¿Sabías de dónde proviene el concepto de Vía Láctea para denominar a nuestra Galaxia?
Hace unas semanas desandamos el camino de la creación del mundo según la concepción legendaria en la Mitología Griega, con uns estado inicial del Universo regido por el Caos.
También habíamos aprendido que su existencia fue rescindida a la postre
de la aparición autónoma de la diosa Gea, la divinidad de nuestro
planeta Tierra. Justamente, según los antiguos griegos, el orbe en el
que vivimos permaneció errante durante mucho tiempo y sin un lugar
estable en donde asentarse. Y en este trajinar “nómade” de la Tierra se
acopla el mito del nacimiento de la Vía Láctea, la galaxia en la
que vivimos. Ahora bien, ¿de dónde proviene el hecho de llamarla de este
modo? Respecto de la noción de “Vía” nadie podría dudar que se refiere
al “camino” que realizan los distintos sistemas planetarios (como el
Sistema Solar), pero pocos saben la naturaleza del término “Láctea”.
La bautizada “Vía Lactea”: la galaxia en donde se halla el Sistema Solar en el que habita nuestro planeta.
El concepto proviene, una vez más, de la Mitología Griega y se
refiere concretamente a la leche materna de la diosa Hera, la recelosa
esposa de Zeus. Pero la historia comienza antes con la infidelidad del
máximo dios del Olimpo con la mortal Alcmena, de cuya unión nació el
mayor héroe griego, Heracles (o Hércules).
El porqué del nombre del hijo de Zeus ya la hemos mencionado en otras
publicaciones pero vale la pena repetirlo ya que revela de alguna forma
la ira de la diosa y los intentos de Zeus y Alcmena por aplacar su ira.
En ese sentido, el niño fue bautizado como Alcides en honor a su abuelo Alceo pero inmediatamente después de conocerse el odio de Hera hacia el bebé, fue rebautizado como Hera-kles
(que significa ´gloria de Hera´), como si este escueto agasajo hiciera
olvidar a la diosa más celosa y vengativa la nueva infidelidad de su
cónyuge. Obviamente, la esposa despechada no se conformó con ello.
Zeus
se metamorfoseó en el cuerpo de Anfitrión e intimó con la reina
Alcmena, de cuya unión nació Heracles y desató el escándalo con Hera.
Zeus, conociendo los designios homicidas de su esposa, decidió que su
hijo recién nacido bebiera la leche materna de Hera para que adquiriera
cualidades de los dioses, por lo que mezcló a Heracles entre sus
descendientes bebés (Ares y Hebe) para que la diosa lo amamantara.
Hera, sin percatarse del ardid, comenzó a darle el seno materno a
Heracles, que succionaba con fuerza la leche divina; pero cuando la
reina del Olimpo escuchó el llanto de su hijo Ares se dio cuenta del
engaño y apartó violentamente a Heracles de su pecho, derramando
kilómetros y kilómetros de leche que sobrepasaron las fronteras del
Olimpo y se extendieron por todo el éter.
Hera amamantó a Heracles confundiéndolo con Ares pero al percibir el engaño, lo apartó de su seno y derramó leche por el éter
No obstante, la leche ingerida por Heracles bastó para que el niño
alcanzara la fuerza olímpica de los dioses. Hera, por su parte,
prosiguió en sus intentos de asesinar al hijo bastardo de su marido y
envió dos serpientes a su cuna, aunque el extraordinario niño las lapidó
con sus manos y se puso a jugar con los cuerpos inertes de los
animales.
