lunes, 13 de marzo de 2017

Atalanta y las manzanas de oro



Atalanta
Se dice que existía un rey en la región de Beocia que sólo admitía que su esposa diera a luz hijos varones y cuando nació la pequeña Atalanta, la abandonó en la cima del monte Partenio. La diosa Artemis la encontró ya que lloraba muy fuerte porque no había comido nada. La diosa se metamorfoseó en una gran osa y la alimentó con su propia leche. Cuando a la niña le comenzaron a salir los dientes, la entregó a algunos cazadores que la criaron. Cuando llegó a la adolescencia, Atalanta decidió que no se casaría sino que le rendiría culto a Artemis. Una vez, los centauros Reco e Hileo intentaron violarla pero la joven los mató con sus flechas.


Un tiempo después, Atalanta se enteró que el príncipe Meleagro estaba reclutando héroes para matar al jabalí que asolaba la región de Calidón y decidió participar aunque no falta decir que no la querían mucho en un grupo de guerreros. Nada mas ni nada menos, Atalanta fue quien lo hirió y Meleagro terminó de matarlo, quien le ofreció la piel del animal. Sus tíos lo consideraron irrespetuoso y le quitaron la piel de las manos, lo que desató la ira de Meleagro quién mató a sus tíos.


Cuando Altea (la madre del príncipe) se enteró de lo sucedido, recordó que cuando su hijo nació, las parcas le dijeron que el niño moriría si el tizón que ardía en el hogar se consumía del todo, lo encontró dentro del cofre donde lo había guardado y lo arrojó en un recipiente de agua, Meleagro murió y Altea, arrepentida, se ahorcó. Este hecho hizo que Atalanta reafirmara su aversión hacia los hombres y el matrimonio, pero como no estaba bien visto que una muchacha no se casara, organizó un certamen de carreras, en el que ella competía contra los muchachos que se atrevieran a desafiarla. El que ganase tendría el derecho a casarse con ella pero, a los perdedores les esperaba la muerte.

El día de la carrera, entre los jóvenes que se presentaban estaba Hipómenes, quién solicitó la ayuda de Afrodita ya que estaba enamorado de ella y sin la ayuda de los dioses no podría ganar. La diosa aceptó y le dio tres manzanas de oro, pertenecientes al Jardín de las Hespérides y le contó un secreto. Cuando comenzó la carrera, Atalanta sacó ventaja sobre Hipómenes quien tomó una de las manzanas y la arrojó cerca de ella. Atalanta drenó para ver el hermoso objeto pero igualmente alcanzó a Hipómenes. Por eso, arrojó otra manzana y ella se volvió a detener. Cuando estaban cerca de la meta, Hipómenes hizo lo mismo, Atalanta la recogió e Hipómenes ganó la carrera. Así Atalanta encontró un esposo ideal!

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