a crecer llegó un punto que fue imposible controlarlo. Dos veces fallaron los dioses en su intento por apresarlo: primero con la cadena Leding y después con la todavía más fuerte Droma, de las que se liberó fácilmente.
Los dioses del Asgard pidieron la fabricación de una ligadura irrompible a los enanos. Éstos les fabricaron una cinta liviana, dulce, sedosa y fina, que sin embargo nadie podría romper, pues estaba fabricada con el sonido de la pisada del gato, la barba de la mujer, las raíces de la montaña, los nervios del oso, el soplo de los peces y la saliva del pájaro. La llamaron Gleipnir. Lo encadenaron en la isla Lyngvi, en el lago Ámsvartnir.


Sólo Tyr -el dios con cuernos- se ofreció a realizar la proeza. Para ello, los dioses idearon un juego en el que Fenrir debía dejarse amarrar para probar si podía romper la cinta, algo que ellos no podían. Desconfiado, debido a sus anteriores experiencias, el lobo consintió para no pasar por cobarde, a condición de que uno de ellos pusiera la mano en su boca durante todo el tiempo que durara la prueba. Tyr, entonces, con valentía y sencillez extendió su mano derecha y se la metió en la boca. Los otros dioses ataron a Fenrir, quien empezó a debatirse cada vez más ferozmente, y los dioses se rieron al ver a su enemigo reducido. Sólo Tyr no se rio pues sabía a lo que estaba expuesto. En efecto, Fenrir al darse cuenta de que le habían tendido una trampa, cerró su boca y le cortó la mano al dios.

martes, 28 de julio de 2015

Los Tsukumogami

Objetos que poseen alma...
Los Tsukumogami ("Espíritu artefacto", "Herramienta fantasma", etc.) son un tipo de objetos vivientes propios de la mitología y el folclore japonés. Según la creencia popular, cuando transcurren 100 años, todo objeto recibe un alma, y en parte su comportamiento dependerá de cómo haya sido tratado por sus propietarios humanos, y de cuál haya sido su función o sus funciones en tanto tal o cual objeto.
Como ya se dijo, el tsukumogami tiene un comportamiento que en parte varía según la función que tuvo. Así, un cuchillo tenderá a ser agresivo, mientras que una tetera podría tener gran amabilidad, al menos si antes de cobrar vida fue tratada bien por los humanos. Y es que los tsukumogami constituyen un recordatorio de la virtud de la gratitud, ya que devienen en espíritus hostiles cuando, pese a servir a las personas, fueron dejados de lado o tratados como basura. Afortunadamente, nada que funcione con electricidad puede convertirse en tsukumogami, ya que la electricidad incluso los repele, cosa que explicaría por qué en la actualidad, con televisores y aparatos eléctricos en prácticamente todos los hogares, no escuchamos historias de gente que haya visto algún tsukumogami.

Orígenes históricos

Al igual que con otros conceptos propios del folklore japonés, hay varios niveles en los cuales se puede considerar de qué se trata aquello a lo cual nos referimos. En el caso de los tsukumogami, tenemos que, desde aproximadamente el siglo X d.C., la creencia en estos objetos vivientes ya existía, pero posteriormente fue empleada para difundir las doctrinas del Budismo Esotérico Shingon a una amplia audiencia, que abarcaba desde el público más culto hasta el más ignorante, que era mayoritario y no estaba en capacidad de entender el carácter alegórico de los textos.

Lo anterior se manifestó principalmente en el Tsukumogami ki ("Registro de Herramientas Fantasmas"), un texto del periodo Muromachi (1336-1573) en que se mostraba la historia de un grupo de objetos que recibían alma después de cien años; pero, al igual que las personas, padecían el sufrimiento, la vacuidad y la malevolencia. Así, después de múltiples peripecias, los objetos vivientes experimentan un deseo por alcanzar la budeidad (estado de Buda), la iluminación espiritual, el nirvana... Finalmente los tsukumogami se libran, entre otras cosas, del resentimiento y el rencor que guardaban hacia los humanos que los abandonaron después de usarlos, y alcanzan la iluminación. Citamos aquí algunos fragmentos relevantes del texto: ‹‹"Hemos servido fielmente a las casas como muebles y utensilios durante mucho tiempo. En vez de conseguir la recompensa debida a nuestra causa, nos abandonaron en las calles para ser pateados por bueyes y caballos. Al insulto se ha añadido la lesión, y ésta es la afrenta más grande de todas. ¡Cueste lo que cueste, debemos convertirnos en espectros y tomar venganza!". En medio de estas discusiones acaloradas, un rosario budista llamado Nichiren Nyudo cortó el debate: "Escuche todo el mundo, esto de ser desechados debe ser nuestro karma. Debemos transformar nuestra hostilidad en benevolencia." Al oír al principiante, un garrote llamado Arataro se enojó y gritó: "¡Tú te entrometes, principiante! Eres el tipo de mediocre que en general los sacerdotes budistas y la gente no soporta ver.¡Vete!" Aratarō después atacó y venció a Nichiren tan terriblemente que el principiante rosario quedó casi cortado. Nichiren estaba cerca de la muerte, y sólo con la ayuda de sus discípulos escapó››