Pero más allá de la leyenda de Heracles, el punto es que el mito de
la leche derramada de Hera suscitó la investidura de “láctea” a nuestra
galaxia. A partir de ello, Gea, la divinidad que representa a nuestro
planeta, se ubicó cerca de esa ruta láctica para nutrir al mundo de la
fuerza de los dioses…
Santa Compaña: Comitiva
de almas en pena, vestidos con túnicas blancas y capucha que vagan
durante la noche. Esta procesión fantasmal forma dos hileras, van
envueltas en sudarios y con los pies descalzos. Cada ánima lleva una
vela encendida y al frente de esta compañía se encuentra un espectro
mayor llamado Estadea. La procesión va encabezada por un vivo portando
una cruz y un caldero con agua bendita. Caminan emitiendo rezos, cantos
fúnebres y tocando una pequeña campana.
* Meiga: Es una bruja y hechicera cuyo
cometido es causar el mal a las personas a raíz de un pacto con el
Diablo. Según el mito gallego las Meigas siempre salen en grupo de sus
escondrijos para volar en la noche, destruir los cultivos y los frutos
de los árboles, raptar a niños, entrar en los aposentos de los mortales y
hechizarlos para consumir su vida. No obstante no todas las Meigas son
iguales, igual que todas no son malvadas, aquí clasificaré los tipos de
Meigas:
- Meigas Chuchonas: Son las más
peligrosas, se representan con distintas caras o transformadas en
vampiros insecto como abejorros. Chupan la sangre a los niños y les
roban la grasa corporal para después utilizarla en sus pócimas, filtros y
ungüentos.
- Meiga Asumcorda: También llamadas
brujas callejeras. Son espías de la gente y vigilantes de quienes entran
y salen de las casas. De este modo puede avisar a sus compañeras para
que hagan sus malas artes secuestrando niños, o lanzando hechizos a los
humanos.
- Meiga Marimanta: Es la meiga del
saco, en las noches baja a las aldeas y se adentra en las casas donde
roba a los niños de sus camas y los hace desaparecer, nadie sabe que
hace con los niños exactamente.
- Meiga Feiticeira: Viven cerca de los
ríos y los riachuelos, aunque es una mujer mayor su aspecto no repele y
posee una hermosa voz y un singular encanto con el que atrae a los
muchachos jóvenes, los hipnotiza con sus cantos haciendo que se sumerjan
en el río hasta que se ahogan no obstante otras versiones hablan de la
Feiticeira como una bruja buena que ayuda a la gente.
- Lobismuller: Se trata como bien dice
su nombre de una mujer lobo. Es una mujer normal hasta que en las
noches de luna llena su cuerpo cambia transformándola en una mujer lobo
con grueso pelaje, ojos amarillos o celestes muy vivos y garras
afiladas. Son muy peligrosas si se las encuentra en su estado animal ya
que el lobo domina a la mujer. Una niña puede nacer como una Lobismuller
si nace en noche buena o en viernes santo o a causa de una maldición.
- Meiga Vedoira: Es esbelta y
agradable a la vista, es la meiga más agradable en el trato con los
humanos. Posee el don de la adivinación y es experta en contactar con el
más allá para decir si alguien fallecido se encuentra en el cielo o en
el infierno.
- Cartuxeira: Son al igual que las vedoiras unas meigas amables con los humanos, son especialistas en leer el futuro con las cartas de Tarot.
- Dama de Castro: Vive bajo castros
milenarios o bajo tierra en el castillo de cristal, lleva siempre un
largo vestido blanco de cola y siempre atiende a solicitudes de la
gente. Se presenta a personas afligidas por alguna razón y les otorga
sus favores. Es una de las meigas mas bondadosa y amigable.
* Donas: Son mujeres muy bellas y
encantadas que viven en las fuentes, ríos, castros y ruinas de antiguos
monumentos. De cabello rubio, ojos azules y piel blanca. Llevan vestidos
blancos que cubren sus pies descalzos. Se sientan en las orillas de
ríos o manantiales donde peinan sus cabellos con peines de oro. Prometen
oro y riquezas a aquel humano que sea capaz de romper su hechizo.
