domingo, 30 de julio de 2017

EL MITO DE MINTA

Minta era una hermosa y temperamental ninfa que habitaba el inframundo como concubina de Hades. Cuando el rey de los infiernos raptó a Perséfone para convertirla en su legítima esposa, los celos se apoderaron de ella. Despachada, comenzó a lanzar gritos y amenazas, haciendo saber a quien quisiera escucharla que ella era más bella que Perséfone, que reconquistaría a su amante y expulsaría a la intrusa del palacio de Hades. Pero sus amenazas resultaron estériles.En éste punto el mito se divide en dos partes: por un lado se dice que Perséfone, indignada por el atrevimiento de la ninfa, la desmembró y que Hades, compasivo, la transformó en una planta odorífera. La otra versión nos cuenta que fue Demeter, madre de Perséfone, encolerizada por la insolencia de la ninfa, la aplastó y la pateó con su sandalias, pulverizándola.
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Minta resurgió entonces como planta y Demeter, presa del odio, la condenó a la esterilidad.
La bella ninfa Aminta, la manta exigente, había quedado reducida a una triste planta, una planta que produce un olor embriagante y que su ingesta despierta la líbido, incitando a los placeres amorosos. Tanto es así, que en época de guerra, los soldados romanos tenían prohibido su consumo.

jueves, 27 de julio de 2017

Helena, la mujer que fue la perdición de Troya

Una diosa de cabello carmesí, el rostro más hermoso que habían visto en Grecia, hija de Zeus y amante de la pasión. Un nombre. Helena.
Helena de Troya sobresalía desde niña, era muy hermosa, su belleza era muy conocida en toda la región, tanta era la atracción que generaba en los hombres que Teseo la raptó.
Según la mitología, Helena era hija del dios Zeus y su madre era Leda, aunque otras fuentes narran su nacimiento como una atribución a Némesis, que para evitar a Zeus, se transformó en una oca, pero el dios tomó la forma de un cisne para unirse a ella en un encuentro fecundo. Tras el encuentro, Zeus viajó a Esparta y depositó el huevo fecundado en Leda, quien a la vez se embarazó de dos gemelos, Cástor y Pólux de Tindaro, quien fungió como padre de todos. Entonces, el nacimiento de los gemelos sucedió al mismo tiempo que el de Helena.
Teseo, atraído por su inigualable belleza la capturó para hacerla suya y sodomizarla, unos días más tarde, los hermanos de Helena tuvieron que ir a rescatarla y la devolvieron a sus padres.
Cuando Helena alcanzó la edad para desposarse, Tindaro, su padre, estaba muy confiado en que algo bueno saldría de la avalancha de pretendientes que la joven tenía; pero siguiendo un consejo de Odisea, propuso que los hombres se disputaran el amor de su hija, el que sobreviviera de las afrentas resultaría el elegido, así Helena se casó con Menelao.
Mientras Helena estaba casada con Menelao, Paris, el heredero menor de la casa de Troya, había tenido que intervenir en un pleito entre las diosas Atenea, Afrodita y Hera, se debía decidir quién era la más hermosa. Para ganar la atención del joven, cada una de las diosas trataba de manipularlo ofreciéndole bienes y fama. Atenea le ofreció la prudencia y victoria en todas sus batallas: Hera le ofreció Asia y Afrodita el amor de Helena. Paris premió con una manzana de oro la hermosura de Afrodita.
Para buscar su “premio”, Paris se embarcó hacia Esparta y mientras Menelao estaba ausente por haber partido al funeral de Carteo, robó a Helena y se la llevó a Troya. Cuando Menelao supo de esta afrenta le declaró la guerra a Troya.
De acuerdo con los relatos de Herodoto, los vientos en el mar hicieron que la nave de la pareja hiciera una escala en Egipto donde fueron recibidos por el rey Proteo que no sabía para ese momento lo que ocurrió en Esparta. A pesar de lo que se dice en algunas fuentes, Heroto cree que este monarca retuvo a Helena hasta que Paris regresara por ella tras la guerra de Troya.
Así Esparta y Troya fueron a la guerra. Por siete años, los griegos sitiaron Troya. Las tropas griegas saquearon varias ciudades cercanas y se mantuvieron así hasta que idearon la construcción de un caballo de madera hueco, en el que se metieron hasta que los troyanos aceptaron meter el animal a su terreno, ahí los enemigos saquearon y vencieron la guerra.
Algunas fuentes señalan que Helena regresó a manos de los griegos, otras que se reunió con Paris en Egipto y algunas más que ni Paris ni Helena regresaron jamás a Troya, sino unos impostores.
Algunos de los sobrevivientes de la guerra en Troya llegaron a una nueva colonia donde 300 años más tarde se fundó el Imperio Romano.
La Guerra de Troya al igual que la figura de Helena forman parte de la mitología griega, y aunque algunos historiadores creen que en efecto, la mujer existió, no se puede decir quién era ni si el conflicto inició por su causa.

miércoles, 26 de julio de 2017

Las Damas Iberas

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Museo Arqueológico Nacional. Las esculturas íberas de damas oferentes tienen elementos comunes, pero también pueden ser muy diferentes, como estos tres ejemplos en la imagen.

Diosas, sacerdotisa o mujeres de alta alcurnia

El misterio envuelve a estas mujeres tan bellamente representadas y depositadas en las necrópolis o importantes tumbas encontradas en nuestra península.
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“La hija de Jefté” de James Tissot, inspirada en la Dama de Elche

Las mujeres íberas fueron transmisoras de status y de prestigio.

La mujer íbera estaba bajo la autoridad paterna, primero bajo la del padre y luego bajo la del marido, sin embargo la mujer era transmisora de status y daba, por ella misma, prestigio al hombre, constatamos este hecho en los matrimonios de Asdrúbal y de Anibal que se casaron con princesas ibéricas. A pesar de la dependencia del padre y del marido, la mujer íbera podía conservar, administrar y trasmitir su dote.
La mujer en el mundo ibérico contribuyó a crear y fortalecer vínculos diplomáticos, el más conocido es el de la princesa íbera Himilce que se casó con Anibal para sellar una alianza entre ambos pueblos, el íbero y el cartaginés, contra Roma. La sociedad ibérica fue por lo tanto, exógama al aceptar, incluso fomentar el matrimonio entre etnias diferentes y monógama
No es demasiado lo que se conoce sobre la mujer ibera. Sólo lo que se deduce del testimonio de la escultura y la cerámica o de los textos del historiador griego Estrabón.
Estrabón dice de las iberos:
“… Las mujeres trabajan la tierra y paren en el mismo campo, bajo un árbol y luego siguen trabajando…”; “… El esposo es el que dota a la mujer y son la hijas quienes heredan y eligen las esposas para sus hermanos…” Y añade: “… tales costumbres apuntan a una ginecocracia que no puede llamarse civilizada…”
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Gran Dama Oferente
La mayoría de las mujeres íberas trabajaban junto con el hombre en el cuidado del campo y del ganado, como dice Estrabón “pare en el campo y sigue trabajando” y en muchas ocasiones se hace cargo por completo del campo, de los animales y de los hijos pues la sociedad íbera era muy belicosa y eran frecuentes los enfrentamientos entre distintos pueblos íberos por esta razón tenía un papel bastante reconocido aunque su estatus era inferior al del hombre). Quizá, las frecuentes guerras favorecen la importancia social de la mujer, que vela por la familia y el poblado mientras el hombre está combatiendo
El historiador romano Salustio nos dice que escogían a su esposo entre los guerreros más destacados. Las mujeres eran empresarias, decidían en la casa, llevaban el negocio, traspasaban su linaje a sus descendientes y ocupaban todos los cargos del Gobierno en los llamados “consejos de mujeres”.
La mujer está íntimamente relacionada con el mundo sobrenatural, de lo mágico, de lo misterioso, de lo No racional. La situación de la mujer ibera depende de su clase social. Si pertenece a la aristocracia del poder y del dinero, goza de amplias prerrogativas, como se deduce de los ajuares de sus tumbas, que compiten en riqueza con los de los hombres. La mujer ibera aparece en las ceremonias religiosas en plano de igualdad respecto al hombre (como se manifiesta en las pinturas de los vasos de Liria), o incluso en un nivel superior, cuando representa a la diosa (la Dama de Elche o la de Baza). Incluso es posible que el sacerdocio, esté integrado principalmente por mujeres (como sugieren las damas oferentes del Cerro de los Santos).
Entre los ibéros prevalecía el culto de las divinidades femeninas, de carácter telúrico, aunque también rendían culto al sol y la luna. Los iberos tenían una religión matriarcal, con una diosa única. La Madre, la Dama  (Ama), símbolo de la creación y de la fertilidad, omnipresente, que lo tiene todo y a la que acuden constantemente en demanda, que imprime en el alma humana un maravilloso código moral, que castiga las infracciones, en vida, con remordimientos interiores y, tras la muerte, con un juicio (“paso estrecho y dificultoso”) que, si se logra salvar, conduce al “refugio de paz y bienestar” (bake on tei) junto a La Madre y para siempre.
Entre los ibéros tenían gran importancia la casta sacerdotal, en la que las mujeres, como se observa en los túmulos funerarios, eran el vínculo de la vida y la muerte. Las sacerdotisas gozaban de gran prestigio, ya que eran las que estaban en continuo contacto con el mundo de los dioses, aunque también había hombres que desarrollaban una tarea mística, prueba de ello son los sacerdotes lusitanos, que leían el futuro en los intestinos de los guerreros enemigos.
A pesar de la valoración positiva de la mujer en el mundo íbero, ésta tiene una función sedentaria, protectora de la familia y es el hombre el que se desplaza, el que encarna la individualización y el poder tanto político como militar.