La naturaleza de la historia del Tsukumogami ki encuentra su justificación en la intercepción entre el animismo propio de las creencias sintoístas, y la búsqueda de iluminación inherente al Budismo, que posteriormente ingresó a Japón. En otras palabras, constituye una manifestación de la adaptación, plasmada en el Budismo Esotérico Shingon, de las creencias budistas a la preexistente fe sintoísta. Y es que en el Sintoísmo todo tiene alma, y el Espíritu se manifiesta en todo, sea que se trate de los seres sensibles o de los objetos inanimados. Aprovechándose de esto, el Tsukumogami ki, implícitamente le dice a quien lo lee que, si algo como un objeto viviente puede alcanzar la budeidad, un ser humano lo puede hacer con mucha mayor facilidad...
Tsukumogami3

Como bien señalan los estudiosos, el Tsukumogami ki era un texto alegórico, que simplemente ilustraba las enseñanzas budistas de una forma entretenida, que a veces rayaba lo cómico, y que contenía abundantes juegos de palabras indescifrables para el no letrado. El problema fue que el vulgo no supo interpretar bien la naturaleza del texto, y se tomó en serio lo de que los objetos cobraban vida; aunque, como bien se sabe, el autor del Tsukumogami ki sabía que eso pasaría, y de hecho quiso que así fuera, a fin de que la imaginación popular catapultase la difusión de las enseñanzas del Budismo Esotérico Shingon.

Sumado al poder del Tsukumogami ki, estaban las ilustraciones de artistas como Shinju-an Hyakki Yako Emaki o el famoso Toriyama Sekien, además de narraciones populares que, aunque menos abundantes, tuvieron repercusión como sucedió en el caso del Bakemono-dera. Estas expresiones artísticas fueron muy importantes en el enriquecimiento del universo imaginativo propio de la leyenda de los tsukumogami; y, de hecho, concretamente en el periodo Edo (1603-1868).

Con todo, llegado el siglo XX y el XXI, la creencia en los tsukumogami ha quedado como una simple leyenda urbana en la que muchos ya no creen, a la par que los orígenes históricos han sido olvidados por muchos. Los tsukumogami aparecen en series de anime, en comics, en películas, se han adaptado perfectamente a la cultura de entretenimiento de masas propia del Japón contemporáneo, y una muestra de eso es Rotom, el pokemón-tsukumogami. Sin embargo, se sabe que, aún en la actualidad, muchas personas de Japón miran con cierto temor o reverencia a los objetos que pasan de cien años; porque, aunque no piensen que cobrarán vida, saben que algo podría pasar...
 

Tsukumogami más conocidos:

Chōchinobake
Este tsukumogami es una linterna fantasma, pero no cualquier linterna, porque los tsukumogami son incompatibles con la energía eléctrica. Es una linterna tradicional de bambú con papel o seda, que resplandece con una enigmática y pálida luz sobrenatural. Cuentan que de su boca sale una lengua inquietantemente larga, y su comportamiento varía según cómo le hayan tratado cuando tenía vida útil. Hay que cuidarse de estos seres, porque su luz mortecina y espectral puede quizá cegarnos para siempre, aunque en general son pacíficos.

Ittan-momen
Esta flotante sábana de tela, pese a su suavidad y tersura intactas al paso del tiempo, no es lo que parece... Es siempre un tsukumogami de inaudita fiereza, que se avalanza sobre cualquier persona que tenga la desdicha de verlo, enredándose a su cuello hasta asfixiarlo, con más crueldad que la mano de un asesino.
No tiene piernas, ni brazos, ni boca... Solo unos ojos de mirada escalofriante. Hay que estar atento a estos seres, ya que se cuenta que por la noche salen de su cajón o morada a buscar presas, y que al flotar gritan: "¡kararin, kororin, kankororin!".

