lunes, 25 de julio de 2016

El origen de las estaciones del año según la mitología griega

A lo largo del año se van sucediendo las cuatro estaciones: invierno, primavera, verano y otoño. Actualmente sabemos que es debido a la traslación de la Tierra, pero los antiguos griegos desconocían esto, por lo que crearon su propia historia para explicarlo. Para ello involucraron a los dioses y sus actos, como en la mayor parte de sus explicaciones. ¿Por qué se sucedían de esta manera y no de otra? ¿Cuál era su origen?
La diosa Deméter, o Ceres, era hija de Crono y Rea, lo que la hacía hermana del dios del Olimpo Zeus. Era la diosa de la agricultura, de los cereales, de la naturaleza en general. Deméter tenía una hija que gozaba de gran belleza, Perséfone.
Rapto de Perséfone
Hades, dios del Inframundo, la vio un día y se encaprichó de ella, por lo que acudió raudo a su hermano Zeus para pedirle permiso para poder convertirla en sus esposa, a lo que él accedió. Un día, Perséfone se encontraba paseando por el bosque cuando vio una hermosa flor y al acercarse a ella, el suelo se abrió y Hades raptó a la joven.

Deméter, al enterarse de lo ocurrido, se negó a seguir llevando a cabo sus obligaciones divinas, permaneciendo en la tierra mientras buscaba a su hija. Disfrazada de anciana, no dormía ni comía. Encontró refugio en el pueblo de Eleusis, en la región de Ática, donde comenzó a cuidar al vástago de una de las grandes familias de la zona.
Rencuentro entre Deméter y Perséfone
Desolada por lo ocurrido, cayó en una profunda depresión que hizo que la tierra quedase suspendida en un continuo invierno, destruyendo las cosechas y causando el hambre entre los seres humanos, lo que les llevaba a la muerte.
Viendo lo que estaba ocurriendo, Zeus ordenó a Hades que liberara inmediatamente a Perséfone. Sin embargo, éste no quería separarse de su amada, por lo que la hizo comer una granada del Inframundo. Si alguien comía algo del subsuelo, debería permanecer por siempre en él, lo que obligaba a Perséfone a seguir a su lado.
Zeus intentó solucionar el acto cometido por Hades, así que repartió el año de tal manera que pasaría medio año con su madre, Deméter, y otro medio año con su marido, Hades. La alegría del rencuentro con su hija hizo que la tierra volviera a florecer y que los campos volvieran a dar su fruto.
Así encontraron su origen las estaciones. Durante el tiempo que pasara Perséfone en el Inframundo con Hades, Deméter caería en la tristeza, por lo que la tierra también lo haría con ella, dando lugar al otoño y al frío invierno. Cuando regresaba con su madre, la alegría del rencuentro haría que esa depresión desapareciera y con su alegría todo volviese a florecer, dando lugar a la primavera y al caluroso verano.

viernes, 22 de julio de 2016

Los Tuatha de Danann

Tuatha Dé Danann
Según la mitología celta existían dos principios que se dis­putaban el mundo. El primero y más antiguo de esos dos principios es negativo representado por la muerte, la noche, la igno­rancia, el mal y los fomoireos. El segundo nacido del primero, es todo lo positivo, el día, la vida, la ciencia y el bien. Los Tuatha de Danann constituían la expresión del segundo de estos principios, ya que de ellos emanaba, por ejemplo, la ciencia de los druidas.
A partir del siglo XI se creó en Irlanda una corriente que intentaba explicar la genealogía de su tierra a través de las tradiciones bíblicas; así, todos los pueblos que po­blaron Irlanda, tanto míticos como históricos, descendían de un tronco común, que a través de Jafet se remonta has­ta Adán. Uno de los ancestros de los Tuatha de Danann fue Nemed, uno de cuyos hijos, Iarbonel, disfrutó del don de la profecía y escapó a la matanza de la torre de Conann.
 
Iarbonel abandonó Irlanda y buscó refugio en las zo­nas septentrionales del mundo, allí aprendió encanta­mientos, adelantarse al porvenir y las bases del druismo. Entre sus descendientes se encontrarían los Tuatha de Danann que terminarían por regresar a su patria, Irlanda.
La tradición pagana más antigua creía que el origen de los Tuatha de Danann estaba en los cielos, ya que eran dioses que llegaron a Eire para luchar contra los Fir Bolg, los Fir Domnann y los Galioin, con los fomoireos, a quienes ven­cieron convirtiéndose en los únicos señores de Irlanda.
Sin embargo los Tuatha de Danann fueron a su vez derrotados por los Milé, la moderna raza irlandesa que después de atacarlos y de vencerlos tomaron posesión del país. Los Tuatha de Danann vencidos se refugiaron en los Sid o palacios subterráneos que Dagdé descubrió para ellos en las profundidades de las montañas.
 