Las esculturas de damas iberas

“Damas” es el nombre que reciben las esculturas funerarias aparecidas en diferentes necrópolis ibéricas. Las esculturas iberas nos presentan prácticamente la única fuente para aproximarnos al aspecto físico de sus gentes; ya que incineraban a sus muertos y no tenemos cadáveres para su estudio antropológico.
Las figuras escultóricas que conocemos con el nombre de damas (nombre que se viene dando a partir de la primera hallada en excavaciones, que fue la Dama de Elche) pertenecen al arte íbero. Junto a las dos grandes damas (Elche y Baza) de claro significado funerario, existe dentro de la producción escultórica ibérica una gran cantidad de damas oferentes.   Todas las encontradas hasta el momento tienen una cavidad que se supone para depositar las cenizas fúnebres o bien para confiar algún tipo de ofrenda u objeto litúrgico.
Junto a las dos grandes damas (Elche y Baza) de claro significado funerario, existe dentro de la producción escultórica ibérica una gran cantidad de damas oferentes.
Ya sedentes o en pie, se caracterizan por portar un vaso o recipiente entre sus manos, lo que ha hecho pensar a los arqueólogos en sacerdotisas, aunque otros autores piensan en simples exvotos a los dioses (de ser esta última hipótesis serían semejantes a las kores del arcaismo griego).
Y es que precisamente en estas damas oferentes (mucho más numerosas que las funerarias) en donde podemos constatar cómo el mundo íbero es mucho más múltiple de lo que solemos pensar, una amalgama de tradiciones muy distintas (desde el mundo tartésico y fenicio en el sur, el púnico y el griego en la costa mediterránea, otras endógenas y locales, a veces influidas por la cultura celta en las zonas centrales…)
Las esculturas de damas iberas están realizadas en piedra caliza y en ellas se aprecian restos de policromía. Su estilo se caracteriza por presentar similitudes con las esculturas griegas de comienzos del siglo V a. de C. aún con ciertos rasgos de arcaísmo (acusada frontalidad y rigidez). Portan lujosas vestiduras, tocados complicados y joyas recargadas y ostentosas en las que la influencia fenicia aparece claramente. Ninguna de ellas se puede tomar como un ejemplo aislado. Son un buen ejemplo del arte íbero con influencias del Mediterráneo oriental y del mundo griego.
La gran dama oferente del Cerro de los Santos, aparece enjoyada con tres collares diferentes, el tercero con anforillas como las que lleva la Dama de Baza y la de Torres, la misma dovela que la Dama de Elche y todas con las tres túnicas. Ya sedentes o en pie, se caracterizan por portar un vaso o recipiente entre sus manos, lo que ha hecho pensar a los arqueólogos en sacerdotisas, aunque otros autores piensan en simples exvotos a los dioses (de ser esta última hipótesis serían semejantes a las kores del arcaismo griego).
Los tejidos utilizados en la confección de la indumentaria ibera eran la lana y el lino, habiéndose distinguido en La Albufereta diversos tipos de tejidos, entre los que destacan unos tejidos gruesos de contextura como de lanilla actual y lienzos finos similares al hilo posiblemente para fabricar la ropa interior.
Para los colores, si tenemos que hacer caso de la pintura de las estatuas, se utilizaba el rojo púrpura para los mantos masculinos y el azul cobalto y la combinación de varios colores en las mujeres. Es probable que el ajedrezado que aparece en algunos mantos como el de la Dama de Baza se deba a que están realizados con fibras previamente teñidas.
El velo, el manto y la túnica forman son los tres elementos del traje femenino ibero.
  • El velo a veces se confunde con el manto, aunque el triangular que cubre la parte posterior de la cabeza y llega hasta los hombros es inconfundible. Hay, además, un velo propio de las “sacerdotisas” que va sobre la mitra o la peineta y llega hasta los muslos.
  • El manto es la última pieza de la vestimenta. Consiste en una pesada prenda que cubre los hombros, la espalda y los brazos de la figura. Es la prenda que envuelve toda la figura llegando hasta los pies, que aparece sobre todo en las estatuas de piedra. Se clasifican los mantos en rectangulares, semicirculares y con mangas.
    • Los rectangulares se separan según su tamaño y su forma de sujeción.
    • Los semicirculares se distinguen en abiertos y cerrados.
  • La tunica. Se distinguen también hasta cuatro tipos de túnica, traje de mangas cortas que cubre toda la figura hasta los tobillos, atendiendo a la forma de terminar la prenda. Aunque tienen parecidos con prendas similares de la cuenca del Mediterráneo, su origen parece local.
 Las sacerdotisas eran quizás las que más adornos tenían. De ellas vienen la mantilla y la peineta, con la que se solían cubrir la cabeza y el cuerpo, un ejemplo de ello es la Dama de Elche, y los moños que hoy se pueden ver en Castellón y Valencia.  El tocado de la cabeza de las damas iberas es muy complicado, como puede verse por la de Elche o la menos compleja de Baza.   Las iberas usaban peinetas, diademas y mitras, altas o bajas, que, aun pudiendo ser un producto autóctono, estarían inspiradas en modelos greco-orientales.
Los amuletos y los símbolos de protección están muy presentes en el mundo íbero como pueden ser collares o campanillas, para auyentar el “mal de ojo”, en nuestra sociedad, en sociedades rurales, se sigue poniendo a los niños algunos objetos como “la higa” o lazos que cumplirían esta función.
Hay, además, toda una serie de adornos que servían para realzar la belleza de las mujeres iberas, destacando entre ellos los variados collares de las grandes Damas (Elche, Baza y El Cerro de los Santos) y los también abundantes de los bronces y terracotas. También son frecuentes los cinturones, pendientes, brazaletes y pulseras.”Artemidoro de Éfeso”, hombre de Estado que viajó por las costas de Iberia alrededor del año  100 a. C., describe a la mujer íbera en un texto que ha llegado hasta nuestros días, y en el que puede reconocerse muy bien la descripción de la Dama de Elche, tal es el parecido:
Algunas mujeres ibéricas llevaban collares de hierro y grandes armazones en la cabeza, sobre la que se ponían el velo a manera de sombrilla, que les cubría el semblante. Pero otras mujeres se colocaban un pequeño tympanon alrededor del cuello que cerraban fuertemente en la nuca y la cabeza hasta las orejas y se doblaba hacia arriba, al lado y detrás.
 “(…) en algunos lugares llevan collares de hierro con unos ganchos doblados sobre la cabeza que avanza mucho por delante de la frente. Cuando quieren, cuelgan el velo de esos ganchos para que les dé sombra en el rostro. En otros lugares se colocan alrededor un disco redondeado hacia la nuca, que ciñe la cabeza hasta las orejas y que se despliega hacia arriba y hacia los lados. Otras se rapan la parte delantera del cráneo para que brillen más la frente, otras se colocan sobre la cabeza una columnilla de un pie de alto, trenzan alrededor del cabello y luego lo cubren con un velo negro.