* Perro de Urco: También llamado ( Can
do Mar) es un ser que adopta la forma de un perro enorme blanco o negro
con grandes cuernos y orejas y que sale del mar arrastrando cadenas. su
presencia es de mal agüero, muchas veces anuncia una muerte próxima.
- Lavandeira: Se trata del espíritu de
una mujer que murió en el parto o que dejó morir a su hijo sin estar
bautizado. Aparece junto a la orilla de los ríos en noches de luna, allí
lavan sus sábanas manchadas con sangre que nunca desaparece. Si algún
vivo pasa por allí y la ve, la Lavandeira le pedirá ayuda para escurrir
las sábanas.
- Nubeiros: Controlan el clima a su
voluntad y se divierte provocando tormentas y tempestades, lanzando
centellas a los animales y arruinando las cosechas de los hombres con el
granizo. No dudan en usar sus rayos como arma si son atacados o
molestados. Se les teme por los destrozos ocasionados en los pueblos y
aldeas, es por ello que en algunos lugares encienden faroles y hacen
tañir las campanas para ahuyentarlo.
- Serpe: Criatura con forma de dragón
alado o gran serpiente alada, sus ojos son como ascuas incandescentes,
todo su cuerpo están recubiertos de escamas y en su espalda crecen un
par de alas flexibles. Vive en cuevas o acantilados donde custodia sus
tesoros. Emite terribles silbidos y se alimenta de seres humanos tanto
vivos como muertos. Al hacerse viejo se retira al fondo del mar para
descansar y seguir cuidando de sus tesoros.
- Trasno: Enano travieso y saltarín de
piel morena y con barba, viste de rojo y es cojo. Actúa por la noche
dentro de las casas, es un duende bromista, tira los platos, revuelve la
ropa, asusta al ganado, por el día desaparece.
- Tardo: Duende pequeño y peludo con
muchos dientes, es de color verdoso y de ojos redondos y negros. Tiene
barba y viste viejos ropajes y gorro rojo, porta una pequeña espada
afilada. Es de carácter malévolo, acostumbra a vivir bajo tierra y
aprovecha la oscuridad de la noche para colarse en las casas y así
sentarse sobre el pecho de los durmientes provocando dolor y terribles
pesadillas. Para librarse de el hay que dejar un cuenco con granos de
maíz u otro cereal. El Tardo de carácter curioso se acercará a contar
los granos pero como solo sabe contar asta 100 volverá a empezar una y
otra vez pasando así las noches sin molestar y desapareciendo al
amanecer.
- Diaño: Espíritu
o duende burlón que puede adoptar figura de caballo, de vaca, carnero o
de cualquier otro animal, incluso de bebe humano. Durante la noche
asusta al caminante y desorienta al campesino que busque su ganado,
incordia al molinero o se burla de los jóvenes que regresan tarde a sus
casas. También entre sus travesuras está la de crear irritantes sonidos,
luces misteriosas u fenómenos que atemorizan a los lugareños.
- Apalpador: Es
un carbonero mítico que según marca la tradición baja la noche del 24 o
31 de diciembre a las aldeas, entra en las casas y les toca el vientre a
los niños para saber si han comido mucho durante el año, dejando un
montón de castañas, eventualmente algún regalo y deseándoles que tengan
un año nuevo lleno de felicidad y comida.
* Lobishome: Representa
al mal. Es un hombre que se puede transformar en lobo en las noches de
luna. Esto se puede deber a una maldición, por nacer la noche de navidad
o en viernes santo. Su aspecto es amenazante, mitad animal y mitad
hombre, con piernas y brazos largos, abundante pelo y afiladas garras
plateadas. Puede andar a dos o a cuatro patas. Sus ojos cambian de color
dependiendo del lugar donde se encuentre: a la luz de la luna son
verdes o amarillentos, a la luz de una fogata son rojizos. Para librarse
de esta maldición hay que hacerle sangre con una rama de Acebo
bendecida en la iglesia el domingo de Ramos.