Kameosa
Se origina de una antigua jarra de sake. Se cree que la Kameosa es de los pocos tsukumogami que no son hostiles con los humanos; de hecho, quien encuentra a una Kameosa, puede obtener agua o sake ilimitadamente, infinitamente... Sin embargo hay que tener valor, porque la Kameosa es horrenda: tiene brazos, piernas, ojos, y una boca con colmillos que acompaña su agrietado cuerpo de cerámica.

Kasa-obake
Tsukumogami2Este es el más famoso de todos los tsukumogami. Es un paraguas viviente, y su aspecto es siniestro: tiene un solo ojo, grande, venoso, de mirada delirante y maliciosa; una sola pierna, robusta y con garras, con la cual se desplaza saltando. Esto en términos generales, porque ciertos kasa-obake tienen dos ojos, dos piernas, brazos, y una boca con una larga lengua.
Con ese horrendo aspecto, podríamos pensar que el kasa-obake es un ser malvado y peligroso, pero la mayoría de estos tsukumogami simplemente gustan de hacer travesuras y de asustar a la gente, sin hacer verdadero daño, e inclusive existen algunos que disfrutan jugando con niños pequeños. De ese modo, su comportamiento es bastante parecido al de un duende.

En cuanto a la evolución de su aspecto, tenemos que inicialmente, en el periodo Muromachi, el kasa-obake era un humanoide que andaba con paraguas, al cual no se le podían distinguir rasgos. Era, por así decirlo, una silueta humana fusionada con la silueta de un paraguas, perdida en la distancia de algún paisaje tenebroso y usualmente lluvioso. Fue recién desde el periodo Edo cuando el kasa-obake comenzó a ser representado con un ojo y un pie, y pasado el susodicho periodo, fue uno de los pocos tsukumogami que permanecieron vivos en el imaginario social, en parte quizá gracias a leyendas de seres asimilables al kasa-obake, como aquella de la región Higashiuwa, que afirma que, en las noches lluviosas que caen sobre los valles, puede aparecer un paraguas fantasma, y quien lo ve quedará inmovilizado. O también cierta leyenda de la Prefectura de Tottori, que habla del yūreigasa, un paraguas fantasma con un solo ojo y un pie, pero con el poder de elevar hasta los cielos (y soltar en mortal caída) a las personas, al menos cuando hace fuerte viento.

Los anteriores son los más conocidos, pero también hay otros con cierta fama que mencionaremos brevemente porque no hay información sobre ellos:

Tsukumogami4Abumi-guchi: Surge de estribos rotos en una batalla
Bakezōri: Sandalias de paja
Biwabokuboku: Una biwa (un instrumento de música tradicional japonés, similar a un laúd) viviente
Boroboro-ton: Un edredón con vida
Ichiren-bozu: Rosarios budistas
Jotai: Paños poseídos
Kosode-no-te: Un kimono viviente
Kurayarō: Una silla de montar
Kyōrinrin: Pergaminos de papel
Minowaraji: Un abrigo de paja
Morinji-no-okama: Un contenedor de té
Shamichoro: Un shamisen
Shirōneri: Mosquitero
Shōgorō: Gong
Ungaikyo: Espejo
Yamaoroshi: Rayador de cocina
Zorigami: Reloj antiguo

lunes, 27 de julio de 2015

Estas son las 10 leyendas urbanas japonesas más escalofriantes.