En ocasiones recorrían sus antiguos dominios, siempre bajo la protección de algún hechizo que los hacía invisibles para los huma­nos, aunque en ocasiones usaban con ellos su poder prestándoles al­gún servicio.
Siempre aparecían representados con pájaros de hermoso y colo­rido plumaje, pájaros que estaban unidos por una cadena de plata en parejas indisolubles.
 

viernes, 15 de julio de 2016

Onis


ertenecientes al folclore japonés, los Oni son criaturas semejantes a los demonios u orcos occidentales. Son muy populares en el arte, literatura y teatro de su país natal, siendo representados de diferentes maneras de acuerdo a las diferentes obras. Generalmente son enormes criaturas de grandes garras, abultada cabellera y enormes cuernos en sus cabezas. Hay versiones donde poseen forma humanoide, aunque con ciertas características sobrenaturales, como multiplicidad de ojos o brazos. Se dice también que su piel es de un rojo sangre, aunque hay versiones que los describen verdes, azules, negros o hasta rosas.
Se los suele representar con magnificas pieles y garrotes de hierro (Kanabo).
Generalmente se los asocia con la maldad pero hay cuentos donde se los ve ayudando personas.

En las series animadas japonesas tenemos varios ejemplos; en la serie “Naruto” una kunoichi (mujer ninja) llamada Tayuya invoca tres salvajes Onis que controla con una flauta. Y en la serie “Yu yu Hakusho” suelen aparecer con frecuencia, incluso en la tapa de uno de los mangas se ve a dos criaturas similares a caballo y toro, flanqueando al protagonista que se encuentra sujetando un Kanabo (arma típica de los Onis, como se dijo antes).



Otra descripcion de su aspecto


Las representaciones de onis varían ampliamente, pero es frecuente mostrarles como gigantescas criaturas de afiladas garras, pelo revuelto y dos largos cuernos surgiendo de sus cabezas. La mayoría de las veces poseen forma humanoide, aunque en ocasiones han sido mostrados con características antinaturales, poseyendo gran número de ojos o dedos extra. Su piel puede ser de un variado rango de colores, pero rojo, azul, negro, rosa y verde son particularmente comunes.

Su fiera apariencia se ve incrementada por las pieles de tigre que tienen tendencia a vestir y los garrotes de hierro, llamados kanabō (金棒), que suelen llevar. Estos demonios aparecen montados en una carreta en llamas para apoderarse del alma de un malvado antes de morir. Pese a su aterrador aspecto suelen aparecer en historias cómicas en las que se les ridiculiza.Esta imagen ha dado lugar a la expresión oni con garrote de hierro (鬼に金棒), que denota resistencia e invencibilidad. También usado en el sentido de "fuerza para el fuerte", o poseer una habilidad natural incrementada gracias al uso de alguna herramienta. Suelen aparecer como seres malvados pero en algunos cuentos también ayudan a las buenas personas.
En la saga Touhou de ZUN, hay tres apariciones de Onis: la primera es un hechizo de la Shikigami Nekomata Chen, que es capaz de invocar a dos Onis para que luchen para ella (Oni Rojo, Oni Azul). La segunda aparición de Onis es la de Suika Ibuki, una diminuta pero brutal Oni cuyo poder principal se basa en una fuerza irreal y en alterar la densidad de las cosas (tanto es capaz de multiplicarse, transformarse en niebla o en gigante gracias a ese poder). La tercera es la Oni Yuugi Hoshiguma, vive en el mundo subterráneo y es una apasionada por el sake (al igual que Suika) y tiene el poder de controlar los fenómenos sobrenaturales.
Curiosidad: En los videojuegos, más concretamente en el Zelda Majora's mask, Cuando Link se pone la Máscara de la Fiera Deidad, se le conoce como Oni-Link.

 

jueves, 14 de julio de 2016

O-Amemasu



Esta es la historia de Amemasu, quien para los Ainu es el Yokai responsable de todos los tsunamis y terremotos que afligen a Japón.

Cuenta una historia Ainu que cierto día hace miles de años, un ciervo estaba bebiendo agua del lago una vez llamado Mashu. Amemasu (una especie de Yokai-ballena) salió del agua para alimentarse de este ciervo, engullendo al ciervo sin digerirlo.