* Carcamarís. Eran
la raza de piratas míticos de la Illa de Arousa. Cuentan las leyendas
que en las noches de luna se convertían en ánimas dejando su navío
abandonado y yendo a los puertos para asustar a sus habitantes. Se decía
también que eran poseedores de incontables riquezas a las cuales
maldecían para que nadie posara sus manos sobre ellas.
* Olláparos: Especie
de gigante antropomorfo que solo tiene un ojo en medio de la frente. Es
un ser bruto y feroz, salvaje y con un gran apetito, se alimenta de
carne humana sobretodo de la carne tierna de los niños. Vive en cavernas
en los bosques y montes, sobretodo en las montañas de Lugo y Ourense.
Tienen pareja las Olláparas que son aún peores que ellos.
* Tia Xuana: Mujer
vieja y malvada más parecida a una bruja que vive en el desván de las
casas. Tiene unos 200 años de pelo blanco muy largo, tiene un solo
diente en la boca con el que roe todo aquello que encuentre en el
desván. Su misión es asustar a los niños y apartarlos del desván, pero
si alguno entra puede devorarlo.
* A Moura da lagoa da serpe: Hermosa
serpiente blanca y de gran tamaño que en las noches de luna llena se
transforma en una bellísima joven que pide a todo hombre que pase por
allí que rompa su encantamiento. En la noche de San Xoán al amanecer
antes de que despunte el sol aparece la joven de largos cabellos
azabaches los cuales peina sentada sobre una roca mojada por las aguas
de la laguna, triste y pensativa siempre está a la espera de que algún
valeroso joven la libere de su condena.
* Curuxa: Esta
( lechuza) es la forma que adoptan los enanos para anunciar la muerte
de alguien, también puede ser una bruja transfigurada. Es un ave de mal
agüero, se asocia con el demonio, entra en las iglesias y se bebe el
aceite de las lamparas, si alguien la ve significara que le espera
alguna desgracia.
* Xacios: Raza
de seres anfibios que habitan en el río Miño y en otras zonas de
Galicia. Tienen su guarida en lo profundo del río. Presentan forma
humana y cola de pez en su raza acuática o cola de lagarto en su raza
terrestre.
* A Maruxaina: Sirena
o Nereida que vive desde tiempos inmemoriales en las islas de los
Farillós. Esta ninfa marina se encuentra vigilando el mar y a los
marineros. Hay muchas versiones sobre las intenciones de la Maruxaina,
unos dicen que su misión es proteger a los marineros y pescadores, otros
que utiliza su hechizante voz para hacer que se estrellen en los
arrecifes. Físicamente es una joven muy hermosa de largos y rubios
cabellos, cola de sirena con preciosas escamas que reflejan la luz del
sol y la luna.
* Fadas malignas: Estas
hadas malignas no lo son por naturaleza, se vuelven malvadas por haber
sido maltratadas por los seres humanos. Son vengativas y no tienen
clemencia. Al transformarse en seres malignos su aspecto también cambia,
su ropa se vuelve mustia y sus alas pasan a ser de color negro y cuando
vuelan en lugar de emitir una hermosa luz brillante emiten una luz
oscura y triste.
* Fadas boas: Estas
hadas buenas son mas viejas que el hombre mismo. Son las compañeras de
los amantes, los poetas, escritores y toda persona relacionada con las
artes. Viven en un mundo único, en otra dimensión donde siempre es
primavera y los colores brillan con mayor intensidad. Son seres
diminutos, con alas en la espalda bien con forma de mariposa o de
libélula, sus trajes están confeccionados con hojas y flores silvestres.
Cuando vuelan solo podemos ver una brillante luz que se mueve a toda
velocidad.
