La creación según la Mitología China:
En un principio tanto el cielo como la tierra se encontraban unidos, y el estado del Universo era el del caos más absoluto. Aquel Universo primigenio era en realidad un gran huevo de color negro, dentro del cual dormía un largo sueño el dios P’an-Ku (o Pangu), un sueño que se prolongó durante 18.000 años. Cuando P’an-Ku finalmente despertó se sintió atrapado dentro del huevo y con un hacha lo hizo pedazos para poder salir. Los trozos del huevo que había mantenido a P’an-Ku en su letargo se dispersaron, y mientras la clara ascendía y daba forma a los cielos, la parte más fría y turbia quedó en la parte inferior, dando origen a la Tierra. El dios había quedado entre ambos planos, con su cabeza en el cielo y sus pies tocando el suelo terrestre, y durante 18.000 años más tanto
P’an-Ku como el cielo y la tierra crecieron a razón de 10 pies diarios. Así fue como el cuerpo colosal de P’an-Ku sirvió de división entre cielo y tierra durante largo tiempo, hasta el día en que le llegó la muerte y su propio cuerpo dio forma a una nueva etapa de la creación. De su aliento surgieron el viento y las nubes del cielo, su otrora poderosa voz dio forma a los truenos de la tormenta, y sus ojos se transformaron en el Sol y en la Luna. Sus cinco extremidades se transformaron en cinco enormes montañas y su sangre terminó por convertirse en el agua de los ríos y océanos del mundo.
Las venas que portaban su sangre dieron origen a largos caminos, mientras que sus poderosos músculos se tornaron en fértiles tierras de cultivo, y las estrellas nacieron de su pelo y barba. La médula de sus huesos se convirtió en el jade y las perlas, mientras el sudor que corriera por su piel se transformaba en el rocío que cae sobre el mundo cada madrugada.
La creación según la Mitología Griega:
(Este es un poco largo)
Como en todo lo que respecta a mitología, existen varias versiones dependiendo del autor, pero existe una teogonía que es la más conocida y empleada y esta no es otra que la Hesiodo, escritor del s. VII ac. que obtuvo tanto prestigio como el propio Homero. A ella vamos a remitirnos, sin olvidar reseñas de otras versiones.
Y todo empezó con el primer ser o ente que existió, Caos, que en este contexto no seria equivalente a desorden, como en la actualidad, sino que se le describe como ser hueco, vacío, previo a todo. Después aparecieron Gea o Gaya, la Tierra, Tártaro, que es lo más aproximado al infierno cristiano y finalmente Eros, el amor. Éste último es el que acepta más posibilidades en su origen, ya que si bien Hesiodo lo hace aparecer de la nada, ya que se consideraba que el amor era una entidad necesaria para que esos primeros seres iniciasen la reproducción entre ellos, que llevase a la aparición de otros, generación tras generación, otras versiones lo hacen hijo de Afrodita, diosa de la belleza y el deseo sexual y Ares, dios de la guerra, o de Hermes Dios del comercio y los ladrones, al considerar que esas primeras relaciones no fueron producto del amor, sino de la necesidad. Incluso en otra versión que da Platón en “El Banquete” lo hace descendiente de Penia, la pobreza y Poros, el medio de hacer riqueza.
Igualmente la lectura de la aparición de estos primeros personajes, ha llevado a muchos a entender equivocadamente que Gea, Tártaro y Eros descendían de Caos, pero si nos atenemos textualmente a lo que dice, estos aparecieron después de éste, y de Caos solo surgieron otras dos entidades Nix o Nicte, la noche y Erebo, el mundo subterráneo, al que muchos han querido identificar con el infierno, pero que realmente es mucho más amplio y representaría todo lo que hay bajo la superficie de la tierra.
Hasta aquí sería una primera generación, cuyos protagonistas hacían referencia a las circunstancias espaciales y temporales (la tierra, la noche, el mundo subterráneo) que daría las condiciones necesarias para la aparición de las nuevas generaciones, que harán referencia a situaciones parecidas pero, cada vez, de un modo más especifico como vamos a ver. Esta descendencia será producida bien por relaciones entre estos primeros entes, bien directamente de uno de ellos, como en algunos de los casos de Nix y Gea.
De la relación de Nix y Erebo surgieron Éter, que representa la luz o aire más puro, el que respirarían los dioses, y Hemera, el día. De la de Gea y Tártaro nacería el monstruo Tifón, que representaba las fuertes tempestades, huracanes y fenómenos de ese tipo.