El ciervo, dentro del estómago de Amemasu, lloró unas lágrimas tan puras que perforó el estomago del Yokai, dejándolo en libertad y matando a Amemasu en el lago, que desemboca en el Pacífico. El cuerpo de la ballena quedó varado bloqueando la salida de las aguas hacia el mar.

Un pájaro que por allí pasaba vio el desastre que estaba a punto de suceder y voló a las aldeas más cercanas para avisar a los pobladores.

La aldea de los Ainu, corrió a refugiarse a terrenos altos, ya sea montañas, montes, etc., mientras que las demás aldeas no creyeron al pájaro y fueron a investigar.

Cuenta la leyenda que al ver a Amemasu, los habitantes que decidieron investigar lo que el pájaro les había contado, se lo comieron sin guardar respeto por su cuerpo.
Al comerse el cuerpo que bloqueaba las aguas, se liberaron todas las aguas que rodeaban a Japón de una forma estrepitosa, destruyendo todas las aldeas cercanas y matando a todos los que le faltaron el respeto al cadáver de Amemasu, dios de las aguas.

Los Ainus, pueblo que perduró en la historia japonesa durante millones de años cuentan que cada vez que un tsunami afecta a la isla de Japón, tiene que ver con la ira de Amemasu, dios de las aguas japonesas, en venganza por los atroces crímenes contra los animales marítimos.

Hoy, después de varios Tsunamis y terremotos en la isla de Japón, los Ainu continúan habitando suelo japonés respetando la memoria del dios O-Amemasu, siendo la única aldea nunca afectada por un Tsunami.
 