De pequeños escuchamos varias historias de miedo que nos aterrorizaron e hicieron que saliéramos corriendo al cuarto de mamá, porque ni por error íbamos a dormir esa noche solos.
Y así como estas historias, hay muchas más alrededor del mundo, pero debo decir que comparadas con estás, mis historias siguen siendo para niños. Los japoneses la rompen.
#1
Kushisake Onna “La mujer con la boca rajada”.
Puede salir de repente de cualquier esquina, cuando está tarde en la noche o teletransportarse enfrente de ti. Cuando lo haga te preguntará “¿Soy linda?” y si tu dices “sí” te rajará la boca como la de ella. Si dices “no” te matará.
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#2
Take Take.
Ella fue cortada en la mitad por un tren y su la mitad que ves, está buscando venganza. Así que corta a sus víctimas en la mitad con una espada o una guadaña.
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#3
Aka Manto.
Caperucita Roja caza en los baños públicos esperando que a alguien se le acabe el papel papel higiénico. La persona que pida ayuda con el papel tendrá dos opciones, ¿rojo o azul? Pero no importa cuál color escojas, ella te estrangulará o te cortara en pedazos.
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Okiku Doll.
Esta muñeca usa un kimono que le perteneció a una niña llamada Okiku, que murió congelada. Su cabello crece (antes era más corto) y los análisis muestran que es humana. Se dice que está poseída y que está actualmente expuesta en el templo Mannenji.
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#5
La niña que vive en las grietas.
Ella vive en distintos tipo de grietas, agrietando las paredes de las casas. Se dice que tiene el poder de enviar cualquier cosa que vea a una dimensión diferente ¡Ten cuidado cuando estés moviendo los muebles!
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Kune Kune.
Parece un gusano y es conocido por sus poderes hipnotizadores. No se conoce mucho sobre él pero se dice que deja a cualquiera que se encuentre por el camino bastante mareado y le hace una maldición.
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Hitori Kakurenbo.
Es un juego miedoso para jugarlo en casa. Hay instrucciones sobre qué hacer (puedes buscarlo en google) para convocar a una muñeca para que cace a cierta persona.
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#8
Kashima Reiko.
Esta mujer fue violada y dejada en las vías del tren en Hokkaido. Sus piernas fueron cortadas por un tren y ella se desangró. Los testigos que dicen haberla visto, dicen que ella caza cerca de los baños, preguntando si alguien ha visto sus piernas.
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#9
Satoru Kun.
El es un demonio que responde preguntas casi como alguien que adivina tu fortuna. Para convocarlo, debes llamar a tu propio número de un teléfono diferente y mientras oyes el tono, dices su nombre y lo invitas a seguir. Después deberás recibir una llamada de alguien que suena como un niño pequeño, y entonces podrás hacer las preguntas. Hazlo rápido y no lo dudes jamás, de lo contrario estarás en problemas.
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#10
Noppera Bo.
Son demonios sin cara que parecen ser seres humanos normales. Pero si les tomas una foto, podrás ver que no tienen ojos, ni nariz, ni boca. Si puedes ver a un Noppera Bo sin esta especie de ilusión, es probable que vaya a robar la cara de alguien en ese momento. Probablemente… la tuya.
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viernes, 24 de julio de 2015

 
Según la mitología védica hinduista y budista, las Apsaras eran “ninfas celestiales” de poderes sobrenaturales y conocidas por su belleza, elegancia y dotadas de un don especial para el arte del baile.
 
Actuaban con sus danzas junto a sus maridos (los gandharva) en la corte de Indra (dios védico hindú) para todos los dioses y héroes caídos.
Se cuenta que había un total de 26 bailarinas Apsaras en esa corte que representaban cada una de ellas un aspecto relativo a las artes. Por ello no es de extrañar el gran paralelismo entre estas bailarinas y la mitología griega a través de las “sus musas”…
Las apsaras aparecen ampliamente nombradas en textos védicos como el Mahabharata, el Rig Veda o el Natya Shastra.

En las cortes del Imperio Kmer o Jemér (S.IX al XIV) abundaban estas danzarinas, que amenizaban con sus bailes los templos Camboyanos. Tal llegó a ser su importancia, que los mundialmente conocidos templos como el de Angkor Wat, cuentan con inmumerables bajo relieves donde se ven representadas.


La expansión de los Kmeres a tierras vecinas tales como Tailandia, Laos, Vietnam, parte de Birmania y Malasia, permiten el conocimeinto de estos bailes por los diversos territorios y no es de extrañar por ello que muchas danzas de estas zonas contengan infinidad de similitudes. Por ejemplo, se conoce que durante el apogeo del reino de Siam, con capital en Ayyuthaya (hoy Tailandia), la mayor parte de las apsaras de Angkor se trasladaron allí para proseguir con sus danzas rituales en los templos y corte.
¿Cómo son las danzas apsaras?

La danza clásica Kmer o las danzas apsaras se caracterizan por usar el baile para contar una historia, un cuento, son por ello a veces movimientos similares a los que haría un mimo.
 
Cada posición de las manos simboliza una cosa diferente: una flor, un pájaro, una hoja… todo ello acompañado de un sutil y acompasado movimiento de pies. Cada figura expresa un significado diferente, una historia diferente y la bailarina tiene movimientos distintos dependiendo del papel que le haya tocado interpretar.
Las mujeres suelen interpretar papeles de sirenas, musas, kinnaras y diferentes animales, mientras que a los hombres se les reservan papeles como el de mono, ya que requieren movimientos acrobáticos.