* Alicomio: Tiene forma de caballo
blanco delgado y grácil con un gran cuerno en medio de la frente. El
cuerno tiene propiedades mágicas y curativas, si un Alicomio toca a un
enfermo con su cuerno éste sanará al instante. Los cuernos se usan
también como amuleto contra el mal de ojo, para ello hay que meter un
fragmento del cuerno dentro de un colgante de plata. Los Aliconios están
en peligro de extinguirse.
Diosa de los nacimientos y las comadronas. Hija de Zeus y Hera y hermana de Ares, Hefesto y Hebe.
Fiel servidora de su madre, acudía en ayuda de las parturientas en el
momento del alumbramiento, garantizando así que todo ocurriera con
normalidad y éxito.Para los griegos clásicos, está estrechamente relacionada con Artemisa y Hera. Antiguos rezos llamaban a la diosa en momentos tan críticos para las mujeres; “Diosa de los nacimientos, Ilitía, hija de la omnipotente Hera, oye mi canción“.“Cuando atormentada por los dolores del parto, dolorida y angustiada te invocamos el sexo, para el seguro descanso del alma; pues sólo tú puedes aliviar el
dolor,que intentamos aliviar, pero en vano. Ilitía, venerable poder,que
trajiste alivio en la espantosa hora del parto“.Junto con Artemisa, a menudo se mostraba a Ilitía portando antorchas para sacar a los niños de la oscuridad hasta la luz. De hecho, su equivalente en la mitologia romana respecto a la ayuda en el parto es Lucina (‘de la luz’).En los altares griegos, pequeñas figuritas representaban a una inmortal niñera que cuidaba de los infantes divinos, personaje que puede estar relacionado con Ilitía.El mito más importante sobre esta diosa fue cuando, Hera retuvo a Ilitía, que venía desde la Hiperbórea en el lejano norte, para evitar que Leto pudiese parir a Artemisa y Apolo, pues el padre de ambos era Zeus. Los demás dioses presentes en el nacimiento en la isla de Delos enviaron a Iris para que la trajese. En cuanto Ilitía puso pie en la isla nacieron los dioses.
Muchas veces, cuando leemos las historias de dioses mitológicos
antiguos, nos asombramos de que sean algo distintas a las que nos
contaron en la escuela. Claro que si leemos las Metamorfosis
de Ovidio –que han existido chicos más supercuriosos que otros, gracias
a Dios–, nos daremos cuenta de que las historias están contadas como
son, con todos los detalles que hoy consideraríamos “para adultos”, no
aptos para chiquillos.
Una tontería mojigata, por supuesto, pero que ha permanecido entre
nosotros durante demasiado tiempo. Te presentamos estas historias de
dioses mitológicos sin censura.
6 historias de dioses mitológicos sólo para adultos
1. Horus y Set, dioses violados y embarazados
Una historia bastante extraña, y viene de Egipto. Resulta que la llegada de Horusal trono no hizo muy feliz a Set, quien había luchado y asesinado a Osiris,
padre de Horus, por el puesto. Se le ocurrió un plan para arrebatarle a
su sobrino el derecho de gobernar, y así Set decidió atacar sexualmente
a Horus durante la noche, para arruinar a su sobrino.
Entre los egipcios,
como en otras culturas orientales, las relaciones homosexuales eran
aceptadas para el homosexual activo (asociado a lo masculino), pero no
para el pasivo (asociado a lo femenino), por lo que el acto de Set sería
una humillación para Horus.
Al día siguiente, aconsejado por Isis, su madre, Horus recogió el
semen de Set y lo colocó sobre la comida favorita del tío, lechugas, y
éste se lo comió sin darse cuenta. Cuando se presentaron ante los jueces
para discernir a quién pertenecía el trono, los magistrados convocaron
al semen para verificar la fecundación, y todos quedaron sorprendidos al
encontrarlo en el estómago de Set. Horus, claro está, fue exonerado y
Set deshonrado.