lunes, 11 de julio de 2016

Dragones, entre el mito y la leyenda

 
Todos conocemos o por lo menos así no lo muestran en las películas o series o incluso libros, como es un dragón, ese animal alado que escupe fuego por la boca, pero en realidad no sabemos si este animal existió y si fue así o forma parte de la mitología y folclore popular.
¿Porque hay tantas culturas que los nombran y ni siquiera han coincidido en el tiempo?¿Porque aparecen en casi todas las historias épicas del medievo? ¿Porque es posible encontrar también dragones en culturas tan lejanas como la asiática? ¿Existe algo de cierto o algún tipo de fundamento científico detrás de la idea de los dragones?
Remontemonos al significado del término. La palabra “dragón” procede del latín “draco” y del griego “drakon”, que significa víbora o serpiente. El mito del dragón es común a todas las culturas, y casi siempre ha estado asociado al mal, la destrucción y la muerte. En Mesopotamia, Tiamat era una diosa con forma de dragón que lideraba las hordas del caos en los inicios del universo.
Para los egipcios, Apohis era el dragón de la oscuridad, expulsado cada mañana por Ra, el dios sol. En la mitología eslava, el dragón era manifestación del dios Veles, señor del Mundo Subterráneo. En la mitología clásica, era un guardián de tesoros. Podemos citar como ejemplo al dragón de Ladon, protector de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Por su parte, los griegos y los romanos creían que los dragones poseían tal sabiduría que eran capaces de transmitir a la humanidad los misterios del mundo.
La cristiandad integró la figura del dragón en su libro sagrado, la Biblia, para referirse al mal. Al mártir cristiano conocido como San Jorge se le atribuyen, entre otras hazañas, haber librado a una ciudad pagana del dragón que la acosaba. La leyenda cuenta que como agradecimiento por su gesta, toda la ciudad se convirtió al cristianismo. En cambio, en China y Japón, el dragón es un sabio animal que representa el poder terrenal y celestial, el conocimiento, la fuerza y la suerte. Todo un emblema nacional.
De todas estas leyendas se desprenden dos tipos diferentes de dragón: el asiático y el europeo. El primero se trataba de un animal muy parecido a la serpiente, bigotudo y con pequeñas extremidades.
Sus alas estaban atrofiadas, por lo que era incapaz de volar. El dragón europeo era de un tamaño similar al Tiranosaurus Rex, caminaba a cuatro patas, podía volar y escupir fuego. Sus dientes podían medir más de 40 cm.
A lo largo de la historia se han formulado muchas teorías sobre la existencia, aunque ninguna que permita sostener una respuesta suficientemente consistente Una de las hipótesis más difundidas sostiene que los dragones fueron una variante biológica de los dinosaurios. Los criptozoólogos afirman que existieron lagartos gigantes de características similares a las atribuidas a los dragones. Para que nos entendamos, parientes de especies actuales, como el Dragón de Comodo, pero de mayor envergadura y que a pesar de lo creído pudieron tardar en extinguirse cruzandose con los humanos y generando el mito.
Existen otras teorías no científicas, algunas mantienen que los dragones fueron en realidad máquinas voladoras creadas por una cultura desconocida y avanzada.
Centrémonos en la teoría criptozoologica y en una subteoría que afirma aunar la evolución del dragón europeo y el asiático: Los dragones pudieron pasar por cuatro etapas evolutivas. Originariamente se trataría de un dragón prehistórico, descendiente de los reptiles acuáticos que habitaron los pantanos marinos hace 200.000.000 años. En un principio, se desplazaba mediante sus cuatro extremidades, no poseía alas y era incapaz de escupir fuego. Un grupo de estos ejemplares pudo desarrollar la habilidad de caminar sobre sus dos patas traseras, ante lo que las delanteras se habrían ido transformando progresivamente en alas. Nació así el dragón europeo.
El dragón asiático descendería también de los reptiles acuáticos, de los que habría heredaron su largo y sinuoso cuerpo. Como habitaban en la selva, la naturaleza les mantuvo la capacidad de nadar y sumergirse. Incapaz de volar como el europeo, sí que podían desplazarse mediante saltos gracias a su ágil y sinuoso cuerpo y al hidrógeno que, al igual que sus compañeros los europeos, acumulaban en sus vejigas. Con el paso de años años, estos animales ocuparon los bosques, dando lugar a las leyendas del dragón asiático y escandinavo.
Lo que más choca a la hora de creer científicamente esta historia es cómo un animal como el dragón europeo, cuyo peso superaba según descripciones las 15 toneladas, podía volar y como en general, los dragones europeos o asiáticos podían escupir fuego. Existen científicos expertos que han intentado desvelar estos enigmas, llegando a la solución de que poseía dos vejigas de gran tamaño, capaces de albergar una gran cantidad de hidrógeno. Las bacterias intestinales de estas criaturas ayudarían a metabolizar el hidrógeno, gas catorce veces más ligero que el aire que posibilitaría a la enorme criatura elevarse hasta las alturas. El peso se repartiría equitativamente entre sus dos alas, ancladas en cuatro puntos y no en dos como las de los pájaros. La respuesta a su cualidad incendiaria se basaría también en el hidrógeno, combustible natural. El agente catalizador que ocasionaba la chispa necesaria pudo ser el polvo de platino, ingerido mediante la masticación de rocas sedimentarias. Cuando los dragones atacaban, abrían los conductos que daban paso a las reservas de hidrógeno y escupían el fuego, cerrando al mismo tiempo los conductos que comunicaban su cavidad bucal con el estomago y los pulmones para impedir que sus órganos vitales quedaran dañados.
Suponiendo estas posibilidades, parece posible llegar a pensar que un animal como este pudiera haber existido. En cualquier caso, el mito esta ahí y perdurará durante siglos.
 

viernes, 8 de julio de 2016


Herne el Cazador es un personaje perteneciente al folklore inglés, un espíritu o fantasma que cabalga por los alrededores de Windsor.

La leyenda cuenta que era uno de los monteros reales del rey Ricardo segundo (cuyo reinado se extiende desde 1377 a 1399) ; en una ocasión salvó la vida del rey durante una cacería, cuando este estaba a punto de ser ensartado por la cornamenta de un ciervo.

Herne, sin embargo quedó herido de muerte. Fue una bruja quien le devolvió la salud, para lo cual realizó un encantamiento y soldó los cuernos del ciervo muerto a la cabeza de Herne. A cambio el tuvo que cederle sus habilidades en la caza.

Por esa misma razón, cuando regresó a su puesto como montero, sus compañeros lo acusaron de impostor, incapaces de creer que fuera el mismo que hacía unos pocos días yacía cercano a la muerte.

 
Herne perdió el favor del rey y fue encontrado por la mañana ahorcado en un roble, el cual todavía se encuentra en los jardines del castillo de Windsor. Desde entonces ha sido conocido como "El Roble de Herne".

Desde su muerte el fantasma de Herne el Cazador ronda por lo bosques y jardines de Windsor, en el condado de Berkshire. Hay leyendas que lo consideran protector de los bosques, pero muchas otras consideran que ver a Herne el Cazador es un mal presagio.