En cuanto a las vestimenta: rica, muy elaborada y altamente ornamentada. Antiguamente se ultizaban para su elaboración multitud de priedras preciosas y seda de primera calidad.
Hoy en día el precio de un traje tradicional supera los 1500 euros… y sin gemas incluidas!!!

jueves, 23 de julio de 2015

Nibiru



Nibiru es el nombre de un cuerpo celeste de la mitología babilónica. Nibiru, para los babilonios, era un cuerpo celeste asociado con el dios Marduk. Nibiru significa "lugar que cruza" o "lugar de transición". En muchos textos babilonios se identifica con el planeta Júpiter, aunque en la tablilla 5 de la Enûma Elish se asocia con la Estrella Polar, que también se conocía como Thuban.

Nibiru sería un planeta propuesto por Zecharia Sitchin, basándose en la idea de que las civilizaciones antiguas habrían obtenido sus conocimientos y su desarrollo gracias a hipotéticos contactos con extraterrestres. Sin embargo, esta descripción es considerada inverosímil por científicos e historiadores.

En opinión de Sitchin, el planeta habría adquirido el nombre del dios babilonio Marduk a consecuencia de una usurpación del poder por parte de este dios en el 2024 a. C., atribuyéndose la creación de la Tierra mediante la falsificación en las copias del poema épico Enuma-elish.


Según la descripción de Sitchin sobre la cosmología sumeria, Nibiru sería el buscado «duodécimo planeta», o el Planeta X (que incluye la descripción de 10 planetas, más el Sol, y la Luna).
Igualmente indica que en la antigüedad se habría producido una catastrófica colisión de uno de sus satélites con Tiamat, un hipotético planeta también postulado por Sitchin, y que habría estado entre el planeta Marte y Júpiter; hecho que habría formado el planeta Tierra y el cinturón de asteroides. Además, según Sitchin, Nibiru habría sido el hogar de una poderosa raza alienígena, los Anunnaki. Como consecuencia de la colisión, según afirma Sitchin, el planeta Nibiru habría quedado atrapado en el Sistema Solar, volviendo al lugar de la colisión periódicamente en una órbita excéntrica. Más tarde vinieron a la Tierra.
Sitchin cita algunas fuentes que según él, hablarían sobre el planeta, que posiblemente sería una estrella (concretamente una enana marrón) que estaría en una órbita sumamente elíptica alrededor del Sol, la cual tuvo su perihelio hace aproximadamente 3600 años y un período orbital de unos 3600 a 3760 años. Sitchin atribuye estos datos a los astrónomos de la civilización maya.


En un libro recientemente publicado, titulado 2012: cita con Marduk, el escritor e investigador turco Burak Eldem presenta una nueva hipótesis, sugiriendo que son 3661 años los que duraría el período orbital del supuesto planeta y reclamando que habrá "una fecha de vuelta" para el año 2012. Según la teoría de Eldem, 3661 es un séptimo de 25 627, que es el ciclo total "de 5 años mundiales" según el calendario maya extendido. El último paso orbital de Marduk, añade, sucedió en el 1649 a. C. y causó grandes catástrofes sobre la Tierra, incluyendo la erupción de la isla Thera (en el mar Mediterráneo).
Según los seguidores de Sitchin, sus ideas estarían avaladas por su dominio en lenguas muertas como el sumerio, y asistidas por la traducción de piezas consideradas tesoros; aunque esto realmente no es científicamente un fundamento astronómico.

miércoles, 22 de julio de 2015

Cosmogonía Wayúu

ESPIRAL por Jorge Rosensvaig
ESPIRAL por Jorge Rosensvaig
Las ideas cosmogónicas están expresadas por la etnia wayúu de la siguiente manera. Existe el héroe cultural más importante que es Maléiwa o Ma.lei’wa, a quien atribuyen los guajiros la creación de todas las cosas y por supuesto a los wayúu. Apunta el autor guajiro Miguel A Jusayú (1977) que Ma.lei’wa (Dios) no se sabe exactamente desde qué época se empieza a llamarse Maléiwa a Dios porque en el concepto guajiro no hay deberes u obligaciones que cumplir con Ma.lei’wa.

En cuanto a la cosmología, los wayúu consideran que el mundo está conformado por una capa superior o “techo sólido azul” constituido por el firmamento, “sostenido por alguien o algo”, según el autor guajiro Miguel A Jusayú, en nota referida al popular relato “Ni era vaca ni era caballo”. Luego siguen la tierra y finalmente un inframundo poblado. En un mito recogido por M Perrín (1979), llamado “Los Akalakui” se dice que: estos viven en las entrañas de la Tierra y la tierra donde viven es Pulowi. Tienen la estatura de niños pequeños y van en grupos numerosísimos y atacan a los hombres de muchas maneras.  Y agrega el mismo autor que: “A esos seres sobrenaturales los guajiros los llaman también akalapui o puuraata”. Acá vale la pena anotar que en algunas otras etnias de estirpe caribe, existen en sus concepciones cosmológicas, mundos subterráneos, generalmente con agua pero poblados por seres pequeños.
Los wayúu comprenden en su dinámica cotidiana, que fueron concebidos en el seno de la Madre Tierra, donde cada ser se traduce dentro de un territorio sagrado, en el que se estima la vida como máxima creación. En el plano de lo simbólico condensan su cosmovisión a través de una figura de espiral, en la cual se representa la unidad integral del pasado, el presente y el futuro. Este pensamiento comporta una visión integral y unitaria del universo, en que es contemplado como una unidad perpetua, donde el espacio y el tiempo se hallan estrechamente unidos. En este sentido, los wayúu consideran que el pasado ha originado el presente, y por lo tanto, también es presente, del mismo modo en que el presente va configurando el futuro, y de hecho también se constituye en futuro.
Afirma el poeta wayúu José Ángel Fernández que, “entendiendo por cosmovisión al conocimiento que el hombre tiene sobre sí mismo, de su entorno y su relación con los elementos de la naturaleza, incluyendo los fenómenos telúricos, astronómicos y suprasensoriales, para el wayúu existe un tiempo-espacio relativo y continuo, por lo tanto el pasado, el presente y el futuro están fusionados y relacionados armónicamente. Existe una idea sobre el espacio sagrado que genéricamente puede ser expresado con el término pulowui, que en el plano de la religiosidad wayúu es concebido paradójicamente en el aquí terrenal como el mas allá o Jepira (paraíso de los wayuu muertos). Por esa concepción espiral e integrada de lo espacial y lo temporal, el wayúu se nutre de una cultura altamente simbólica y surrealista, lo que explica el uso cotidiano de mucho simbolismo en el plano real y onírico. Vivimos soñando y ritualizando, lo que nos permite expresar conductas y actitudes que nutren día a día el mundo mágico religioso wayúu”. A partir de esta síntesis, representada en la figura de espiral, los wayúu dan explicación de sus orígenes y los diversos fenómenos que configuraran sus dioses especiales y cósmicos que rigen todo su universo mitológico, y como tales, se hallan presentes en muchos cuentos y relatos que provienen, fundamentalmente, de su tradición oral.
 
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La realidad ancestral está expresada en la palabra simbólica, la cual cuando se interpreta no solo descubrimos la visión de la creación en su contexto sagrado, sino también bajo un carácter práctico y cónsono con su vida social y su manera de concebir su organización como pueblo.
Maléiwa hizo también los hierros, para marcar cada clan y distinguirlo: uno para los Uliana, otro para los Jayaliyuu, otro para los Uraliyuu. Hizo uno para los Ipuana, otro para los Juusayuu, otro para los Epieyuu, otro para los Sapuana, otro para los Jinnu…
El lenguaje wayúu encierra una visión propia de su mundo cosmogónico, el mismo es producto de la concepción religiosa. Lo que permite conocer en las culturas la determinación de trascendencia, pues el cielo como tal es concebido como un ente divino que guarda el origen de todo. “La tierra, el mar, el sol, el viento, la luna, las montañas, los ríos, las piedras, el fuego, la neblina, las nubes y demás seres son genios portentosos que hablan, se pelean, se aniquilan y se discuten la posesión del mundo”. El mito trasciende la razón en los términos racionales para hacerse eco de un argumento explicativo del fenómeno de la existencia en su relación con Dios y en la figuración de sus propios dioses; lo cual constituye una interpretación de la gestación del pensar en cada entidad étnica, en su diferencialidad y en su modalidad específica. Allí se descubre una dimensión filosófica que amerita ser interpretada y reconocida. Bien vale reconocer los diversos elementos que nos ofrece la fenomenología para esclarecer la significación del pensamiento mítico.
En el pensamiento mítico wayúu se destaca un lugar fabuloso “Jorotui”, donde se encuentra la claridad perenne. Esta es concebida como una gran cueva debajo de la tierra; se trata de una bóveda luminaria que tiene especial significación para esta etnia, en la medida que es relacionada con la potestad absoluta de una deidad que representa el todo, por su facultad creadora y su potencialidad. Es Maléiwa quien en los términos filosóficos representa la unidad, pues él es el mismo cosmos, de donde proviene la creación. “Al ser la creación del mundo la creación por excelencia, la cosmogonía pasa a ser el modelo ejemplar para toda la especie de creación. Esto no quiere decir que el mito del origen imite o copie el modelo cosmogónico, pues no se trata de una reflexión coherente y sistemática”.
En este orden, la representación sagrada que encierra Maléiwa como Dios absoluto se plasma en las otras divinidades, por ejemplo, la figura de Juyá guarda su potencialidad en la figuración de justicia y de sabiduría con sus actos y sus acciones. De hecho, la lluvia es el fenómeno más querido y apreciado en esta población étnica, no solo por sus explicaciones simbólicas sino por el hecho mismo de ser el fenómeno más apropiado para una población insertada en una región casi desértica. Esto cobra verdadero sentido en el pensamiento mítico. Por ende, constituye Juyá la sabiduría ancestral y una de las divinidades de mayor trascendencia en la conciencia espiritual.
Los mitos explican, en gran medida, la creencia wayúu sobre la génesis del mundo, de sus antiguos pobladores y sobre su conformación corporal. Dichos relatos describen la voluntad omnipotente de los dioses y su poder creador; y cómo los mismos dieron vida a una generación de semidioses dotados de poderes curativos, don de palabra y pericias de diversa naturaleza; así como también, describen el surgimiento de una tercera generación, conformada por animales y hombres wayúu, poseedores de algunas destrezas sobrehumanas y con similitudes anatómicas.
En los relatos wayúu la apariencia y las voces de la materia orgánica, de las fuerzas naturales y espectrales eran distintivamente humanas. Deidades, plantas y animales eran corporalmente hombres y mujeres wayúu; solo las deidades hablaban una lengua diferente, además del wayuunaiki.
Con el pasar de los tiempos, los primigenios pobladores de la Península de la Guajira transmutaron su apariencia corporal. Los personajes míticos que cometieron infracciones y experimentaron vicisitudes, que atentaron contra el orden establecido por Maléiwa, expiaron sus culpas evolucionando o mutando corporalmente.