Las damas se maquillaban, como se puede deducir de los restos de policromía de algunas de las Damas, de los restos de espejos y de los ungüentarios para perfumes y cremas. Posiblemente se maquillaban el rosto de blanco, se coloren las mejillas y se marquen el contorno de los ojos  con negro de antimonio, como ya utilizaban otros pueblos de la antigüedad. Las mujeres gustaban por los perfumes, que  se elaboraban con aceites y esencias y se guardaban en cerámicas de tipo askos, omo evidencian los hallazgos en las necrópolis.
La Dama de Elche quizá sea la más emblemática, de visible inspiración griega, cabeza a su vez de las consideradas tres grandes damas ibéricas junto a la Gran Dama Oferente (Montealegre del Castillo) y la Dama de Baza.
La Dama Oferente es una escultura ibérica del siglo III o II a.C encontrada en un yacimiento arqueológico íbero situado en el municipio de Montealegre del Castillo, provincia de Albacete (España). Se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid (España). Evidencia el papel de la mujer aristócrata en los ritos religiosos de los iberos. La figura muestra la gran importancia de la mujer en aspectos religiosos de la cultura ibérica . La riqueza del traje indica una dama de la alta sociedad, que puede estar ofreciendo un presente a la divinidad, o podría participar en un rito de iniciación. La cercanía del yacimiento a varias fuentes de aguas minerales refuerza el significado salutífero y de dedicación religiosa de la escultura.
La Dama de Elche, en el Museo Arqueológico Nacional de España (Madrid).
La Dama de Elche hallada en La Alcudia, es una de las obras escultóricas más célebres del mundo. Se descubrió el día 4 de agosto de 1897. Su identidad es un misterio, pero se le atribuye un carácter tanto humano como divino. La expresión del rostro de la hermosa mujer es de una gran paz, donde se percibe que se encuentra en un momento de profundo pensamiento y reflexión. Actualmente se interpreta como el retrato de una dama de la aristocracia ibera, cuyos descendientes la habrían divinizado.
Es una escultura íbera en piedra caliza, que se data entre los siglos V y IV a. C. Mide 56 cm de altura y pesa 65,08 kg. Esta escultura estuvo originalmente policromada y con los ojos rellenos de pasta vítrea. Representa a una mujer de rasgos perfectos, posiblemente idealizados y espléndidamente ataviada con ropajes y joyas. Posee en su parte posterior una cavidad casi esférica de 18 cm de diámetro y 16 cm de profundidad, que posiblemente servía para introducir reliquias, objetos sagrados o cenizas como ofrendas a los difuntos. Otras muchas figuras ibéricas de carácter religioso, halladas en otros lugares, tienen también en su espalda un hueco y, como la Dama de Elche, sus hombros se muestran ligeramente curvados hacia adelante.
El lugar donde se descubrió el busto de la Dama de Elche es hoy un yacimiento arqueológico donde se han ido descubriendo a lo largo de los años numerosas piezas de mucho valor, íberas y romanas, testimonios de aquellas civilizaciones. Se ha descubierto un poblado íbero-púnico, alcantarillado romano, mosaicos, murallas y casas romanas.
La Dama de Baza. Crédito: Luis García / Wikipedia.
La Dama de Baza. Crédito: Luis García / Wikipedia.
La Dama de Baza, es del siglo IV a. C., labrada en piedra caliza policromada por los bastetanos. Se interpreta como la representación de una mujer de la aristocracia de la ciudad de Basti, (Baza, Granada) heroizada mediante un destacado ritual funerario. Descubierta en 1971, consiste en una fosa de 1,80 m. de profundidad, con las esquinas redondeadas y probablemente recubierta de madera. En ella se introdujo, apoyada en la pared norte, la escultura sedante que representa a una mujer íbera con ricos vestidos y joyas. En un orificio excavado en el trono se introdujeron los huesos quemados de la difunta, y en el suelo alrededor de la estatua se dispusieron lujosas cerámicas y objetos metálicos, especialmente armas.
Las teorías que se barajan actualmente son que podría haberse tratado de una guerrera divinizada (en relación a las falcatas y otras armas encontradas en el yacimiento) o de una reina-sacerdotisa. Si bien el carácter sacro de la persona allí enterrada es más que evidente, no lo es tanto su carácter guerrero. Es posible que dichas falcatas sean simples ofrendas o demarcadores del prestigio social del que gozaba la persona allí enterrada (debido a lo costosa que era la elaboración de una de estas “espadas”), por lo que se tiende a pensar que se tratara con más probabilidad de una figura femenina de gran importancia social, como una reina o hechicera.
Por la Dama de Baza podemos deducir que el calzado de estas grandes damas consistía en unos escarpines que parecen de cuero, pintados en su totalidad de color rojo. Tanto en el caso de las mujeres como en el de los hombres debía usarse también calzado de esparto, tan típico de la zona.
Los iberos son muy aficionados a la danza y a la música. En las escenas de música, siempre presente en los rituales ibéricos, la mujer toca el aulos (oboe doble) y panderos y arpas. Abundan también las escenas pintadas en la cerámica en la que se muestra danzando junto al hombre, todos cogidos de las manos. No faltan en el ritual funerario las plañideras, formando parte del cortejo fúnebre.
Estos hallazgos demuestran la importancia del papel desempeñado por la mujer en las sociedades ibéricas como transmisora de los linajes aristocráticos. La mujer ibera tuvo un papel fundamental en la sociedad, pues participaban en actividades religiosas, sociales o políticas en igualdad a los hombres (como se manifiesta en las pinturas de los vasos de Liria), o incluso en un nivel superior, cuando representa a la diosa (la Dama de Elche o la de Baza).
Las mujeres iberas, ensalzadas por Estrabón por su dureza en el trabajo, fueron también amas de casa, campesinas e incluso empuñaron las armas.
“Que hayamos destrozado sus estatuas,
que las hayamos arrojado de sus templos,
no quiere decir que las diosas esten muertas”
Constantino Kavafis

MAS INFORMACIÓN: Con el nombre de iberos conocemos a diversos pueblos asentados en la zona mediterránea de nuestro país, desde Andalucía hasta el sur de Francia. No se puede hablar de un único pueblo ibero sino de una civilización, porque no formaron nunca una unidad política, sí compartieron numerosos elementos culturales, como las creencias religiosas, la lengua y muchas de sus costumbres.  Al sustrato cultural indígena se superpusieron influencias de los pueblos colonizadores mediterráneos (fenicios, cartagineses y griegos), que produjeron una síntesis cultural de gran originalidad.
La cultura ibérica se desarrolló en torno a los ss. VI-V a. de C. y perduró hasta la Romanización (siglo I a. de C).  Eclipsado por otras civilizaciones, el pueblo íbero, que dio su nombre a nuestra Península, tuvo una cultura avanzada para su época.
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Mapa de la península ibérica en el año 300 a. C. con los diversos pueblos que la habitaban.