Se le describe como a un hombre grande y peludo, llevando una cornamenta sobre su cabeza y a menudo acompañado de un séquito de cazadores fantasma, almas capturadas por Herne el Cazador, quien las ha encontrado rondando por sus dominios.
Se le describe también acompañado por animales del bosque, un buho astado y una jauría de sabuesos encantados.


Diversas teorías hacen de Herne el Cazador una representación deformada y tardía de Cerunnos, el Astado. realmente existen muchos paralelismos entre ambas figuras...tanto el dios Cerunnos como el fantasma de Windsor portan una cornamenta y su dominio son los bosques...por otro lado el roble era un árbol asociado a Cerunnos, dios de la fertilidad masculina y la naturaleza salvaje, de hecho los animales que acompañan a Herne le están consagrados.

También podríamos encontrar paralelismos entre la figura de Herne y la del dios supremo del panteón nórdico, Odin/Wotan. Este último es descrito a menudo montando a su caballo de ocho patas, Sleipnir, y permaneció colgado cabeza abajo de un árbol (en este caso un fresno) durante nueve días y nueve noches de un árbol para conocer las runas y su sabiduría.

De hecho en la Edad Media Windsor estaba ocupada por los anglo-sajones, quienes contaban con Wotan en su panteón de dioses.

Puede que Herne el cazador deba algunos de sus atributos a ambas figuras.

jueves, 7 de julio de 2016

El árbol del vampiro

a tumba y el misterioso árbol se encuentran en el Museo Panteón de Belén, en Guadalajara (Jalisco, México). En el Panteón de Belén se encuentran enterradas numerosas personalidades mexicanas y son numerosas las historias aterradoras que se cuentan sobre él. Estuvo en funcionamiento solamente 50 años y la última inhumación tuvo lugar en 1896.
panteón de Belén
Museo Panteón de Belén
Cuenta la leyenda que a finales del siglo XIX se trasladó a vivir a Guadalajara un extraño personaje. Sus ropas eran siempre de color negro y jamás se le veía salir de su casa durante las horas de sol. A la vez que el forastero se instalaba empezaron a descubrirse animales muertos, sin una sola gota de sangre en sus cuerpos y dos pequeñas marcas en sus cuellos. La población pensó que se debía a algún tipo de enfermedad epidémica y no dieron más importancia al suceso. A los pocos meses no fueron animales los que aparecieron exanguinados sino jóvenes de la ciudad. Además de la carencia total de sangre en sus cuerpos tenían las mismas marcas en sus cuellos que presentaban los animales.
Panteón de Belen
Museo Panteón de Belén
Las desapariciones de los jóvenes tenían siempre lugar por las noches y sumando esto a las marcas y la falta de sangre de los cadáveres, se pensó en la existencia de un vampiro. Un grupo de valientes decidió atrapar al asesino y pusieron como señuelo a un joven voluntario. El vampiro cayó en la trampa y fue atrapado por el grupo. Resultó ser el misterioso forastero que vestía de negro y salía únicamente por las noches. Recabaron información sobre lo que había que hacer para dar muerte a un vampiro y se les aconsejó que se le clavase una estaca de madera en el corazón.
tumba
Tumba y árbol del vampiro. Museo Panteón de Belén
Así lo hicieron y posteriormente lo enterraron en una tumba del Panteón de Belén. Al día siguiente los asombrados ciudadanos vieron que de la estaca clavada en el vampiro había brotado un árbol. La lápida se veía atravesada y desde entonces la leyenda dice que el día que el árbol rompa la piedra por completo el vampiro volverá a la vida escapando de su encierro.
vampiro
Si te gustan las leyendas terroríficas, te aconse

lunes, 4 de julio de 2016

El "Duppy"


El "Duppy" es un espectro o espíritu pereteneciente al folklore caribeño, en especial al de Jamaica.
Sus orígenes, mitológicos y etimológicos, provienen del este de África.
Se cree que el "Duppy" es el alma de una persona muerta que vuelve a la vida al ser convocados para llevar a cabo algún servicio, normalmente una venganza.
En Jamaica se cree que cada persona posee dos almas, un "alma buena" y un "alma terrenal". Al morir el "alma buena" asciende al cielo para ser juzgada por Dios mientras que el "alma terrenal" permanece durante tres dias en ataúd, junto al cuerpo recién enterrado, del cual puede escapar si no se toman las precauciones necesarias y aparecer como un "Duppy".