Mientras que de forma individual Nix engendraría a Tánatos, personificación de la muerte natural, Hipnos, del sueño, Moros, del destino, las Keres, seres femeninos que representaban la muerte violenta y la destrucción, Momo, de la burla o el sarcasmo, Némesis, de la venganza, Oizis, de la angustia, Geras, de la vejez, Las 3 Moiras, Cloto, Láquesis y Átropo, las hilanderas que tejían la vida de cada persona, Apate, del engaño, Filotes, de la ternura, a las Hesperides, que protegerían el árbol de las manzanas de oro en el confín del mundo, y Eris o Eride, la discordia, la cual también tendría una prolífica descendencia por si sola, de características similares a Nix.
Igualmente Gea tendría descendencia de forma individual, a las Montañas, a Ponto, que personifica a la entidad primaria del Mar y a Urano, el cielo, con el que iniciaría la dinastía real entre los dioses que acabaría con Zeus y los Olímpicos.
Luego Gea se uniría a Ponto y tuvo como descendencia a divinidades marinas más especificas, siendo estos; Taumante, que representaba las maravillas del mar, Forcis, a los peligros del mar, Ceto, que era una representación femenina de estos peligros del mar y se uniría a Forcis, Euribia, al dominio del mar y Nereo, que representaba el mar en calma.
También se uniría a Urano, que sería el primer monarca de los dioses, el cual al llegar la noche, la cubría (el cielo sobre la tierra) y yacía con ella, engendrando a los 3 primeros Cíclopes, Brontes, Estéropes y Arges, que luego serían lo encargados de fabricar los rayos de Zeus, los Hecantoquiros o Centimanos, Coto, Briareo y Giges, seres con 100 manos y también representaban a tormentas y tempestades y a los Titanes y Titanides, que supondrían la continuación dinástica en el poder divino.
Después de estos Gea volvería a tener sola, en cierta medida como veremos, a las 3 Erinias, Alecto, Tisífone y Mégara, que protegían el orden universal y castigaban los crímenes, sobre todo los de familia volviendo loco al autor de estos crímenes, a los Gigantes y las ninfas Melias.
Los Titanes supondrían una evolución entre los seres divinos ya que comenzaban a representa circunstancias naturales aún primitivas pero que ya comenzaban a ser más especifica y representaban a unas primeras sociedades primitivas, y estos fueron 6 titanes y 6 titanides: Océano, que representaba el río que rodeaba la tierra, Ceo, a la inteligencia, Crío, díos de los rebaños, Hiperión, de la luz, Jápeto, de la vida mortal, de su prole surgirían los humanos y Cronos, que personifica el tiempo, pero en referencia al tiempo que lo devora todo o también representa la fecundidad de la Tierra en relación a las cosechas, estos serían los Titanes, mientras que las Titanides fueron Febe, que representa el brillo del intelecto y se uniría a su hermano Ceo, Mnemosine, de la memoria e inventora de los idiomas, Temis, de la ley y la justicia pero en referencia a la ley de la naturaleza, Tetis o Tethys, a la fecundidad de las aguas y se uniría a Océano, Tía o Tea, a la vista (ya que esta la entendían como si fuese una especie de rayo) que se uniría a Hiperión y Rea, a la fertilidad de la mujer y se uniría a Cronos y con el engendraría a los primero Dioses Olímpicos. Como vemos, los titanes no se ajustan a la imagen con la que ser suelen representar en el cine y televisión, que lo hacen plan seres monstruosos y gigantescos, esta imagen se ajustaría mas a la de los Gigantes, hijos de Gea, que al igual de los primeros, en su momento, también entraron en guerra contra los Olímpicos o incluso a los Hecantoquiros y Cíclopes.
Pero Urano, con la intención de evitar que alguno de los titanes, hijos suyos, lo destronase, al nacer los enterraba en el seno de Gea. Pero no lo consiguió, ya que Gea consiguió que Cronos se vengase de su padre con el conocido pasaje de la castración de Urano, ya que con una hoz le cortó los testículos y los arrojó al mar produciendo una espuma de donde surgió Afrodita, si bien en otras versiones Afrodita la hacen descender de Zeus y Dione. Incluso de las gotas de sangre que cayeron sobre Gea, nacieron las Erinías antes citadas.
De esta forma se acabó el reinado de Urano, y se inició el de Cronos, junto a los titanes, durante el periodo conocido como la Edad de Oro, y que finalizaría de forma parecida con la irrupción de Zeus y sus hermanos, pero eso, es otra historia.
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