FUENTES:

martes, 25 de julio de 2017

El nombre secreto del dios Ra

Ra


El objetivo de Isis era descubrir el nombre secreto del dios Sol, para que ella y su hijo Horus adquiriesen dignidad divina y así acceder a la cúspide del panteón egipcio.

El Sol viajaba en su «barca de millones de años» y, en cierta ocasión, al bostezar antes de dormir, se le cayó la saliva al suelo e Isis la aprovechó, mezclándola con la tierra, para crear una serpiente venenosa. La puso en un camino por el que el Sol pasaba todos los días en su deambular por Egipto.

La serpiente mordió al Sol, éste enfermó y atónito comprobó que había sido mordido por una criatura que no había sido creada por él.

Todos los dioses temieron por la posible pérdida de la fuente de la vida hasta que apareció Isis, ofreciendo su magia a cambio del nombre secreto del Sol. Pese a las primeras reticencias, el dolor corroe al Sol y finalmente cede a condición de que ni ella ni su hijo se lo digan nunca a nadie. El azar ha querido que el nombre del Sol no se sepa jamás pues se omite el papiro en que se narra esta historia.

lunes, 24 de julio de 2017

El Diluvio

Imagen relacionada

En muchas mitologías, el final del mundo se producirá a través de un gran cataclismo.
En otras, se habla de una época, dentro de la creación que hoy vivimos, en la que los dioses, al enojarse con la humanidad, intentaron destruirla a través de una inundación.

La historia biblica del diluvio (El arca de Noe) es sólo una de las muchas versiones, y tiene su origen en un relato sumerio-bablionio, el poema de Gilgamesh (ver mitologia_sumeria). El el relato sumerio, Noe recibe el nombre de Utnapishtim.

Los relatos griegos, también narran como Zeus intentó acabar con la humanidad con una inunndación, sin embargo, Prometeo (ver mitologia_grecorromana) advirtió a Deucalion y a Pirra.
Manu fue salvado del diluvio del Hinduísmo (ver mitologia_india) por Visnú, encarnado en Matsya, su avatar en el que adopta forma de pez.

Los mitos del diluvio, también aparecen en Perú y en China, entre los aborígenes australianos y en muchas de los indios norteamericanos, com por ejemplo el mito de los Mandam, del hombre solitario (véase mitologia_americana}).

Los etnólogos en el siglo XIX pudieron recoger en Serbia, un ciclo de mitos eslavos sobre el gran diluvio del que el único sobreviviente fue Krayatz, quien fuera salvado por Kurent, el dios del vino.

domingo, 23 de julio de 2017

Camazotz | El dios Murciélago Maya

CAMAZOTZ O CAMAZOT ES UN PERSONAJE DE LA MITOLOGÍA MESOAMERICANA. CONSIDERADO COMO EL DIOS MURCIÉLAGO DE AZTECAS Y MAYAS, ADEMÁS DE SER UN MAESTRO DE LOS MISTERIOS DE LA VIDA Y LA MUERTE TAMBÍEN SIMBOLIZABA LA NOCHE, LA MUERTE Y EL SACRIFICIO

ESTE DIOS  TIENE PODER PARA CURAR CUALQUIER ENFERMEDAD, PERO TAMBIÉN TIENE EL PODER PARA CORTAR EL CORDÓN PLATEADO DE LA VIDA QUE UNE EL CUERPO AL ALMA SEGÚN LOS INDÍGENAS. AUNQUE HAY ESPECIALISTAS QUE PIENSAN QUE SE TRATABA DE UN DIOS DEL MAL QUE TRASMITÍA LA ENFERMEDAD DE LA RABIA.

LOS MAYAS REPRESENTABAN A ZOTZ, CAMAZOTZ, COMO UN SER HUMANO CON CABEZA Y ALAS DE MURCIÉLAGO.

SE ENCUENTRAN IMÁGENES DE ESTE ANIMAL SAGRADO EN JEROGLÍFICOS Y CERÁMICA DE HACE MÁS DE 2 MIL AÑOS. SE LE HONRABA POR MEDIO DE SACRIFICIOS DE ANIMALES Y OFRENDAS DE TAMALES Y FLORES
EN EL POPOL VUH EL MURCIÉLAGO ES UN ÁNGEL QUE BAJÓ DEL CIELO PARA DECAPITAR A LOS PRIMEROS HOMBRES HECHOS DE MADERA Y A UNA SEGUNDA CREACIÓN DE LOS DIOSES TEPEU Y KUKULKAN, POR SER IMPERFECTOS Y NO TENER SENTIMIENTOS.

HAY EVIDENCIA ACTUAL QUE APOYA QUE EL MITO DE CAMAZOTZ PUEDE HABERSE EXTENDIDO DEBIDO A LOS MURCIÉLAGOS VAMPIRO ALCANZANDO MÉXICO, GUATEMALA Y ÁREAS DE BRASIL.

LA EVIDENCIA DE LO ANTERIOR SE HALLA EN LOS FÓSILES DEL DESMODUS DRACULAE, EL MURCIÉLAGO VAMPIRO GIGANTE. TAMBIÉN HAN HABIDO ESQUELETOS DE ESTA ESPECIE ENCONTRADOS EN ESTADO SUB-FÓSIL, DE MUY RECIENTE EDAD, LO QUE SUGIERE QUE LAS ESPECIES TODAVÍA ERAN COMUNES CUANDO LA CIVILIZACIÓN MAYA EXISTIÓ Y QUE INCLUSO AÚN PODRÍAN EXISTIR HOY EN DÍA, AUNQUE ESTO TODAVÍA ES DUDOSO.

jueves, 20 de julio de 2017

Mitología nórdica finlandesa

El Kalevala es el libro finlandés por excelencia. El libro angular de su cultura, como podría ser para nosotros el Quijote. Aunque a diferencia de este último, el Kalevala tiene su origen en las leyendas de tradición oral de Finlandia: leyendas que nacen de la mitología nórdica finlandesa.

Las mitologías finlandesas

Cuando hablamos del Beiwe, la fiesta tradicional de los Lapones (Sami) que se da en fechas próximas a la navidad en Finlandia, vimos que hay más de un tipo de mitología nórdica finlandesa.
Beiwe era la diosa la fertilidad, la primavera, el Sol y la cordura, y como ella hay un elenco de dioses y mitos lapones. Además, como este grupo étnico pertenece a todos los países nórdicos, es realmente una mitología nórdica.
En este artículo, sin embargo, nos vamos a centrar en la parte que es solamente finlandesa: la parte que fue recogida en el Kalevala. Si te interesa la mitología Sami, esta tiene su artículo en la Wikipedia en inglés.

El Kalevala: el libro de la mitología finlandesa

El lingüista Elias Lönnrot viajó en el siglo XIX recogiendo todas las leyendas y las tradiciones orales finlandesas y las compiló en el Kalevala: el libro definitivo sobre la mitología finlandesa.
El Kalevala: mitología nórdica finlandesa
Mi copia del Kalevala, en una foto algo antigua.
Lönnrot se encontró muchas historias dispares, algunas unidas fuertemente y otras no tanto. Para darle cohesión al libro, así como a la identidad finlandesa, creó una trama que – aunque no es exactamente del agrado de los catedráticos – conectaba todas estas historias, cuentos y poemas de la mitología nórdica finlandesa y las unía.
Tal fue su logro que hoy en día el Kalevala es considerado como el libro finlandés más importante, que dotó de identidad finlandesa al país cuando estaba bajo dominio ruso (y antes de los rusos estuvo bajo dominio sueco) y a partir del cual se han basado innumerables obras de arte en diferentes estilos, por ejemplo pictóricos o musicales a través de Jean Sibelius.
Como curiosidad, el Kalevala dedica más versos a la creación de la cerveza que a la creación del mundo.