Los "Duppies" son considerados espíritus malvados y quien los convoca debe de tomar precauciones para que el "duppy" no le ataque, además de recompensarlo, una vez llevada a cabo la tarea encomendada, colocando ron y tabaco sobre su tumba.
 

viernes, 1 de julio de 2016

BANSHEE



La Banshee (ˈbænʃiː, del gaélico "bean sídhe", "mujer de los túmulos") es una criatura perteneciente al folklore irlandés. Son consideradas espíritus femeninos, de origen feérico, que sirven a las principales familias irlandesas, anunciando mediante lamentos y alaridos utraterrenales o apariciones la muerte de uno de sus miembros.

A menudo es descrita como una anciana de rostro horrible con larguísimos cabellos plateados y ojos rojos a causa del llanto. Sus ropas suelen ser verdes, portando encima de las mismas una capa gris, aunque también se la ha descrito como a una mujer envuelta en un sudario; otros colores que se atribuyen a su vestimenta suelen ser el blanco, el rojo y el negro.

Entre sus diversas representaciones encontramos los tres aspectos de la divinidad femenina: una joven, una matrona y una anciana, probablemente por su asociación y relación con la diosa celta de la guerra y la muerte en sus tres aspectos: Badb, Morrigan y Macha ya que La Morrigan también era conocida en algunas leyendas como la "Lavandera de los Vados", pues se aparecía a los que iban a morir lavando en el agua del rio sus propias ropas ensangrentadas.
De hecho la banshee es conocida también como la "bean nighe" ("lavandera") y se dice que pertenece a los "aos sí" ("gentes de los túmulos"), espíritus supervivientes de las deidades o criaturas feéricas veneradas por los celtas antes de la introducción del cristianismo, que han sido denominados por algunos teosofístas o celtas cristianizados como "angeles caídos".


Como mensajera del Otro Mundo se creía que servía a las principales familias Irlandesas, que tradicionalmente eran cinco: los O´Neill, los O´Brien, los O´Connor, los O´Grady y los Kavanagh aunque posteriormente su influencia se habría extendido a otras familias importantes o descendientes de las anteriores.
La fidelidad de la banshee la obliga a seguir a la familia a la que está asociada o a la que sirve allí donde esta vaya y cuando esta próxima la muerte de uno de sus miembros suele aparecerse en los alrededores de la casa, aunque a veces no adopta ninguna forma física sino que se simplemente son escuchados sus alaridos sobrenaturales, perfectamente reconocibles.

Según cuenta una leyenda, el "caoine" (pronunciado "keen"), canto funeral tradicionalmente Irlandés, estaría inspirado en los lamentos de las Banshee. Éste solía ser entonado en los funerales por un grupo de cuatro mujeres (mna caointe) y aún puede ser escuchado en algunas zonas rurales.

Una de las banshee más famosas habría sido Aibhill, o más correctamente Aibhinn ("la encantadora"), espiritu tutelar de la casa de Cass, quien "servía" a la familia de los O´Brien.
En sus orígenes Aibhinn probablemente fuese una antigua diosa local, considerada protectora de este clan ancestral, ya que se la menciona como hermana de Ainé (divinidad céltica asociada al amor y la fertilidad).

Las "Memorias" de Lady Ann Fanshawe, aristócrata inglesa, relatan la supuesta aparición de una banshee durante su estancia en la casa de los O´Brien:

“Aparté la cortina y, en el marco de la ventana, vi a la luz de la luna a una mujer inclinada en la ventana, a través del marco, vestida de blanco, con el pelo rojo y el rostro pálido y cadavérico: en voz alta, y en un tono que nunca había oído antes, dijo tres veces ‘Un caballo’; y después, con un suspiro más parecido al viento que al aliento, desapareció y su cuerpo me pareció más semejante a una nube espesa que dotado de sustancia ”


Al día siguiente Lady Fanshawe fue informada de que durante la noche uno de los miembros de la familia había muerto. Según cuenta, cuando informó a su anfitriona la aparición que había visto durante la noche ésta le explicó que se trataba del espíritu de una mujer que, mucho tiempo atrás, había quedado encinta de uno de sus antepasados, el cual tras daberlo, le habría dado muerte y arrojado su cuerpo al rio que discurría bajo la ventana de la habitación de invitados.
Esta explicación es reflejo de una creencia tardía según la cual las banshee serían a menudo los espíritus de mujeres que habrían sido asesinadas o muerto durante el parto.

Se cree también que cuando aparecen varias banshees al mismo tiempo se anuncia la muerte de un monarca, alguien importante o sagrado.