lunes, 20 de julio de 2015

Lamia, la vampira de la mitología griega



Lamia, dama seductora y de belleza excitante. Una mujer peligrosa hija de Poseidón y Libia, que fue capaz de cautivar incluso al todopoderoso Zeus. En ocasiones, se habla de ella como si se tratase de un monstruo y es que su apariencia cándida se entremezcla con la sagacidad de un depredador, de un cazador habituado a alimentarse de niños y de amantes que se rendían a sus pies.
 
La vida de Lamia tuvo durante un tiempo un transcurso normal, pero su maldición llegó el día en que Zeus se enamoró de ella, alzando los irrefrenables celos de la Diosa Hera, poco acostumbrada a los continuos desaires de su adúltero marido. Su castigo fue terrible: mató a sus hijos y la condenó a no poder cerrar nunca más sus ojos, de modo que la imagen devastadora de sus propios hijos fallecidos permaneció por siempre en su memoria…
 
Afortunadamente, Zeus, apiadándose de su amante, le permitió poder tener el don de quitarse los ojos cuando deseara para descansar. Pero el mal ya estaba hecho y Lamia no podía evitar castigar a los hijos de otras madres llevada por una envidia desproporcionada. Les arrancaba la vida y chupaba su sangre.
Lamia-mitologia

 

Lamia, la reina de Libia

Una vez castigada por la Diosa Hera, Lamia volvió a Libia donde, se dice, que fue nombrada reina. Según algunas tradiciones, uno más de sus castigos fue su facultad para transformarse en serpiente, reptando por el suelo como una alimaña. Este es un aspecto que no aparece de forma unánime en todas las culturas, pero algo en lo que sí se coincide es que Lamia empezó a sentir tanta envidia de las madres que cuidaban de sus hijos, que aprovechaba las noches para entrar por las ventanas y sacrificar a las criaturas alimentándose de su sangre.
 
Llegó un momento en que, sencillamente, empezó a disfrutar de ello. Tanto es así que era muy común entre las madres griegas y romanas el amenazar a sus hijos diciéndoles que, si no se portaban bien, la reina Lamia vendría a por ellos para llevárselos. En muchas representaciones Lamia aparece en forma de serpiente, abrazando y chupando la sangre de los niños. Otros artistas, de corte más romántico, la pintaron envuelta de una dulce candidez, hipnotizando a nobles caballeros.
 