Personajes, dioses y nombres de la mitología nórdica finlandesa

Estos son algunos de los muchos personajes de la mitología nórdica finlandesa presentes en el Kalevala. Si nos dejamos alguno importante o tu favorito, acuérdate por favor de decírnoslo en la sección de comentarios de abajo.
Väinamönen, el héroe de la mitología nórdica finlandesa
Väinamöinen es el héroe y el personaje principal del Kalevala: el libro angular de la mitología nórdica finlandesa. Fuente (CC: by-sa).

Los héroes

Väinämöinen es sin duda el personaje principal y héroe de la mitología nórdica finlandesa. Hijo de la diosa Ilmatar, tiene un rol principal en la creación de la Tierra. Su representación en imágenes suele ser con el pelo blanco y con gran barba.
Väinämöinen tiene poderes mágicos diferentes a los de cualquier otro héroe nórdico: los suyos son relacionados con la música y las canciones. Él fue el creador del Kantele, de acuerdo con el Kalevala. Tiene también una afilada espada que brilla como el Sol.
Seppo Ilmarinen es otro personaje que dió forma al mundo como lo conocemos: forjó el artefacto Sampo – su construcción, búsqueda y guerras por su control son una constante de la mitología nórdica finlandesa – , dio forma a la bóveda del cielo y es el creador de muchos otros artefactos mágicos de la historia.
La forja del Sampo
Un fresco del museo nacional de Finlandia sobre la forja del Sampo por Seppo Ilmarinen. Fuente (CC: by)

Los dioses

Ukko es el dios principal del Kalevala. Domina el cielo y el trueno, como otro dios de la mitología nórdica (Thor) o como Zeus. Como curiosidad, es también llamado Perkele, la palabrota finlandesa más famosa. Esto es así porque al llegar la cristiandad a Finlandia, la iglesia necesitaba demonizar a los antiguos dioses finlandeses, y le dieron el nombre de Perkele al Diablo para cambiar su significado.
Louhi es la reina que comanda al pueblo enemigo de los héroes del Kalevala – Pohjola, el Inframundo – y que es la principal antagonista. Es una bruja poderosa que puede cambiar de forma.
Tapio, dios los bosques, tiene también un rol prominente en la mitología de Finlandia. Su hijo Nyyrikki es el dios de la caza.
Pellervo, es el dios de la cosecha. Del mimso ramo, el dios Pekko es el dios de los campos y de la fermentación de la cerveza. La primera mención a este dios, varios siglos antes del Kalevala, fue hecha por Mikael Agricola como el dios de los Kareianos (donde está Joensuu: buen dios para esa zona).
Louhi y Väinämöinen, tal para cual
Louhi, como ser alado, contra Väinämöinen en un fresco del Museo Nacional de Finlandia. Fuente (CC: by)
Para no alargarnos mucho, ya que el Kalevala tiene docenas de personajes, nos hemos centrado en los principales y sus atributos. Si quieres una lista completa de los dioses y héroes del Kalevala, con una corta descripción, la Wikipedia en Español la tiene.

miércoles, 19 de julio de 2017

Los hombres sin cabeza de la mitología antigua y medieval

Resultado de imagen de Los hombres sin cabeza de la mitología antigua y medievalEn la mitología de la antigüedad se pueden encontrar muchísimas criaturas fantásticas, algunas terroríficas y otras un poco menos intimidantes, pero entre la plétora de seres que adornan el folclore de tantos pueblos resaltan los Blemios, unos hombres sin cabeza que aparecen recurrentemente en leyendas.

Los inquietantes blemios, hombres sin cabeza de la mitología antigua y medieval

El nombre “Blemmyes” -o blemios– se puede encontrar en el trabajo del geógrafo griego del siglo I, Estrabón, quien describe a los Blemmyes no como monstruos extraños, sino como una tribu que habitaba al sur de Nubia, a lo largo del Nilo y hacia el Mar Rojo.

El escritor romano, Plinio el Viejo,  también menciona a los blemitas de Strabo en sus obras, donde los equipara con las criaturas sin cabeza de los cuales hablaba Heródoto. En la Historia Natural, Plinio registra que “se dice que los Blemios no tienen cabeza, con la boca y los ojos sentados en sus pechos”.

Heródoto los ubicaba en la región africana que hoy sería Libia, pero tanto éste escritor como Plinio, basaron sus conocimientos sobre los Blemios en rumores. Además, la visión geográfica de Plinio era similar a la de Heródoto. Ambos manejaban una teoría en la que los bordes del mundo conocido estaban habitados por extrañas criaturas.

Por ejemplo, Plinio escribió también acerca de los himantópodos, “una raza de personas con pies parecidos a unas correas, sobre las cuales se mueven por la naturaleza con un tipo de marcha serpenteante y arrastrada”.

La historia de los Blemios sobrevivió hasta la Edad Media y aparece, aunque de forma ligeramente modificada, en una obra del siglo XIV conocida como Los viajes de sir John Mandeville.
Los hombres sin cabeza de la mitología antigua y medieval
Aunque no son llamados Blemios, Mandeville describe a estas criaturas como “gente de estatura sucia y de clase maldita que no tienen cabezas. Y sus ojos están en sus hombros “. Mandeville no los coloca en África, sin embargo, sino en una isla en Asia.

El explorador inglés del siglo XVI / XVII, sir Walter Raleigh, también ofrece una descripción de unas criaturas que se asemejan a los Blemios. Raleigh sostenía que las criaturas se llamaban Ewaipanoma y tenían los ojos en los hombros y la boca en el medio de sus pechos, y que una larga hilera de pelo crece hacia atrás entre sus hombros.

A diferencia de Herodoto, Plinio o Mandeville, Raleigh afirma que estos seres sin cabeza viven en la Guayana, en América del Sur. Aunque Raleigh no había visto al propio Ewaiponama, creía que eran reales, basándose en testimonios que consideraba fiables.

En realidad, los Blemios sí existieron y, de hecho, no eran criaturas mitológicas, sino que se trataba de un pueblo africano y, evidentemente, no eran los espeluznantes monstruos que describieron los autores. Entre el año 600 a.C y el siglo III d.C, existió la civilización Blemia, un reino tribal que luchó contra el Imperio Romano para defender sus tierras en las regiones de Nubia, Kush y Sudán.

martes, 18 de julio de 2017

Tántalo y Pélope



En verdad que si hubo un mortal honrado por los vigías del Olimpo, ése fue Tántalo, mas no pudo digerir su gran fortuna, y por causa del hartazgo se ganó un castigo espantoso, la pesada piedra de sobre él colgó el Padre: el continuo deseo de apartarla de su cabeza le hace perder el rumbo de la felicidad.
 
Ésa es la clase de vida, sin remedio, que lleva en continuo suplicio, cuarto castigo, junto a otros tres, porque robó a los inmortales y dio a sus congéneres convidados el néctar y la ambrosía, que fueron instrumento de su inmortalidad. Mas si alguien espera ocultar sus obras a los dioses, yerra. Por ello los inmortales arrojaron a su hijo de nuevo a la búsqueda de la efímera raza humana; y cuando, al alcanzar la flor de su edad, el vello cubrió de sombra su barbilla, brotó en él la inquietud por un oportuno matrimonio:
 
De su padre el de Pisa a la gloriosa Hipodamía conseguir. Acercóse solo al mar gris en la oscuridad. Llamó a voces al de profundo estruendo, el del poderoso tridente. Éste se le apareció cerca, junto a los pies. Díjole: “¡Vamos! ¡Si es que los amables dones de la Cipria, Posidón, producen algún efecto maravilloso, traba la lanza broncínea de Enómao, encamíname sobre tu velocísimo carro hasta la Élide y acércame a la victoria, pues ya ha matado a trece pretendientes para aplazar el matrimonio

Templo de Zeus en Olimpia: Enómao a la izquierda, Pélope a la derecha, Hipodamía, palafrenero con el caballo
 
 
 
De su hija! El peligro grande no admite a un hombre cobarde. Si hemos de morir, ¿por qué preparar en vano una vejez sin gloria sentados en la oscuridad, privados de todo lo bello?
 