2. Los romanos adoraban a un falo con alas
Era un dios, personificación de la magia y la religión de la antigua Roma. Plinio el Viejo lo llamaba medicus invidiae, es decir, un remedio para la envidia o el mal de ojo. Se refería a Fascino,
una deidad que protegía a los guerreros de la envidia. Los generales
colocaban bajo sus carros un pequeño amuleto, que representaba a un falo
alado, como protección, y en general, la gente lo llevaba como una
suerte de talismán.
Las vestalestambién
guardaban el culto a Fascino, y san Agustín relata que la imagen fálica
era llevada en procesión todos los años en la fiesta del Liber Pater –el dios romano identificado con Dioniso– para proteger los campos del fascinatio (es decir, de los embrujos, hechizos o encantamientos).
3. Los centauros, la lucha entre la barbarie y la civilización
Los centauros, criaturas con torso, brazos y cabeza humanos y cuerpo y
patas de caballo, fueron hijos del dios Ixión con Néfele, una
ninfa-nube a quien Zeus dio la forma de Hera, ya que Ixión quería
violarla. “Neso raptando a Deyanira”, de Bertel Thorvaldsen
Uno de estos centauros, Neso, en un acceso de lujuria, intentó violar a Deyanira, la esposa de Hércules.
Éste, que lo vio de lejos, le lanzó una flecha envenenada al pecho,
pero Neso, en un último acto de maldad, le dijo a Deyanira que su sangre
serviría como una poción de amor y que de usarla en Hércules aseguraría
su fidelidad para siempre. Claro que antes había que mezclarla con el semen de Neso…
Eventualmente, cuando Deyanira perdió la confianza en Hércules, colocó
en su túnica la sangre de Neso con la idea de que funcionara aquella
poción, pero significó la muerte lenta y dolorosa del héroe, pues la
túnica le quemó la piel.
4. Loki, que hizo reír a Skadi
Traemos una de las historias de dioses mitológicos nórdicos, que no
habíamos hablado de ellos. Skadi, diosa del invierno y cazadora con
arco, era hija del gigante Thjazi, que fue asesinado por los Æsir, los dioses germánicos.
Cuando fue a Asgard buscando vengarse, Odín le ofreció elevar los
ojos de su padre a estrellas y casarse con un dios; pero lo más difícil
era hacerla reír. Y Loki lo consiguió, atando el extremo de una cuerda a las barbas de una cabra y el otro a sus testículos;
comenzaron cada uno a tirar por su lado y a chillar como locos, hasta
que Loki cayó en el regazo de Skadi, haciéndola reír. Así Odín supo que
el problema con la diosa estaba resuelto.
5. El nacimiento de Afrodita
Urano, hijo y esposo de Gea, a petición de ésta fue castrado por su hijo Cronos, una noche en que quería tener relaciones con Gea.
Cronos, con una hoz fabricada por la diosa, castró a Urano y arrojó
los genitales de su padre al océano. Al contacto con ellos, en el agua
se formó una espuma blanca –el semen–, de donde surgió Afrodita. Piedra de Afrodita, en Chipre, en el lugar donde se supone que fueron arrojados los genitales de Urano y nació la diosa
De hecho, es la diosa del amor y la reproducción, y está asociada al mar. Su nombre griego se relacionaba con aphrós, espuma, “salida de la espuma”, aludiendo al mito de Cronos y Urano.
6. Príapo, el de la erección permanente
Aunque no es desconocido, Príapono
es frecuentemente nombrado en las historias de dioses mitológicos. Era
un dios griego, según unas versiones, hijo de Afrodita y Adonis, según
otras de Afrodita y Dioniso, y otras fuentes indican que fue hijo de
Dioniso y una náyade. Y anda con una poderosa y permanente erección, y
le dio el nombre a esta enfermedad masculina, priapismo.
Esto se debió a una maldición de Hera, decepcionada con la conducta
veleidosa de Afrodita. La tocó y su magia provocó que la diosa del amor
diese a luz un hijo increíblemente feo y con unos genitales
extremadamente grandes.
