Nombre egipcio: Itemu
Nombre griego: Atum
Representación: Humano con la doble corona
Originariamente dios de la tierra. Es
“Aquel que existe por sí mismo”; dios primordial y creador según la
doctrina de Heliópolis, que sustituyó a la serpiente Imy-uaf, para poner
en marcha la creación y retornará a la forma de serpiente al final de
los tiempos. Se creía que era la primera forma divina del sol, hasta que
por su propio deseo se manifestó en la forma concreta de Ra. Así en el
mito solar es identificado con el sol poniente y con el sol que
va hacia las entrañas de la tierra para renacer luego al amanecer,
mientras que a Ra se le reconoce como al sol en su cenit. En los Textos
de las Pirámides aparece como el dios que conduce al faraón al cielo;
también aparece como la colina primitiva. Su morada era una gruta
(immehet) donde residía en forma de anguila, y estaba situada en la
sexta morada del Paraíso egipcio.
En los mitos, junto a Seshat y Thot, es el que anota los años de reinado de cada faraón en la persea celeste. Creó la Eneada heliopolitana, compuesta por sus primeros descendientes. Creó a sus hijos Shu y Tefnut, los dioses gemelos o dioses leones, de su saliva o de una masturbación (la mano que usó para copular consigo mismo fue personificada en Nebethetepet como principio femenino inherente a él. Atum y su mano aparecen como una pareja divina en sarcófagos del periodo heracleopolitano), aunque mitos tardíos los hacen de sus relaciones con su sombra, o con la diosa Iusaas. Según el mito de Menfis Atum fué concebido del corazón de Ptah.
Los animales que tenía asociados eran el león, el toro, el lagarto, el icneumon y la serpiente. Bajo este último animal representa el concepto de “fin del Universo”, al final de los tiempos sólo Atum y Osiris sobrevivirán a las aguas de Nun que envolverán toda la tierra, y lo harán en forma de serpientes.
Se le representa como un hombre ceñido con la doble corona; o como hombre viejo con barba; a veces es una figura masculina con cabeza de icneumón; también aparece como hombre y serpiente. Es el primer dios-humano de los egipcios, quienes hasta ese momento representaban todas su deidades en forma de animales. Como dios solar que era del mundo de los muertos, se le representaba con la cabeza en forma de carnero. También tomaba la forma del ave Fénix. Sus animales sagrados eran el león, el toro y el icneumón (mangosta). En época histórica se asoció a Ra, como Ra-Atum, luego a Ptah y, en ocasiones, a Osiris. En el Reino Nuevo fue identificado con Amón-Ra. Originario de Heliópolis, fue venerado también en Pithom, Meidum, Letópolis, Edfú, Heracleópolis, Jer-aha y, en la Baja Época, en el oasis de Jarga.
Su nombre significa “El todo” o “El perfecto”, pero deriva de una palabra que se empleaba tanto para designar “ser completo” como “poner fin”.
Como padre del faraón formaba parte fundamental en el rito de la coronación.
En los mitos, junto a Seshat y Thot, es el que anota los años de reinado de cada faraón en la persea celeste. Creó la Eneada heliopolitana, compuesta por sus primeros descendientes. Creó a sus hijos Shu y Tefnut, los dioses gemelos o dioses leones, de su saliva o de una masturbación (la mano que usó para copular consigo mismo fue personificada en Nebethetepet como principio femenino inherente a él. Atum y su mano aparecen como una pareja divina en sarcófagos del periodo heracleopolitano), aunque mitos tardíos los hacen de sus relaciones con su sombra, o con la diosa Iusaas. Según el mito de Menfis Atum fué concebido del corazón de Ptah.
Los animales que tenía asociados eran el león, el toro, el lagarto, el icneumon y la serpiente. Bajo este último animal representa el concepto de “fin del Universo”, al final de los tiempos sólo Atum y Osiris sobrevivirán a las aguas de Nun que envolverán toda la tierra, y lo harán en forma de serpientes.
Se le representa como un hombre ceñido con la doble corona; o como hombre viejo con barba; a veces es una figura masculina con cabeza de icneumón; también aparece como hombre y serpiente. Es el primer dios-humano de los egipcios, quienes hasta ese momento representaban todas su deidades en forma de animales. Como dios solar que era del mundo de los muertos, se le representaba con la cabeza en forma de carnero. También tomaba la forma del ave Fénix. Sus animales sagrados eran el león, el toro y el icneumón (mangosta). En época histórica se asoció a Ra, como Ra-Atum, luego a Ptah y, en ocasiones, a Osiris. En el Reino Nuevo fue identificado con Amón-Ra. Originario de Heliópolis, fue venerado también en Pithom, Meidum, Letópolis, Edfú, Heracleópolis, Jer-aha y, en la Baja Época, en el oasis de Jarga.
Su nombre significa “El todo” o “El perfecto”, pero deriva de una palabra que se empleaba tanto para designar “ser completo” como “poner fin”.
Como padre del faraón formaba parte fundamental en el rito de la coronación.
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