A mí me corresponderá esta hazaña. Y tú concédeme su realización según quiero”. Así dijo; y no quedaron sin cumplimiento las palabras con que le conmovió. El dios le honró con el don de un carro áureo y de caballos de infatigables alas.
 
Sojuzgó la violencia de Enómao y a la doncella como cónyuge, engendró seis hijos, caudillos esforzados en sus virtudes, y ahora comparte espléndidas ofrendas cruentas, yacente cabe el curso del Alfeo, en tumba que culto recibe junto a un altar por muchos visitantes frecuentado. La gloria de Pélope desde lejos nos contempla, en los certámenes de las Olimpíadas, donde se dirime la velocidad de las piernas y la madurez valiente de la fuerza.







Pélope, después de haber sido degollado y cocido en el banquete de los dioses, renació aún más hermoso; como sobresalía por su belleza, llegó a ser amado por Posidón, quien le regaló un carro alado que incluso cuando atravesaba el mar no se mojaba los ejes. El rey de Pisa, Enómao, tenía una hija, Hipodamía, y, bien porque él estuviese enamorado de ella, como dicen algunos, bien porque según un oráculo hubiera de morir a manos de su yerno, nadie la tomaba por esposa, pues el padre, al no haber podido convencerla para que se uniese a él, mataba a los pretendientes. Enómao, que tenía armas y caballos recibidos de Ares, ofrecía a su hija como premio a cada pretendiente: éste debía huir en su carro con Hipodamía hasta el istmo de Corinto. Enómao, armado, al punto lo perseguía y, si lo alcanzaba, le daba muerte; quien consiguiera escapar obtendría a Hipodamía por esposa. De este modo había matado a muchos candidatos, según algunos a doce; sus cabezas cortadas las tenía colgadas en su casa.
También Pélope acudió a pretenderla; Hipodamía al contemplar su belleza se enamoró de él, y persuadió a Mírtilo, hijo de Hermes, para que le ayudase.

Mírtilo era el auriga de Enómao y, como amaba a Hipodamía, deseoso de complacerla, no puso pernos en los ejes de las ruedas e hizo así perder la carrera a Enómao, que enredado en las riendas fue arrastrado y murió; otros dicen que lo mató Pélope. Enómao, moribundo, enterado de la maquinación de Mírtilo, lo maldijo rogando que pereciera a manos de Pélope.

Pélope consiguió pues a Hipodamía; al pasar por cierto lugar en compañía de Mírtilo, se alejó un poco para traer agua a su mujer sedienta, y entre tanto Mírtilo intentó violarla. Pélope, informado por ella de lo ocurrido, arrojó a Mírtilo al mar luego por él denominado Mirtoo, cerca del cabo Geresto. Mírtilo durane la caída maldijo al linaje de Pélope. 

Cuando Pélope llegó al océano fue purificado por Hefesto, regresó a Pisa, en Élide, y obtuvo el reino de Enómao, tras haber sometido la región llamada primero Apia y Pelasgiótide, y luego Peloponeso a partir de su nombre.

lunes, 17 de julio de 2017

Hela, diosa de la muerte y el Inframundo

La diosa o giganta Hela o Hel era la encargada en el inframundo de uno de los tipos de muertos en la mitología nórdica. Hija del dios Loki y de la giganta hechicera proveniente del Jötunheim, Angrboda, Hela reina sobre el Niflheim, donde vive bajo una de las raíces de Yggdrasil.
La mitad superior de su cuerpo era realmente hermosa, pero la mitad inferior de este era igual al de un cadáver en putrefacción y de él despedía un olor nauseabundo. Se cree que Hela se representa así por como es vista la muerte por los hombres.

Su morada se llama Helheim y el camino que lleva hasta ella es Helway, que es tan largo que Herod lo tuvo que recorrer en nueve días y nueve noches, siempre hacia el norte y descendiendo constantemente. El Helheim está rodeado de una muralla en la que se abren una o varias puertas y en su imperio corren ríos sombríos. Una de esas corrientes de agua se llama Slid. Ésta nace en el este, fluye hacia el oeste a través de valles infectados de veneno y está llena de barro y espadas. Un perro, Garm, vigila la entrada de una de sus cavernas, Gnipapellir.

El Acceso de Hel (Helway) es horrible, pues encadena al hombre moribundo con sólidas ligaduras que no pueden ser rotas, mientras la angustia roe su corazón y las sirvientes de Hela vienen cada noche a invitarlo. Ante los ojos del hombre moribundo se despliega una oscura y horrible región de brumas; ve que el sol, el puro astro del día, se desvanece y desaparece, y oye que los goznes de la Puerta de Hel (Helgate) crujen, y ésta se abre para recibirlo. La compañía de Hela es grande, pero tiene una morada lo bastante grande para todos; su imperio se extiende a lo lejos, sus palacios son prodigiosamente altos y tienen grandes puertas. Naturalmente su morada está hecha de sombras, pero tiene la apariencia de la realidad.

Se decía que los que morían en el campo de batalla iban a Odín, al Valhalla, mientras que los que morían de enfermedad o de vejez iban a Hela, al Helheim. Pero también parece que acuden otros, buenos o malos; pues se sabe que Baldr acudió a Hel cuando fue asesinado por Höðr. Sigfrido, el que mató a Fafner, también al ser después asesinado por Gunther, fue a Hel; y Brunilda igualmente fue allí en su bello carro luego de ser quemada en su pira funeraria. Eso no es todo, ya que aquellos virtuosos en vida que morían naturalmente iban también al cielo, pero no al Valhalla, sino al Vingólf, mientras que aquellos que vivían en la blasfemia y la bajeza aunque murieran bajo armas iban a una de las regiones del Niflheim.


Ella no puede recibir a aquellos ahogados en el mar ya que pertenecen a la diosa Ran, por lo tanto sólo obtiene los muertos en tierra firme. Las mujeres nobles tampoco iban a Hela, ya que eran acogidas por Freyja luego de su muerte, mientras que las doncellas moraban con Gefjun.

Antes de que Baldr muriera, Odín bajó hasta el Helheim para preguntar a Hela cómo moriría éste. El primero en acudir fue el perro de Hela, que con todo el pecho ensangrentado ladró a Odín durante mucho tiempo, hasta que éste se disfrazó y se encontró con la señora del infierno, quien le dijo que Baldr moriría a manos de Höðr. Cuando la muerte de Baldr se vio consumada, Hermod, el más rápido de todos los dioses, montó a Sleipnir, el caballo de Odín y fue camino al Helheim. Cuando llegó vio a su hermano ocupando el asiento más distinguido del palacio. Hermod, explicando a Hela la pena de los dioses y de todas las cosas vivientes por la muerte de Baldr, le pidió que lo dejara volver a Asgard. Ésta pidió que todas las cosas del mundo, animadas e inanimadas, lloraran la muerte de Baldr para ver si era tan mundialmente amado; solo así le devolvería la vida. Entonces, todo en el mundo lloró por su dios muerto; todos menos una giganta llamada Thok. Esta giganta, que era Loki disfrazado, se negó a llorar ya que decía que Baldr nunca le había dado ninguna alegría. De este modo Baldr quedará en el Helheim hasta el Ragnarök. 

viernes, 14 de julio de 2017

Los Daityas hindúes

La mitología hindú que cuenta con una vasta cantidad de diferentes seres mitológicos, también presenta sus propios gigantes mitológicos: los daityas.
Gigantes con apariencia humana de gran fuerza y poder que no se diferenciaban demasiado de los que hemos venido viendo en el resto de diferentes mitologías. Su tamaño era tal, que se dice que los daityas femeninos portaban joyas del tamaño de rocas. Eran los descendientes de la diosa Dity y del sabio Kashiapa que, a su vez, también fue el padre de la humanidad y de la raza naga.
Los daityas pertenecían a la estirpe de los asura, unos seres mitológicos de carácter divino propios de esta mitología, que se encontraban en constante conflicto con los dioses por lograr obtener el poder. Ambos, asuras y dioses, eran opuestos, y, haciendo un paralelismo, podrían ser el equivalente a los demonios en el imaginario occidental.
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Los gigantes daityas eran parte de los demonios asuras
Eran unos seres que podrían haberse convertido en dioses o devas pero que, por sus malas acciones y decisiones, no lo hicieron. En este caso se les conoce por el nombre de Dánavas. Así pues, los daityas se encuentran dentro de este grupo de seres de inclinaciones no benévolas y, pese a su gran poder, se les sitúa en los puestos inferiores de la escala jerárquica hinduista.
En unos de los textos sagrados de esta religión, llamados Upanishads, se narra como los devas y los asuras acudieron a Prajäpati, un consejo de deidades superiores que determinaban sobre la vida, en busca de la comprensión del ser. Obtuvieron del consejo una respuesta simplista, lo que determinó una profunda diferencia entre estos dos grupos divinos; los asuras se conformaron con la simple explicación pero los dioses no la aceptaron ya que no reflejaba el significado completo de la existencia por lo que continuaron esforzándose para alcanzar su total comprensión.
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Devas y Asuras representan la dualidad entre el bien y el mal en constante oposición
Aunque extremadamente longevos, los gigantes ansiaban la inmortalidad. Y envidiaban a los dioses que no morían ya que ellos tenían en su poder el amrita o elixir de la vida y, es por esto, que batallaban tratando de vencerlos.
En el texto Vishny Purana, el líder de los daityas Hiranyakashipu, le habla a su hijo de la siguiente forma:
‘’ ¿Yo, a vuestro entender, soy necio? He rendido culto durante 60.000 años, casi toda una vida, he vivido más de 100.000 años. ¿Acaso pensáis que lo único que he hecho durante toda mi vida ha sido transportar heno?’’
Al igual que sucede en la mayoría de leyendas en las que aparecen gigantes, éstos no sólo tienen una larga vida, sino que están en guerra con los dioses. En este caso, se cuenta que durante el Krita Yuga o primera edad del universo, los daityas con su gran poder y dirigidos por la serpiente gigante Vritra, se alzaron contra los dioses y consiguieron derrotarlos.
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Los gigantes no parecían ser del agrado de los dioses
Aunque su estancia en el poder fue breve y los dioses recuperaron pronto su estatus de gobernantes sentenciando a sus enemigos al encierro en el Patala o infierno subterráneo al igual que obró Zeus al encerrar a los titanes en el Tártaro cuando les hubo derrotado.
Pero en esta mitología ambas razas comparten varias similitudes y es que se describe que todos estos seres eran extremadamente bellos, la mayoría de piel blanca y de cabellos claros si bien existía un grupo de Dánavas de tez realmente oscura conocidos como los Kalakaeyas.
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Guerras entre dioses y gigantes aparencen en varias leyendas
Según el Bhagavata Purana el tiempo que la madre de los dioses estuvo en estado de gestación antes de su nacimiento fue de 100 años y no sufrió los dolores normales del parto. Asimismo, en el Matsya Purana se nos dice que el tiempo de gestación correspondiente a sus opuestos daityas y dánavas fue de 1.000 años en el vientre de su madre.
También se hace referencia en los diferentes textos a la superior inteligencia de estos gigantes que los hacía conocedores de las artes mágicas que les permitían realizar portentos como cambiar su aspecto a voluntad. Algunos, incluso, tenían la capacidad de hacerse invisibles.
Y esta gran inteligencia hacía de ellos unos fantásticos artesanos que crearían maravillosos objetos impensables para la humanidad de aquellos días.
Uno de sus reyes, de nombre Mayasura, era conocido por su excepcional habilidad como arquitecto siendo poseedor de una tecnología que le permitía fundir las rocas y que le era de gran utilidad para la realización de sus maravillosos trabajos arquitectónicos; entre ellos, cabría destacar las tres ciudades flotantes llamadas Tripura. Hechas de hierro, plata y oro, se encontraban en la Tierra, en el cielo y en el paraíso.
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De nuevo, aparece un grupo de seres capaces de crear proezas tecnólogicas
Estas ciudades eran ricas y prósperas y en ellas habitaban diferentes asuras pero la naturaleza maligna de éstos les costó cara pues acabaron siendo destruidas por una de las manifestaciones de Shiva.
La persistente guerra entre dioses y gigantes es común a las culturas en las que aparecen estas figuras, en una constante lucha por el poder sobre el mundo en la que los gigantes suelen representar aspectos negativos y siempre resultan derrotados. ¿Nos narran los textos antiguos una guerra que tuvo lugar antes de la existencia de la humanidad?
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Shiva el destructor aniquiló las ciudades flotantes de Mayasura
Concluimos citando un fragmento del Bhagavata Purana en el que se describe una de las batallas entre ambos bandos:
‘’El campo de batalla se había cubierto literalmente de las cabezas cercenadas de los héroes. Sus ojos permanecían abiertos, sus labios, mordidos en una ráfaga de rabia. Alrededor pendientes y cascos se hallaban dispersos. Aquí y allá rebanados brazos sujetando diversas armas, piernas y caderas que parecían trompas de elefantes estaban esparcidas. Alrededor de piernas cercenadas, caderas y cuellos de los guerreros y de sus estandartes desgarrados, arcos rotos, armas rotas y ropajes estaban esparcidos’’.

martes, 11 de julio de 2017

La Tunda

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“Pórtate bien mi morito pa´ que yo te dé café porque si viene La Tunda, La Tunda te va a cojé”, al son de la poesía el escritor esmeraldeño Adalberto Ortiz mantuvo vigente el mito de La Tunda, una figura del pueblo africano.
Esta historia llegó a la provincia de Esmeraldas junto a los esclavos y ha sobrevivido de generación en generación a través de la tradición oral.

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Existen varias versiones de La Tunda, varia dependiendo de quien la cuente. El libro de La Cultura Popular en el Ecuador, tomo Esmeraldas, 1986, dice que este personaje mítico es el invitado necesario cuando se habla de los seres mágicos de la cultura afroecuatoriana.

La Tunda es una mujer de color, pero tiene una particularidad y es que muta. Adopta la apariencia física de cualquier conocido cercano. Madre, padre o hermana para poder engañar al niño o niña; pero el pequeño puede reconocerla porque tiene una pierna de palo o pie de molinillo.

En la historia relatan que La Tunda lleva a los jóvenes, no importa el sexo, hacia el monte o a un lugar alejado de su comunidad y los alimenta con camarones cocinados en una parte de su cuerpo. Cuando hace esto el pequeño queda “entundao” o ensimismado.
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Cuando los familiares se dan cuenta de que falta un joven de la comunidad empieza la búsqueda. Todos van juntos a su encuentro y necesariamente tienen que asistir la madrina y el padrino del perdido, aunque lo rescaten la víctima queda “alelada” o “entundada” para siempre.
Análisis
Marta Cecilia Corozo, miembro del Consejo Nacional para la Igualdad de Pueblos y Nacionalidades, explica que este mito nació en África, en la época que
“cazaban” a los jóvenes para esclavizarlos.
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Los adultos buscaban inculcarle miedo a los niños con la historia de La Tunda y así evitaban que salieran de su comunidad o le abrieran la puerta a cualquier persona, porque aunque fuera un rostro familiar, se podía tratar de La Tunda. “Así se garantizaba que si no había un adulto en casa, los niños o jóvenes estuvieran a salvo”, relata Corozo.
Cantos de cuna
“Duerme ya corazón, sino quieres dormir el cuco va a venir, y si te portas mal La Tunda te va a llevar. A los negritos llorones que no hacen caso a mamá La Tunda viene y los lleva. Negra hija de Macuma, primero te hace pollito, después te invita a seguir y luego te tiene perdío con un tapao de camarón”, es el fragmento de una canción que las mujeres interpretan a los niños desde que son muy pequeños.