De hecho, así se le representa, un hombre muy feo con un falo enorme.
Es un dios puramente fálico, protector de los rebaños de ovejas y
cabras, de los productos del huerto, del vino, de las abejas y hasta de
la pesca.
Los
antiguos griegos no tenían ningún reparo en pintar a las mujeres de su
mitología como asesinas. De entre ellas, las más letales fueron sin duda
las Danaides, las cincuenta princesas cuyos crímenes las condenaron a
castigos dignos de Sísifo en el Inframundo. Pero, ¿hasta qué punto eran
tan malvadas como para que el poeta Horacio se refiriese a estas
traviesas muchachas como “la infame semilla de Dánao”?
Los linajes reales de la mitología griega
La
historia da comienzo, como en la mayor parte de los mitos griegos, con
una genealogía. Dánao y su hermano gemelo Egipto formaban parte de una
de las más ilustres familias de la mitología griega, según el
Pseudo-Apolodoro. De este linaje nacieron Perseo, Heracles y Argos, el
guardián de muchos ojos.
Todo empezó
cuando el dios-río Ínaco tuvo una hija, Ío, sacerdotisa de Hera en
Argos; Zeus se enamoró perdidamente de ella, la raptó y la convirtió en
vaca para protegerla de la que había sido su divina señora, Hera. Por
supuesto, Ío se quedó embarazada, y tras ser perseguida por un tábano
enviado por Hera, dio a luz en Egipto a un niño al que puso de nombre
Épafo.
Juno (Hera) descubre a Júpiter (Zeus) con Ío. (Pieter Lastman, 1618)
Finalmente,
Épafo llegó a ser rey de Egipto (buena definición de cómo apropiarnos
de los mitos de otras culturas para hacer nuestra esa cultura). Tuvo una
hija, Libia, que dio su nombre a una nación. De Poseidón, Libia tuvo
dos gemelos: Agenor y Belo. Es posible que conozcan a Agenor por sus
ilustres descendientes; Pseudo-Apolodoro afirma apasionadamente de él
que, “Agenor partió a Fenicia y reinó allá, convirtiéndose así en el
ancestro del gran linaje,” del que formarían parte Europa (madre del rey
Minos) y Cadmo (fundador de Tebas y antepasado de Edipo). Belo, sin
embargo, se quedó por Egipto y tuvo dos hijos gemelos: Dánao, padre de
las Danaides, y Egipto, cuyo nombre otorgarían posteriormente Homero y
compañía al antiguo reino de los faraones.
Las hijas de Dánao
Siendo
adultos, Dánao y Egipto se enzarzaron en una lucha terrible. “Al haber
discutido más tarde por cuestiones relacionadas con su reino, Dánao
temía a los hijos de Egipto” comenta el Pseudo-Apolodoro. De modo que
Dánao reunió a sus hijas y huyó con ellas a Grecia, refugiándose en su
ciudad ancestral de Argos.
Pero los
cincuenta hijos de Egipto le siguieron, suplicando a su tío que les
perdonase—y que les concediera las manos de sus hijas como sus futuras
esposas. A Dánao no le gustaba la idea, pero nos podemos imaginar cómo
un rey nuevo en el trono puede hacer uso de cincuenta yernos reales.
Aquellos jóvenes también le ayudarían a defender su reino. De modo que
accedió a casar sus cincuenta hijas con sus cincuenta sobrinos…
aparentemente. Dánao asignó a cada uno de sus sobrinos una de sus hijas,
y dio asimismo a cada una de ellas una daga para que asesinaran a sus
sospechosos maridos en la noche de bodas. ¿Pero por qué habrían de hacer
algo así?
Las Danaides dan muerte a sus maridos. (Public Domain)
El crimen de las Danaides
En la tragedia de Esquilo Las suplicantes,
en la cual el Coro está compuesto por Danaides, consideradas bárbaras
egipcias, las mujeres justifican su violencia afirmando que deseaban
evitar “un pecaminoso matrimonio con los hijos de Egipto.” Las Danaides
exclaman en la obra que estaban “aterrorizadas” por estos hombres,
señalando que sus primos eran orgullosos, lascivos y en general no muy
dignos de confianza.
Los Egiptidas no
eran virtuosos griegos, afirman las Danaides, sino hombres violentos,
impíos y codiciosos. En la obra, el Coro juzga estos matrimonios entre
primos y primas como pecaminosos, aunque Dánao consigue persuadir a sus
hijas para que se casen con la intención de forjar una alianza con sus
sobrinos: al fin y al cabo habían salido en persecución tanto de él como
de sus hijas, y lo último que quería Dánao era una guerra.
“Lo
que siguió es de todos conocido: el crimen que cometieron las hijas de
Dánao al asesinar a sus primos,” recuerda el antiguo escritor y viajero
Pausanias. De hecho en este crimen todas las Danaides menos una
asesinaron a sus maridos antes de consumar su matrimonio.
En
esta xilografía medieval se observa cómo las Danaides asesinan a sus
maridos, mientras que una de ellas aconseja al suyo que huya. (kladcat/CC BY 2.0)
Tras
dar muerte a sus maridos, cuarenta y nueve de las Danaides “enterraron
las cabezas de sus esposos” y “rindieron honras fúnebres a sus cuerpos
ante la ciudad,” escribe el Pseudo-Apolodoro. Por suerte para las
Danaides, Hermes y Atenea, siguiendo las instrucciones de su padre Zeus,
las purificaron. Pero tras la muerte, las cuarenta y nueve asesinas se
vieron obligadas al parecer a afrontar un destino especialmente cruel en
el Inframundo.
Como apunta Ovidio en sus Metamorfosis, las
Danaides se vieron obligadas después de la muerte a realizar una tarea
en vano durante el resto de la eternidad, en un castigo similar al de
Sísifo, que debía empujar una roca hasta la cima de un monte una y otra
vez. Las Danaides fueron castigadas con la tarea de sacar agua de un
pozo (o, según la versión del relato, vino de unas cráteras), pero las
jarras que utilizaban tenían agujeros por los que el líquido se
escurría… con lo que no les quedaba más remedio que volver a empezar.
Eternamente.
‘Las Danaides’ (1903), óleo de John William Waterhouse. (Public Domain)
Hipermnestra y Linceo
Así
pues, ¿quién fue la hija de Dánao que evitó este funesto destino y
salvó a su marido? Su nombre era Hipermnestra, y le perdonó la vida a su
esposo Linceo porque había respetado su decisión de permanecer virgen
por un tiempo. Furioso por su desobediencia, Dánao la encerró, aunque
finalmente le permitió volver con su marido. Posteriormente encontró
nuevos esposos al resto de sus hijas ofreciendo su mano en matrimonio a
los vencedores en competiciones atléticas.
Hipermnestra
y Linceo por su parte vivieron felices durante el resto de sus días. Su
hijo Abas reinó en Argos, aunque también tuvo dos gemelos
problemáticos: Acrisio y Proteo. Como ocurre a menudo con los gemelos de
los mitos griegos, estos dos también lucharon el uno contra el otro.
Acrisio, concretamente, dio origen a una dinastía de semidioses (fue
abuelo de Perseo, quien a su vez sería antepasado de Heracles).
Plato
del siglo XVI decorado con una pintura mitológica del ceramista
italiano Francesco Xanto Avelli: “Hipermnestra observa cómo Linceo
arrebata la corona a su padre Dánao.” (1537) (Public Domain)
Imagen de portada: ‘El castigo de las Danaides’ (1785), óleo de Martin Johann Schmidt. (Public Domain)
Autor: Carly Silver
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Fuentes:
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