miércoles, 7 de septiembre de 2016

Tánatos

La mitología griega, sabemos, nos ha heredado a las generaciones presentes, una serie de mitos que han trascendido el mero relato para convertirse en base o impulsores del conocimiento e inspiración de la ciencia actual. Tal es el caso de Tánatos. Este personaje era la representación de la muerte sin violencia. De allí que hoy conozcamos a la tanatología como la labor que estudia el fenómeno de la muerte en los animales y los seres humanos, desde la medicina, el derecho y las religiones. La tanatología trata de brindar los cuidados necesarios a los enfermos terminales, hasta valiéndose de la muerte digna, allí donde ha sido aprobada como práctica.

Tánatos

¿Quién era Tánatos?

Tánatos era considerado por la mitología griega como un personaje oscuro y escalofriante. Se lo representa como un joven provisto de alas y de una antorcha en la mano. Tánatos era hermano gemelo de Hipnos, quien era la representación de los sueños. Cada noche, ambos hermanos discutían sobre quién se llevaría a cada humano, si la muerte tranquila o el sueño. El papel de este personaje, en la mitología griega, se vio relativizado por la presencia de Hades, dios de los muertos.
Tánatos e Hipnos, conocidos por su sagacidad e inteligencia, recibieron de Zeus, el dios del Olimpo un delicado encargo. Debían trasladar el cuerpo del hijo de Zeus, Sarpedón, hasta Licia. Sarpedón había encontrado la muerte a manos de Patroclo, durante la Guerra de Troya. Así fue que su padre solicitó a Apolo que purificara la sangre de su hijo y que luego untara el cuerpo con ambrosía, lo visitera como un inmortal y fuera llevado a la presencia de sus familiares para que reciba la sepultura que merecía. Ambos hermanos cumplieron con éxito la misión, lo que les valió el reconocimiento de los dioses del Olimpo.
 Resultado de imagen de Tánatos
Las moiras – personificación del destino – eran quienes dictaban éste para cada mortal y Tánatos actuaba cumpliendo el mandato recibido de las moiras. En cierta ocasión, Admeto, rey de Feres, solicitó y obtuvo el favor de Apolo que, al momento de llegar su hora final, pudiera ser reemplazado, en la muerte, por alguien que voluntariamente así lo deseara. Al llegar la hora final de Admeto, sólo su esposa Alcestis se ofreció a reemplazarlo. Cuando Tánatos fue a cumplir su misión y llevarse a la joven mujer, Hércules lo contuvo por la fuerza, insistiendo que le permitiera morir a la joven morir cuando le llegara la su hora de manera natural. Esto le impidió a Tánatos cumplir con su labor y reclamó a los dioses el respeto necesario para su tarea. Finalmente, fue Tánatos el encargado de llevarse a Hércules cuando llegó la hora del destino final de éste.
Recordemos que, además de su hermano Hipnos, Tánatos tenía por hermanas a las Keres, quienes eran la representación de la muerte violenta, amantes de la sangre, sus dominios eran los campos de batalla.
Tánatos se desposó con Macaria, quien era hija de Hércules y Deyanira, señora de la Isla de los Bienaventurados.
 Resultado de imagen de Tánatos

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