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Este mito aún se mantiene vivo. En Esmeraldas La Tunda y otros personajes mitológicos siguen vigentes en la cotidianidad, los pequeños se asustan y son ellos quienes cuentan a otros niños. “Nuestra tradición es rica y hermosa, me emociono al contar esta leyenda”,

lunes, 10 de julio de 2017

ASK - EMBLA : LOS PRIMEROS SERES HUMANOS

  ASK  EMBLA   ASK  EMBLA   ASK  EMBLA      Fueron los dos primeros seres humanos creados por los dioses en la mitología nórdica. Odín junto a sus hermanos, Ve y Vili, crearían los nueve
 mundos de la cosmología nórdica. Posteriormente encontraron dos troncos creciendo en una playa, uno de fresno (Ask, varón) y otro de olmo (Embla, mujer)  y les dieron forma humana. Odín les dio la vida física y el alma.  Su hermano Vili les dio el ingenio y las emociones. Y su otro hermano Ve les dio los sentidos y el habla. Vivieron en Midgard y se convirtieron en los progenitores de la humanidad. 

sábado, 8 de julio de 2017

Némesis, la diosa de la venganza

Némesis es la diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza y la fortuna, en la mitología griega, Castigaba a los que no obedecían a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres. Recibía los votos y juramentos secretos de su amor y vengaba a los amantes infelices o desgraciados por el perjurio o infidelidad de su amante.
Némesis ha sido descrita como la hija de Océano o Zeus. Por su parte, Hesíodo la cree hija de la oscuridad y la noche (Érebo y Nix) mientras que el dramaturgo Eurípides afirmaba que su padre era él mismo. En los Cantos ciprios se habla de la unión de Zeus y Némesis, para dar nacimiento a Helena, lo cual expresa la idea de la cólera celeste. Némesis fue perseguida por el dios del cielo, y para librarse de él tomó formas de monstruos marinos y de diversos animales terrestres. Finalmente se transformó en una oca. Zeus transmutado en cisne logró alcanzarla y, fruto de esta unión, la diosa puso un huevo que fue recogido por unos pastores y entregado por ellos a Leda, que lo cuidó. Ésta es una de las versiones del origen de Helena de Troya.
Es una deidad primordial, por lo que no está sometida a los dictámenes de los dioses olímpicos. Castiga sobre todo la desmesura. Sus sanciones tienen usualmente la intención de dejar claro a los hombres que, debido a su condición humana, no pueden ser excesivamente afortunados ni deben trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal. Un claro ejemplo lo encontramos en Creso, que al ser demasiado dichoso fue arrastrado por Némesis a una expedición contra Ciro que provocó su ruina.
También se considera que era la diosa griega que medía la felicidad y la desdicha de los mortales, a quienes solía ocasionar crueles pérdidas cuando habían sido favorecidos en demasía por la Fortuna. Con este carácter nos la presentan los primeros escritores griegos, y más tarde fue considerada como las Furias, es decir, como la diosa que castigaba los crímenes. El poder irresistible de Némesis está expresado por su asociación con Adrastea, divinidad asiática que se confundió con ella, hasta ser este nombre uno de sus epítetos. Némesis es uno de los atributos del dios supremo, y era, en unión de Adrastea, el instrumento de la cólera divina.
Se la representa con una corona y a veces con un velo que le cubre la cabeza; suele llevar una rama de manzano en una mano y una rueda en la otra. Algunas veces sale de ella un asta de ciervo para indicar la prontitud con que da a cada uno lo que le corresponde. La flor del narciso adornaba también su corona como símbolo de un joven orgulloso enamorado de su propia hermosura. Solían representarla los artistas de la antigüedad con alas para expresar la prontitud con que atendía todas sus funciones y armada de antorchas, espadas y serpientes como instrumentos de su venganza.
El origen del culto a Némesis hay que buscarlo en el temor que sentían los griegos a la cólera divina. Hesíodo presenta a Aidos y Némesis indignados del espectáculo de la perversidad humana, huyendo de la Tierra, envueltos en velos blancos; de suerte que, para él, Némesis no es más que una personificación del sentimiento moral, reprobador de toda violencia y de todo exceso. El primer templo y los primeros altares que tuvo Némesis estuvieron en Ramnonte, situado en la región del Ática. Durante mucho tiempo su culto no salió de allí.
Considerada por algunos como la fuerza o poder del Sol, su culto se había extendido por toda la tierra. Era venerada por los persas, asirios, babilonios, egipcios y etíopes. Orfeo llevó su culto a Grecia e Italia y la colocó entre sus principales divinidades bajo el nombre griego de Némesis. Tenía un altar en el Capitolio al que los guerreros iban a sacrificar antes de partir para los combates y le ofrecían un machete o una cuchilla.

En la mitología romana corresponde a Envidia.

viernes, 7 de julio de 2017

Eguzkilore

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Hace miles y miles de años, cuando los seres humanos comenzaron a poblar la Tierra, no existían ni el Sol ni la Luna. Hombres y mujeres vivían en constante oscuridad, asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores o enormes dragones.

Los seres humanos, desesperados, decidieron pedir ayuda a la Tierra.

—Amalur, Madre Tierra —le rogaron—, te pedimos que nos protejas de los peligros que nos acechan.

La Tierra estaba muy atareada y no hizo caso a los seres humanos, pero tanto y tanto insistieron que al final les atendió.

—Hijos míos —les dijo—, me pedís que os ayude, y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Luna.

Y la Tierra creó la Luna.

 
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Al comienzo, los seres humanos se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero pronto se acostumbraron a su luz.

Al igual que los seres humanos, los genios y las brujas se habían atemorizado al ver aquel objeto luminoso en el cielo, pero también se acostumbraron, y no tardaron en salir de las simas y acosar de nuevo a los humanos.

Acudieron una vez más los seres humanos a la Tierra.

—Amalur —le dijeron—, te estamos muy agradecidos porque nos has dado a la madre Luna, pero aún necesitamos algo más poderoso, puesto que los genios no dejan de perseguirnos.

—De acuerdo —respondió la Tierra—, crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Sol. El Sol será el día y la Luna, la noche.

Y la Tierra creó el Sol.

Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que acostumbrarse a él poco a poco, pero su gozo fue muy grande porque gracias a su calor y a su luz crecieron las plantas y los árboles.

Sin embargo, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día, y entonces sólo pudieron salir de noche.

Otra vez fueron los seres humanos a ver a la Tierra.

—Amalur —le dijeron—, te estamos muy agradecidos porque nos has dado a la madre Luna y a la madre Sol, pero aún necesitamos algo más, porque aunque durante el día no tenemos problemas, al llegar la noche los genios salen de sus simas y nos acosan.

Nuevamente, la Tierra escuchó sus súplicas.

—Está bien. Voy a ayudaros una vez más, pero ésta será la última. Crearé para vosotros una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerán que es el propio Sol y os dejarán tranquilos.

Y la Tierra creó la flor del sol, eguzkilorea, que hasta nuestros días defiende las casas de los malos espíritus, los brujos, las lamias, los genios de la enfermedad, la tempestad y el rayo.