En muchas culturas se la conoce como “La llorona” o la reina “Lamiak”, esa presencia a la que se oye llorar desde la lejanía y que, cuando menos se espera, logra introducirse en los hogares de la población para llevarse a sus hijos. Se la teme y se elaboran muchos tipos de amuletos que se colocan en las cunas de los bebés y en las ventanas de las habitaciones. Medidas que muchas veces no son efectivas, porque es común que se haga pasar por una inocente muchacha que busca algo de comer en las noches frías de invierno. Una vez invitada al interior del hogar, la Lamia se transforma en serpiente y consigue la sangre de toda la familia.
 
Ella, con su fascinante estela de misterio y sensualidad, se alza como uno de los primeros antecedentes del vampirismo moderno. Lamia en la tradición grecorromana, Lilith en la cultura hebrea… muchos nombres para una sola imagen tan aterradora como interesante…

sábado, 18 de julio de 2015

Tikbalang



El Tikbalang (también escrito como Tigbalang, Tigbalan o Tikbalan) es una criatura del folclore de Filipinas, del que se dice que se escondía en las montañas y los bosques de las Filipinas. Por lo general se le describe como una criatura alta, huesuda y humanoide, con extremidades tan desproporcionadamente largas que sus rodillas sobresalen por encima de su cabeza cuando se pone en cuclillas. Tiene la cabeza y las patas de un animal, generalmente un caballo. A veces se cree que es el espíritu de un feto abortado que ha sido enviado a la tierra desde el limbo. Según el folclore popular , los tikbalangs podían transformarse en humanos o hacerse invisibles.

Se dice que el Tikbalang se dedica a asustar a los viajeros y a extraviarlos en sus trayectos. Engaña a los caminantes de tal manera que siempre los conduce por caminos aleatorios, pero podrías librarte de su acecho y sus engaños llevando la camiseta del revés. También se le podría pedir permiso en voz alta para pasar por el lugar o, por el contrario, hacer el menor ruido posible cuando se pase por el bosque para intentar no ofender o perturbar al Tikbalang.

El hábitat de estos espíritus está generalmente asociado con áreas oscuras, poco pobladas, de mucho follaje y maleza, como debajo de un puente, en campos de bambú o plataneras o en lo alto de los árboles.

Una superstición de la Provincia de Rizal dice que los Tikbalangs son guardianes benevolentes de los reinos elementales. Hacen guardia al pie de grandes árboles vigilando los alrededores para que nadie lleve rastro de maldad a sus territorios.
Un dicho popular dice que cuando llueve con el cielo despejado significa que un tikbalang se está casando (filipino: may kinakasal na tikbalang). Este dicho está muy extendido por todo el mundo y con muchas variantes: en España se está casando una bruja; en Japón, un kitsune, en Reino Unido un mono está celebrando su cumpleaños; etc...


viernes, 17 de julio de 2015

UNA BREVE REVISIÓN DE LAS MÁS LEGENDARIAS CRIATURAS DE LA MITOLOGÍA GRIEGA

 
La fertilidad de la imaginación griega es deslumbrante, capaz de conjurar dioses, monstruos, seres elementales y demás criaturas, divinas, semidivinas o taumatológicas con una riqueza de detalle y una profundidad que quizás nunca se ha igualado en la historia de la humanidad. Se ha dicho que la mitología griega es una iniciación filosófica disfrazada en figuras simbólicas y en principios cósmicos. Es decir, la profusa variedad de seres que conforman los misterios y los mitos griegos puede ser vista también como un conjunto de arquetipos y símbolos de una rueda psicocósmica. Saber de mitología griega es saber del alma humana: cielos e infiernos en una danza de polaridad.
 
 minotaurus
Compartimos aquí una lista de 25 criaturas mitológicas: híbridos, monstruos, brujas, emociones materializadas, aspectos del inframundo, obstáculos de los héroes, seductores espejismos y demás elementos de la leyenda y el mito. Evidentemente esta lista, compilada por List25, no es concluyente ni debe verse como autoritaria; mejor que sea solo una puerta de entrada al mundo del terror mágico de los griegos.
 
  1. Minotauro
  2. Pegaso
  3. Centauro
  4. Gorgona
  5. Hidra
  6. Cíclope
  7. Cerbero
  8. Quimera
  9. Grifo
  10. Sirena
  11. Sátiro
  12. Arpía
  13. Caribdis
  14. Erinias
  15. Esfinge
  16. León de Nemea
    Ophiotaurus1
    Ofiotauro: la serpiente-toro
  17. Equidna
  18. Grayas
  19. Lamia
  20. Ofiotauro
  21. Tifón
  22. Escila
  23. Ictiocentauro
  24. Ortro
  25. Pitón

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