La aurora, el momento bello del día en que el sol empieza a aparecer, los océanos que impresionan con su magnificencia y Cupido que nos hace enamorarnos con sus flechas amorosas, son nombres que llegan a nuestro lenguaje habiendo surgido de la mitología.
La mitología era el conjunto de creencias que tenían los pueblos antiguos. Aquí nos estamos refiriendo en particular a la mitología de los latinos y los griegos que son los que nos heredan una gran cantidad de términos que aún están en uso constante.
Aurora era una diosa romana que tenía la belleza de un amanecer y Cupido era el dios del amor, mientras que Oceano era el más anciano de los titanes hijos de Urano y Gea, dos dioses superiores.
Los titanes eran creaturas -machos y hembras- que se distinguían por ser enormes, tan grandes como sus hermanos los gigantes. De hecho al Titanic, se le llamó así porque era el barco más grande en la historia del mundo.
También eran titanes Cronos, dios del tiempo y Atlas que por haberse unido en una guerra a sus hermanos los Titanes fue condenado a cargar el cielo sobre sus espaldas. De hecho su nombre proviene de una palabra griega que significa “sostener”.
Deimon era un espíritu que conducía e inducía a un hombre a realizar ciertas acciones. Eso para los cristianos primitivos, es lo que hacía el espíritu del mal para llevar a la gente hacia el pecado y convirtieron el nombre de Daimon en un Demonio, sinónimo de Diablo.
Vulcano era el dios del fuego que los antiguos identificaban con las montañas que rugían y escupían enormes cantidades de materia incandescente y en honor de ese dios les llamaron volcanes… y a los talleres donde se remiendan llantas, como antes eso se hacía a base de puro calor, se les llamó vulcanizadoras.
Los héroes, Europa y el genio, también tienen raíces mitológicas. Los héroes eran seres humanos pero eran hijos de dioses y se distinguían por su bravura poco común.
Europa era una bella princesa fenicia de la mitología griega. Un día Zeus se disfrazó de toro para raptársela y se la llevó a la Isla de Creta donde fundó un reino con su nombre que es ahora el Continente Europeo.
Los romanos tenían dioses o espíritus para todo, incluso un espíritu para cada persona en particular. Ese era el genio de cada quien. Entonces hacías algo fuera de lo común, algo que te diferenciaba de los demás y te decían: Eso no lo hiciste tú, lo hizo tu genio.
La mitología era el conjunto de creencias que tenían los pueblos antiguos. Aquí nos estamos refiriendo en particular a la mitología de los latinos y los griegos que son los que nos heredan una gran cantidad de términos que aún están en uso constante.
Aurora era una diosa romana que tenía la belleza de un amanecer y Cupido era el dios del amor, mientras que Oceano era el más anciano de los titanes hijos de Urano y Gea, dos dioses superiores.
Los titanes eran creaturas -machos y hembras- que se distinguían por ser enormes, tan grandes como sus hermanos los gigantes. De hecho al Titanic, se le llamó así porque era el barco más grande en la historia del mundo.
También eran titanes Cronos, dios del tiempo y Atlas que por haberse unido en una guerra a sus hermanos los Titanes fue condenado a cargar el cielo sobre sus espaldas. De hecho su nombre proviene de una palabra griega que significa “sostener”.
Deimon era un espíritu que conducía e inducía a un hombre a realizar ciertas acciones. Eso para los cristianos primitivos, es lo que hacía el espíritu del mal para llevar a la gente hacia el pecado y convirtieron el nombre de Daimon en un Demonio, sinónimo de Diablo.
Vulcano era el dios del fuego que los antiguos identificaban con las montañas que rugían y escupían enormes cantidades de materia incandescente y en honor de ese dios les llamaron volcanes… y a los talleres donde se remiendan llantas, como antes eso se hacía a base de puro calor, se les llamó vulcanizadoras.
Los héroes, Europa y el genio, también tienen raíces mitológicas. Los héroes eran seres humanos pero eran hijos de dioses y se distinguían por su bravura poco común.
Europa era una bella princesa fenicia de la mitología griega. Un día Zeus se disfrazó de toro para raptársela y se la llevó a la Isla de Creta donde fundó un reino con su nombre que es ahora el Continente Europeo.
Los romanos tenían dioses o espíritus para todo, incluso un espíritu para cada persona en particular. Ese era el genio de cada quien. Entonces hacías algo fuera de lo común, algo que te diferenciaba de los demás y te decían: Eso no lo hiciste tú, lo hizo tu genio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario