La zorra teumesia era una criatura mitológica relacionada con el ciclo
tebano, que aparecía más concretamente en un fragmento de los Epígonos.
Los antiguos no informaban sobre sus orígenes, lo que hace dudosas las
indicaciones de parentesco que se han dado ocasionalmente: por ejemplo
con Tifón o Gea, la Tierra, al igual que muchos otros monstrios
mitológicos griegos.
Destinada para no poder ser cazada jamás, este animal fue enviado por
los dioses (por Dionisos según Pausanias) para aterrorizar a los tebanos
en la épica del primer reinado de Creonte. Sin embargo, el motivo de
esta "venganza" no está nada claro. Por tanto, su papel parece ser muy
similar al de la Esfinge. Más aún, en un fragmento de Corina, Edipo
libró a Tebas de dos monstruos.
Pero atentiendo a la versión más popular y más generalizada, Creonte
exigió a Anfitrión que se encargase. Éste recurrió entonces a Laelaps,
el divino perro destinado a cazar siempre a su presa, no dejándola
escapar jamás. En el momento de la persecución, Zeus, padre de los
dioses, transformó a los dos animales en piedras para resolver la
contradicción de el perro infalible contra la zorra inalcanzable.
uayrapuca o Hayra Puca - literalmente viento colorado en quichua. ya que se la representa como un torbellino de color rojo.
Deidad
femenina de los diaguitas calchaquíes, madre de los vientos, cuya
apariencia y simbología resultan múltiples y misteriosas. Es la madre de
Shulco, el Viento, prima hermana de Huayra Muyu, el remolino, y
pariente de Illapa, el rayo, viene a ser la diosa o espíritu del aire.
Habita en las altas cumbres de la cordillera de los Andes.
Algunos la describen como un ser
bicéfalo y hasta tricéfalo. En un extremo de su cuerpo tiene una
monstruosa cabeza de dragón y en otra una cabeza de serpiente. También
la describen con una cabeza de guanaco en una punta y renacuajo en la
otra. Su figura en antropomórfica. Otras versiones la describen como una
bella mujer de cabellos negros cubierta con un manto rojo hecho con el
polvo rojizo que levanta de los cerros de los valles calchaquíes.
Dicen que puede hacer el bien pero también el mal, cuando se enoja destruye las cosechas o trae terribles sequías.
Tiene un terrible enemigo, Puyuspa, dios de las nubes con agua o la tormenta, con el cual se trenza en feroces peleas.
Recorre las altas llanuras secando
las plantas y matando animales de sed. Se la auyenta dibujando cruces de
ceniza y agua en las puertas o los patios de las casas.
Le gusta mucho coquear de la coca que le roba a los arrieros cuando pasan por su territorio.
Algunos dicen que sólo es benígna cuando se lleva las tormentas perjudiciales en los valles.
Forma una trilogía con Huayraritu (El viento Blanco) y con Huayrayana (viento negro - la muerte).
Uno de los 8 sabbats o fiestas sagradas, celebradas hoy en día por
neopaganos o wiccanos, nace de las festividades sagradas celtas del
equinoccio de otoño.
Mabon
era la fiesta sagrada celebrada en el equinoccio de otoño, celebrando
la cosecha y la vida; en la que se agradecía a los dioses por los frutos
del año y se los compartía en un gran banquete donde asistían todos,
desde el humilde labriego hasta el gran archidruida; para compartir
juntos el fruto de su trabajo, de esta forma aseguraban el favor de los
dioses para que el invierno no sea largo y la primavera llegue cargada
de vida.
Mabon la fiesta de la abundancia
La festividad del banquete, conocida también como la festividad de
agradecimiento, se celebra desde el 21 hasta el 23 de septiembre, este
último día coincide con el equinoccio de otoño que marca el día, junto
al equinoccio de primavera, en el cual la noche y el día tienen la misma
duración; se cree que en esta época el dios está preparándose para
morir en Samahain, regresar al vientre de la diosa y renacer en Yule.
En esta época se cosecha todos los frutos que han crecido a lo largo del
verano y otoño, para asegurar la vida en la época invernal; Mabon es el
segundo de las tres festividades de la cosecha precedido por Lammas,
festividad en la que se celebran los matrimonios y Samhain sabbat que
marca el fin del año celta.
La celebración de Mabon es sobre todo una gran fiesta y un inmenso
banquete, en el que todos comparten y agradecen a los dioses por la
abundancia y la prosperidad y además ruegan para obtener la misma
prosperidad el próximo año.
Equinoccio de otoño, celebración celta
No existen indicios concretos del verdadero nombre de la festividad del
equinoccio de otoño en la cultura celta, en la cultura anglosajona se lo
llamaba haleg-monath que quiere decir mes sagrado; a partir de los años
70, en los que el nombre de Mabon se popularizó entre las creencias
neopaganas, este nombre deviene de "Mabon ap Modron", un personaje de la
mitología ancestral de Gales; el término Gales fue acuñado por Aidan
Kelly para propósitos de estudios religiosos.
Dentro de algunas corrientes wiccas neodruídicas la festividad del equinoccio de otoño es conocido con el nombre de Alban Elfed; término inventado por el ocultista gardneriano, Lolo Morganwg.
En un principio, en la cultura celta, la festividad del equinoccio de
otoño representaba un periodo de gran alegría y agradecimiento.
El término Mabon, al hacer referencia a un nombre masculino y no tener
bases reales del druidismo de los celtas de Gales, es poco apreciado por
los neopaganos de Gran Bretaña, este término es más utilizado en
América para denominar a la celebración de otoño.
La fiesta de otoño y el druidismo
Junto al equinoccio de primavera y los solsticios de verano e invierno;
la celebración del equinoccio de primavera en el mundo antiguo celta
gozaban de ser cuatro de las ocho celebraciones celtas más importantes;
fechas en las cuales los druidas se relacionaban estrechamente y dirigían ritos para estas fechas, algunas escuelas muy herméticas del druismo,
que buscaban sabiduría apartados de las ciudades y vivían en los
bosques, se acercaban a los pueblos únicamente para estas celebraciones
en los que oficiaban algunos de los ritos más importantes.
Los druidas, sobre todo los sacerdotes, se encargaban de presidir las
festividades y organizar los ritos sagrados; ya que ellos eran, además
de líderes espirituales, jefes políticos y estrategas militares. Por
otra parte los bardos y los curanderos se dedicaban a asuntos no tan
públicos y de cierta forma un poco más cercana al pueblo.
La fiesta del agradecimiento
Entre los eventos realizados en la fiesta sagrada de otoño, se realizaba ofrendas a los principales dioses
de la abundancia, como Brigit, Dagda y Lugh; además de grandes
ceremonias religiosas y sobre todo un inmenso banquete en los tres días
que duraba la celebración.
La celebración de la cosecha no era tan espiritual como otras
celebraciones druídicas como Yule, consistía principalmente en una gran
fiesta donde la comida y la bebida eran imprescindibles.
Esta
era una viejita que vivía cerca del río Virilla en una casucha
destartalada por el tiempo, usaba para taparse del sol un gran sombrero
de “tule”, hoja amplia de la planta del mismo nombre.
¡Se
lo va a llevar la vieja de la tule!, decían a aquellas criaturas que
amedrentadas huían al verla recogiendo leña cerca del río.
Al pasar de los años, ésta se convirtió en una leyenda describiéndola de la siguiente manera:
“Gran sombrero de tule, pechos al desnudo, patas de gavilán, alas de murciélago, rostro de bruja y carga de leña.”
Se dice que alza vuelo y cae sobre la persona despedazándola cuando esta se encuentra en pecado mortal.
La
Tulevieja era una señora entrada en años y mañas. Se dice que hasta
dormía con el sombrero puesto, deformado, sucio, con un aspecto de
chupón.
La chiquillería burlona le
puso el apodo de Tulevieja, y se complacía en molestarla. Ella entraba
en enojo y, si tenía una rama a mano, corría tras ellos, tratando de
alcanzarlos para darles su merecido. Nunca lo lograba. Sus bravatas
estimulaban a los traviesos muchachos.
La
Tulevieja iba a los cafetales a buscar “charramasca”, o sea, leña
menuda. De paso, cargaba un racimo de plátanos sobre su cabeza. El tule,
cada día más renegrido.
Un día el
viento le voló el sombrero que cayó sobre las turbulentas aguas del
entonces crecido río Tiribi, arrastrándolo en su corriente. Ella voló en
su persecución. La cabeza de agua de la gran creciente la ahogó.
Némesis
es una de las deidades primordiales de la mitología griega, esto
significa que no está sometida a los dictamines de los dioses olímpicos
por ser anterior a ellos. Las deidades primordiales salían de las
fuerzas primigenias del Universo y no se someten a otro control que
ellos mismos. Némesis
es la diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna.
También castigaba a las personas que no obedecían a sus superiores,
aquellos que tenían el derecho de mandarlas, y, por tanto, a los hijos
que desobedecían a sus padres. Otra de sus funciones era la de recibir
los votos y juramentos secretos de amor y vengaba a los amantes
traicionados por la infidelidad o el abandono de sus amantes. La equivalente romana de Némesis es, en gran parte de sus funciones, Envidia. Némesis
vigila la correcta distribución de la felicidad y el derecho y, por
tanto, también se encarga de impartir el justo castigo por los delitos
cometidos y por la soberbia humana. Némesis proviene de la voz “nemein”
que significa reparto, administración, distribución. Representa
la atribución por una autoridad legal; de un modo más preciso, Némesis
es la justa repartición en tanto no es respetada, en tanto es amenazada y
puesta en tela de juicio. Asociada a Temis, que asienta la justicia
verticalmente desde los dioses, Némesis define un plan de
repartición-retribución de forma correcta, legal y castiga la excesiva y
arbitraria. Sus sanciones tienen usualmente la intención de dejar claro
a los hombres que, debido a su condición humana, no pueden ser
excesivamente afortunados ni deben trastocar con sus actos, ya sean
buenos o malos, el equilibrio universal. En su
valor simbólico, Némesis personifica la "venganza divina"; la divinidad
que castiga el crimen, pero, sobretodo, representa el poder encargado de
suprimir toda "desmesura", como aquel que permite el exceso de
felicidad en los mortales, el orgullo de los reyes, etcétera. Esta es
una concepción fundamental del espíritu helénico: todo cuanto sobresale
de su condición, tanto en bien como en mal, se expone a las represalias
de los dioses, pues tiende a poner en peligro el imprescindible
equilibrio universal; por eso debe castigarse si se quiere que el mundo
siga tal como es. De este modo, por ejemplo, Creso, demasiado feliz por
sus riquezas y su poder, es arrastrado por la Némesis a su expedición
contra Ciro, expedición que acaba por ser una ruina, el castigo a una
ambición desmedida. El
poder irresistible de Némesis está expresado por su asociación con
Adrastea, divinidad asiática que se confundió con ella, hasta ser este
nombre uno de sus epítetos. Némesis es uno de los atributos del dios
supremo, y era, en unión de Adrastea, el instrumento de la cólera
divina. Es la
personificación del levantamiento contra la injusticia (el nombre griego
significa "ira"), al propio tiempo vengadora del crimen cometido y juez
imparcial en los certámenes, provista de balanza, espada y regla de
medir. Como diosa del destino tiene el poder de retrotraer al suelo de
la realidad a aquellas personas que han gozado de una buena suerte
inmerecida. La
procedencia de la diosa no está clara. Hesíodo la considera hija de
Érebo y Nix (la Oscuridad y la Noche), mientras que Pausanias atribuye
la paternidad de Némesis a Océano.
A
Némesis se le atribuye tres hijos. Amada por Zeus, Némesis huye de sus
requerimientos, y para poder librarse de él adopta varias formas, entre
ellas pez, ganso y cisne, y finalmente termina transformándose en oca.
Zeus consigue poseerla transformándose a su vez en cisne y, de esta
unión, Némesis concibe un huevo. La
diosa entrega ese huevo, por medio de unos pastores, a Leda, reina de
Esparta, para su crianza y cuidado. De este huevo surge Helena y los
Dioscuros, Cástor y Pólux. Esto provoca que tras el rapto de Helena por
parte de Paris, y el estallido de la guerra de Troya, Némesis sea una de
las deidades que intervienen en la contienda. Otra
versión afirma que, Zeus, que se había transformado en cisne, tuvo que
huir de un águila que le perseguía y fue a encontrar refugio en el
regazo de la diosa que en ese momento se hallaba en forma de oca. Zeus
vio la oportunidad de seducir a la diosa, y, esa unión fructificó en un
huevo que dio origen al nacimiento de Helena y los Dioscuros. En memoria de esta unión Zeus coloca al cisne y la oca como constelaciones en el cielo. Némesis
es representada con una corona y a veces con un velo que le cubre la
cabeza, suele llevar una rama de manzano en una mano y una rueda en
otra. A veces, en algunos monumentos griegos de la corona sale un asta
de ciervo para indicar la prontitud con la que la diosa da a cada uno lo
que le corresponde. La flor del narciso adornaba también su corona como
símbolo de un joven demasiado orgulloso enamorado de su propia
hermosura. Los etruscos la coronaban con una diadema de piedras preciosas. En
muchas representaciones aparece con alas para expresar la celeridad con
la que atendía todas sus funciones, y suele aparecer armada de
antorchas, espadas y serpientes como instrumentos de su venganza. El
origen del culto a esta diosa nace del temor que sentían los griegos de
la cólera divida. Hesíodo representa a Aidos y Némesis huyendo de la
Tierra, envueltos en velos blancos, indignados ante la contemplación de
la perversidad humana. Némesis es una personificación del sentimiento
moral, reprobador de toda violencia y de todo exceso. Fue
considerada como la fuerza o el poder del Sol, extendiéndose su culto
por toda la tierra. Fue venerada por los persas, asirios, babilonios,
egipcios y etíopes. Orfeo llevó su culto a Grecia y se extendió, más
tarde, por Italia, colocándola entre las principales divinidades
utilizando el nombre griego de Némesis. Tanto fue así, que tenía un
altar en el Capitolio al que los guerreros ofrecían a la diosa machetes o
cuchillas antes de partir para los combates. El
primer templo que tuvo Némesis estuvo en Ramnunte, situado en el Ática;
durante mucho tiempo su culto no se extendió al resto de Grecia. Némesis
también recibe el nombre de Ramnusia, la “diosa de Ramnonte”. En la
antigua Ramnunte, Némesis era honrada junto a Temis. Junto a este santuario destacó también el de Esmirna. En el
período helénico, Némesis, como extensión de su función de diosa de la
justicia retributiva, fue venerada también como diosa de los agones
(competiciones de todo tipo). En Roma, a menudo se colocan pequeños
altares de Némesis en las entradas de la palestra de los circos y
anfiteatros romanos, para que los gladiadores pudieran llevarla
ofrendas. Este
artículo llega con bastante tiempo de retraso, hace ya algún tiempo que
una persona muy importante en mi vida me pidió que lo hiciera, pero
entonces mi vida era un caos y no podía concentrarme, por lo que dejé de
escribir un tiempo. Lo prometido es deuda, espero que lo disfrutes.
Los
Ictiocentauros, o “centauros-peces”, son unos seres marinos que
no parecen haber existido en los relatos populares, pero que
constituyen un tema bastante difundido en la plástica helenística y
romana. Se podría decir que son una forma extrema de los centauros.
El cuerpo, hasta la cintura, es de hombre, como en los centauros, y
la parte inferior, de pez o caballo marino. Una mezcla entre centauro
y tritón.
Con
frecuencia, estos seres están dotados de patas parecidas a las del
león o al caballo. Figuran en el cortejo de las divinidades marinas,
al lado de los hipocampos, caballos marinos, etc. Los mitos señalan
al menos dos de estos ultrahíbridos, conocidos como Bytos (Mar
profundo) y Afros (Mar bravío), ambos hermanastros de Quiron.
Estos arrastraron a la recién nacida Afrodita (Venus) en una
concha marina por el mar, hasta que alcanzaron la costa de Chipre.
Licofronte,
Claudiano y el gramático bizantino Juan Tzetzes han mencionado
alguna vez a los Ictiocentauros. Otra referencia a ellos no hay en
los textos clásicos.
los tulpas que son, según el
vajrayāna
y,
más concretamente, el budismo
tibetano,
una entidad espiritual creada con el pensamiento.
Para
los yoguis
tibetanos,
la formación de tulpas es parte del proceso místico de aprendizaje,
mientras que para la ciencia
moderna
es solo el fruto de la sugestión.
El
tulpa es una construcción mental, un ente místico creado por un
acto de la imaginación
y
de la voluntad,
que adquiere consistencia física.
Es
como un fantasma
o
ectoplasma
formado
por un monje
o
iniciado
después
de una larga meditación.
No es una simple visión, sino un fenómeno dotado de consistencia
física, que es capaz incluso de emitir olores y sonidos, entre otras
cosas.
Puede
tomar la forma de un animal, un objeto, un edificio, un paisaje o un
ser humano.
Según
el vajrayāna, esto es posible porque el mundo,
el universo
entero,
es un flujo de conciencia y, por lo tanto, no hay ningún fenómeno
que exista fuera de la conciencia.
Para
crear un tulpa sería necesario tener una mente
disciplinada,
dada al aislamiento, y contar con la ayuda de ciertos rituales
que
permitan la materialización de las ondas
mentales.
No obstante, a diferencia del espiritismo
occidental,
las sesiones durante las cuales nacen los tulpas pueden realizarse a
pleno sol
y
no tienen ninguna necesidad de la presencia de un médium
entrance.
Según
la creencia, al hacerlo, este ser se hace visible a otras personas,
llegando incluso a adquirir voluntad propia.
Por
lo general, estas proyecciones mentales tendrían una vida corta. Lo
normal es que se deteriorasen casi inmediatamente después de ser
creadas, sin dejar una impronta
profunda
en la materia
mental
que penetrase en el plano
físico.
Sin
embargo, si el pensamiento fuese particularmente intenso, producto de
una pasión
o
de un temor
profundos,
o si tuviera una duración larga y hubiese sido objeto de prolongada
meditación,
la onda de pensamiento transformaría la materia mental en una forma
más permanente, que tendría una vida más larga e intensa.
A
través de una fuerte creencia y visualización, el ente va
aumentando su poder a medida que más gente cree en su existencia.
Una
vez que los tulpas empiezan a existir por cuenta propia, sin que
quienes los crearon controlen cuándo aparecen y cuándo desaparecen,
se supone que dejan de ser imaginarios y ya no son tan fáciles de
controlar o de eliminar.
Aquí
os dejo una lista de los tulpas en la cultura popular:
En
el capitulo It's
the Grand Pumpkin, Milhouse
de Treehouse
of Horror XIX de
los
Simpsons,
la infantil creencia de Milhouse
crea
o les otorga vida a la Gran Calabaza y a el Pavo Tom. Aunque no se
les menciona como tulpas en sí se asemejan bastante debido a que
fueron creados a partir de la imaginación.
En
la película El
Fin del Mundo ("The
Day the World Ended" - Película para TV/Video, 2001), el niño
protagonista de la película, cuyo nombre es Ben Miller, crea un
monstruo con su mente, con la apariencia de un extraterrestre
parecido al que él observaba en una película de terror antigua (en
blanco y negro). Lo creó sin mucho esfuerzo, o sin querer,
aparentemente. El monstruo comienza a matar por venganza, a las
personas que mataron a la madre del niño, o que tuvieron que ver
con su muerte. A la madre la acusaban de ser bruja. En una escena
ella decía al niño que su padre vendría del espacio (o de las
estrellas, o algo similar). Al parecer, muy en su interior, el niño
recordaba quienes habían asesinado a su madre, y casi al final de
la película lo recuerda todo claramente. Al final el monstruo
(tulpa) desaparece.
Algunos
autores e investigadores de lo paranormal
creen
hallar una explicación para los ovnis,
los círculos
en los cultivos,
las casas
encantadas como
la de Amityville
y
hasta para críptidos
como
el Yeti
o
monstruo
del lago Ness en
el fenómeno tulpa.
En
la novela digital "El tobillo de Aquiles" el protagonista
enfermo y recluido en un hospital cuenta varias historias
imaginarias cuyos personajes se materializan en tulpas que lo sacan
del encierro.
En
la película Las lágrimas de Kali (Tears of Kali,
Andreas Marshall, Alemania 2004), en el primero de sus tres
capítulos, una de las sobrevivientes del fatídico grupo ocultista
de Taylor-Eriksson está recluida en una clínica siquiátrica y
puede materializar un tulpa bajo situaciones de fuerte estrés.
En
el anime "chaos;head", Takumi Nishijo es un tulpa creado
por el mismo
En
la saga de videojuegos de Silent
Hill,
los monstruos aparecidos son creados por el pensamiento negativo de
Alessa
Gillespie.
En
el episodio Arcadia
(6X13)
de la serie The
X-Files,
el presidente de la asociación de propietarios de una exclusiva
comunidad utiliza un tulpa para hacer cumplir las reglas de la
vecindad. Aquellos que violan las normas en varias ocasiones reciben
un espantoso castigo.
Y
ahora para acabar, como dato curioso aquí os dejo un enlace a una
página que os da una especie de instrucciones de como crear a
vuestro propio Tulpa.
Entre
el bestiario mítico de los persas, un animal ocupa un lugar
particular por su importancia en el curso de la historia, del lejano
Elam hasta los safávidas (en el Shahnameh de Ferdowsi) pasando por
los aqueménidas (en Persépolis, por ejemplo), luego los sasánidas.
Se trata del Simurgh o Simorgh, un animal fabuloso igualmente
conocido bajo el nombre de homa, que se encuentra en el origen
primigenio del mito del pájaro rokh de los árabes y del grifo y,
por consecuencia, citado como posible origen del hipogrifo. A veces
descrito como el equivalente oriental del hipogrifo; sin embargo, no
tiene más que dos garras, incluido en las representaciones del
Shahnameh, donde aparece el personaje de Rostam. Además, su origen
es divino y juega un rol claramente de potencia guía, contrariamente
al hipogrifo que es descrito como una montura de origen natural en
los textos de Ariosto. El Simorgh
era
una criatura gigantesca alada, capaz de llevar sin esfuerzo a un
elefante en sus garras,un gran pájaro hermoso y poderoso, Homa, un
ave real de la victoria cuyas plumas adornaban las coronas, y
Samandar, el fénix... Una bestia impresionante la verdad,de la familia
de los grifos e hipogrifos claramente,cada cultura tenía animales muy
semejantes los uno de los otros aquí esta la prueba de este
impresionante animal con muchas semejanzas a las bestias de la entrada
anterior.
He estado buscando de
que criatura de la mitología japonesa podría escribir hoy, y me he
acordado de una película que me gusto (La princesa Mononoke) en la que
salían unos seres muy curiosos y simpáticos que me llamaron la
atención,así que he decidido buscar su nombre y escribir hoy sobre ellos
y compartir la información que he encontrado,espero que os guste.
Los Kodamas, su nombre significa “eco” en japonés aunque su significado
literal es “espíritu de árbol”. Sin embargo, como su nombre
está escrito en katakana (escritura fonética silábica japonesa), y
no en kanji (escritura ideográmica), también puede significar “bola
pequeña” o “pequeño espíritu”. En la mitología japonesa,
los kodamas son un tipo de
espíritu que vive en el bosque.
Los kodamas son espíritus
míticos del Japón, habitantes de los bosques espesos. Por lo
general tienen apariencia humana y cada individuo es único en
aspecto y personalidad. Se dice que pueden presentarse en formas no
humanas, y pueden aparecer hermosos o tan terribles como deseen. La
mayoría se presenta teniendo una apariencia adorable. Sus cuerpos
son semitrasparentes, de un color verde pálido o blancuzco y de muy
baja estatura. Los kodama se
supone son los espíritus de los árboles en general y no
necesariamente representan a un árbol en particular. Algunos de
ellos, sin embargo, están asociados directamente con un árbol
específico. Se cree que estos espíritus pueden trasladarse a otro
árbol, o renacer a través de su semilla.
La mayoría de estos espíritus se disgusta ante aquellos que no
tienen respeto por el medio ambiente. Si un árbol es cortado
irresponsablemente, uno o más kodamas
pueden buscar venganza. La mayoría de estos espíritus son muy
pacíficos y serenos, y les gusta compartir conocimientos y sabiduría
con aquellos que saben cómo comunicarse con ellos. También son
sorprendentemente fuertes y poderosos, dada su inusualmente larga
vida y comunicación con el mundo y fuerzas más allá del
entendimiento de muchos otros animales,etc.Estos seres podrían
corresponder a las hadas en otras mitologías como la
griega,nórdica,germánica...Se rigen más o menos por el mismo
comportamiento y función respecto con la naturaleza.Nadie conoce a
día de hoy la forma exacta de un Kodama ya que normalmentesuelen ser
invisibles para el ojo humano,
pero los pocos afortunados (o desgraciados) que han conseguido
verlos.
En la actualidad hay muchas referencias de la mitología japonesa
en personajes y tramas relacionados, son un recurso recurrente en
productos relacionados con el manga, el anime y los videojuegos,como
por ejemplo:
En Pokemon existe uno legendario llamado Celebi con
referencia a la del Kodama el cual es un guardián del bosque, es
pequeño, de colores blancos y verdes.
En la película de animación La princesa Mononoke, los
kodamas son representados como pequeños seres de color blanco, con
grandes cabezas, y ojos y boca de color negro. Siempre tienen la
cabeza algo ladeada, y cuando la mueven, su cabeza tiembla y hacen
un sonido de castañeteo. En ciertos momentos de la película,
emiten este sonido todos a la vez, como cuando el Caminante Nocturno
aparece y se transforma en el Espíritu del Bosque.
En el anime de Rosario + Vampire rubí se transforma con una
magia prohibida en un árbol gigante que destruye todo a su paso.
En 1799, Napoleón y sus ejércitos comenzaron a expandir su presencia en todo Egipto. Napoleón trajo no solo ejércitos sino artistas para grabar los bocetos de sus hallazgos de un país que se consideraba exótico y fuera de la norma de la cultura europea tradicional. Un
artista en particular, Vivant Denon, estaba fascinado por un zodiaco
circular completo que fue tallado en el techo del Templo de Hathor,
ubicado en el pueblo de Dendera, al que se ha llamado zodiaco de Dendera.
Después de esbozar el zodíaco circular, Denon regresó a París y publicó sus descubrimientos. Su informe fue publicado en una obra que se hizo masivamente popular en Inglaterra y Francia, ya que todo el mundo parecía tener hambre de más conocimientos sobre este extraño diseño circular en el templo.
El Calendario de la Confusión
Ahora se le denomina el “Zodiaco de Dendera”, varios de los científicos más grandes de Francia, los
astrónomos y los matemáticos estaban obcecados, tratando de encontrar
las fechas exactas y los tiempos de los eventos celestes que se
describen en su interior. Los físicos Joseph Fourier y
Jean-Baptiste Biot junto al astrónomo Johan Karl Burckhardt encabezaron
la investigación, pero fueron desconcertados por las constelaciones
representadas en el zodiaco. ¿Eran verdaderos cálculos
astronómicos que representaban los movimientos de las estrellas, o eran
simplemente representaciones simbólicas? Francia estaba comenzando su estudio sobre el mundo de la arqueoastronomía.
El Zodiaco de Dendera es la única representación circular de la astronomía que se encuentra dentro de la antigüedad egipcia. Todas las demás referencias al zodíaco o a la astrología son cuadradas o piramidales en forma y diseño. El zodiaco en sí representa los 360 días del año egipcio, con treinta y seis decanos dispuestos de una manera circular. Un decanato representa un tercio de la duración de una constelación zodiacal. Doce signos con tres decanos cada uno significa treinta y seis decanatos en total. Esta es una métrica que los astrólogos occidentales siguen utilizando hasta nuestros días.
Emerge una clara comparación
El renombrado egiptólogo inglés Gerald Massey fue capaz de conciliar cada uno de los signos zodiacales occidentales tradicionales con un homólogo egipcio.
Mirando el Zodiaco de Dendera, el carnero de Aries se corresponde con
la deidad de la cabeza de carnero Amón. Tauro se corresponde con Osiris,
a veces denominado “El Toro de la Eternidad“, mientras que los dos peces de Piscis es significada por dos cocodrilos nadando en direcciones opuestas. Para cada constelación en el zodiaco occidental tradicional, hay un equivalente egipcio con el mismo simbolismo;
que van desde Khnum la cabra con las mismas características que
Capricornio, a Atum, la deidad cabeza de león que se parece a Leo. La
imagen de Isis llevando a Horus en sus brazos es sinónimo de la
constelación de Virgo, y se asemeja a la imagen de la Virgen María
llevando a Jesús. Significado Estacional
La cuestión importante sigue siendo; ¿qué significaban estos símbolos y qué importancia les daban los egipcios? Para los egipcios, cada signo del zodiaco correspondía con una estación del año que se creía que era gobernada por una deidad específica. El escarabajo que significaba para nosotros cáncer era simbólico del verano, mientras que las escalas de Libra significaron el equinoccio otoñal. Puedes notar que, aunque las doce constelaciones aparecen en el Zodiaco de Dendera, las colocaciones de algunos son algo distorsionadas y sesgadas. El cangrejo de Cáncer parece haber sido deliberadamente colocado hacia el centro del zodíaco, dando lugar a una configuración en espiral del zodíaco. No está claro por qué se incorporó esta opción al diseño; el mes de cáncer puede haber tenido un significado particular.
Para los egipcios, cada temporada tuvo un efecto único en el paso de
los días dentro del calendario de 360 días. Las horas en un día no se
midieron de manera estática y fija, sino que estaban sujetas a cambios de estación en temporada. El zodiaco también representó el movimiento de la estrella Sirius; una estrella de primera importancia para los antiguos egipcios. Sirius que se levantaba desde el horizonte marcaba el comienzo del Año Nuevo, sin embargo, esta fecha cambiaría en ocho días y medio cada mil años. Al signo de Acuario le fue dada gran importancia, ya que representaba el signo de la inundación, lo que significa un tiempo de inundación. Los egipcios usarían a Sirius como un marcador para indicar cuándo ocurriría la inundación anual del Nilo, en lo que ahora llamaríamos el mes de junio.
¿La astronomía más antigua?
Sin lugar a dudas, los antiguos egipcios deiron una gran importancia a
la astronomía y al movimiento de los astros, sin embargo, ¿dónde encajaba la construcción del zodíaco en la línea de tiempo? Charles Dupuis, un estudioso de la Revolución pre-francesa cree que la astrología egipcia se originó hace 14.000 años atrás; 10.000 años antes de la cronología comúnmente aceptada de 4000 a. C. Dupuis creía que los antiguos egipcios estaban más adelantados que los antiguos griegos en su conocimiento de la astronomía, llegando hasta el punto de etiquetar a los hijos de los griegos en comparación.
El zodiaco de Dendera calcó la eclíptica del sol, que se refiere a la trayectoria circular de la órbita del sol. La configuración de los patrones en el zodíaco indicaba una característica extraña; la
disposición de las constelaciones muestra una fecha que ocurrió por lo
menos 650 años antes de la construcción del zodiaco sí mismo. El solsticio entre Géminis-Cáncer muestra la posición de una eclíptica que debería haber existido en 650 a. C. Los eruditos franceses creyeron que el zodiaco de Dendera era millares de años más viejo que la fecha bíblica de la creación. Esto indudablemente turbó a la Iglesia, cuyas creencias corrían el riesgo de ser revueltas debido a este extraño nuevo artefacto.
Jean-Francois Champollion, el egiptólogo más destacado de Francia
durante el reinado de Napoleón, pudo rectificar la fecha de la creación
del zodiaco. Examinó los cartouches jeroglíficos que eran adyacentes al
zodíaco, y rastreó los nombres reales a un período de tiempo que oscila entre el 100 – 20 a. C., que era bien el período de Ptolomeo tardío o Augusto.
La opinión de Champollion tenía mucho peso, dado que fue el primero en
descifrar los jeroglíficos de la infame Piedra de Rosetta. El
Papa estaba tan agradecido por la revisión de Champollion que ofreció
hacerle cardenal dentro de la iglesia, a pesar de que él era ateo.
¿Por qué la astronomía era tan importante?
En el gran esquema de las cosas, ¿cuál es el propósito de estudiar la astrología antigua?
El hecho de que casi todas las civilizaciones antiguas hicieron un
punto para documentar el movimiento de las estrellas y centrarse en doce
constelaciones distintas puede ayudarnos a reconstruir la narrativa más grande de la historia humana. El psicólogo Carl
Jung creía que ciertas imágenes y símbolos estaban incrustados en el
subconsciente de nuestros antepasados más antiguos, conocidos como
arquetipos.Estos arquetipos son de alcance universal y reconocibles por todos los seres humanos. Las primeras civilizaciones transcribieron sus interpretaciones de las estrellas en doce arquetipos distintos que están incrustados dentro de la psique humana. También encontramos que el número doce se repite en muchos puntos de la historia y la mitología, que van desde las
doce tribus de Israel, las doce pruebas de Hércules, a los doce
discípulos de Jesús y los doce puntos originales de la masonería. El hecho de que las representaciones de cada signo del zodíaco se repitan a través de casi todas las civilizaciones puede
llevarnos a creer que hay algún significado oculto dentro de esta
historia continua, cuyas imágenes se repiten a lo largo de diferentes
períodos de tiempo. La idea de un monomito universal ha sido
discutida con gran detalle por los autores Giorgio DeSantillana y Hertha
von Dechend, en su libro Hamlet’s Mill, en el que los autores señalan distintas similitudes entre los mitos celestiales de casi todas las culturas del mundo. La misma conclusión fue aprehendida por Joseph Campbell, quien una vez afirmó que los mitos del mundo “se parecen unos a otros como dialectos de una sola lengua“.
El zodiaco de Dendera fue finalmente robado y llevado a Francia en 1821 por el ingeniero Jean Lelorrain, que usó pólvora y explosivos para romper el zodiaco libre de su lugar legítimo en el techo del templo.
El zodiaco ahora descansa en un diverso techo, en la exhibición de las
antigüedades egipcias del museo famoso del Louvre en París.
En las márgenes del Hudson, a los pies de las altas montañas
encantadas de Kaatskill, hay una aldea fundada por los colonizadores de
la época de Peter Stuyvesant. En esta aldea, durante el reinado de Jorge
III de Inglaterra, vivía Rip Van Winkle, que estaba casado con una
mujer tan pendenciera y desagradable, que no le dejaba vivir. Cuando los
agrios sermones de su mujer le molestaban demasiado, Rip Van Winkle se
iba de su casa y vagaba por el pueblo, sin ocuparse de su granja. Pero
como ella no le dejaba en paz en ninguna parte, cogía a veces su
escopeta y se perdía en los bosques, seguido de su perro.
Así fue
como un día subió hasta un picacho perdido en las montañas de Kaatskill,
y cuando se disponía a volver a su pueblo, oyó una voz que le llamaba
por su nombre.
—¡Rip Van Winkle! ¡Rip Van Winkle!
Miró a su
alrededor, y vio venir a un hombre vestido a la moda de antiguos
colonizadores holandeses, que llevaba sobre sus hombros un enorme
barril. El aparecido le pidió ayuda, y Rip Van Winkle, que nunca se la
negó a nadie, le ayudó a llevar el barril por extraños y perdidos
caminos; de vez en cuando se oían ruidos extraños, como si tronase entre
las montañas. Llegaron a una gran planicie.
Allí, varios hombres,
vestidos a la antigua usanza holandesa, jugaban a los bolos. Rip Van
Winkle ayudó al hombre del barril a dejarlo en el suelo y todos bebieron
de el; después continuaron su juego, sin hacerle caso, y el ruido de
los bolos era como el de los truenos entre las montañas. Entonces Rip
Van Winkle decidió probar el líquido del barril, y era un vino tan
bueno, que bebió una y otra vez hasta que el sueño lo venció y se quedó
dormido.
Cuando despertó, se encontró en el mismo picacho donde
había encontrado al holandés; su escopeta estaba enmohecida y vieja, y
el perro había desaparecido. Bajó de las montañas apresuradamente; pero
al entrar en su pueblo sólo encontró en el gentes desconocidas que le
miraban con extrañeza. Entonces advirtió que estaba viejo y encorvado, y
la barba le llegaba hasta los pies. Su casa estaba derruida y
abandonada. Preguntó por sus antiguos vecinos: unos habían muerto, otros
se habían ido del pueblo y sólo alguno quedaba por allí; su mujer
también había muerto. Rip Van Winkle había dormido veinte años en las
montañas encantadas de Kaatskill.
Y se dice que en estas montañas
el descubridor del río, Hendrick Hudson, se entretiene de vez en cuando
con su tripulación en jugar a los bolos, y que el ruido que hacen se oye
como si rodasen los truenos en las montañas. Y desde que ocurrió esta
aventura, cuando un marido es un Juan Lanas y su mujer le domina, dicen
en el pueblo que debiera echarse un trago del vino de Rip Van Winkle.
Las banshees son las hadas irlandesas de la muerte, procedentes de las leyendas y la mitología celta.
Su nombre significa “mujer hada” y “mujer de las colinas”, ya que en
ocasiones aparece caminando errante por las colinas, donde incluso
permanece varios días sin rumbo fijo.
Su
apariencia es la de una mujer etérea, en ocasiones una joven doncella
y, en otras, una bruja vieja y repugnante. Su cara es pálida y tiene los
ojos enrojecidos, casi ensangrentados, por el dolor y el llanto. Según
la leyenda, suele vestir de verde o azul y lleva una capa gris.
Las banshees anuncian con su llanto y su grito que la muerte está
cerca. Su canto es estridente y aterrador, otras veces es un sollozo
horrible que hiela la sangre y que sólo puede escuchar la persona que va
a morir.
Algunas banshees que están emparentadas o vinculadas con una familia
concreta, y su canto se escucha cada vez que perece algún miembro dicha
familia. En estos casos, no sólo son escuchadas por el moribundo sino
por todos los familiares.
Hay veces en que sólo se las oye y otras en que, además, se las ve.
Aparecen también en los funerales, acompañando el alma del cadáver al
plano de los muertos.
Las banshees que están unidas a una familia no desaparecen
inmediatamente tras la muerte, sino que se quedan algunos días después
del fallecimiento, lavando en algún río o arroyo lejano las mortajas del
miembro fallecido
Kikimora es una criatura legendaria , un espíritu de casa femenina en la mitología eslava (especialmente oriental). Su papel en la casa suele estar yuxtapuesto con el del domovoy , mientras que uno de ellos se considera un espíritu "malo", y el otro, un "bueno".
Cuando la kikimora habita en una casa, vive detrás de la estufa o en la
bodega, y suele producir ruidos similares a los hechos por los ratones
para obtener alimento. Kikimory (en plural) fue la primera explicación tradicional de la parálisis del sueño en el folklore ruso. La palabra kikimora puede haber derivado de Udmurt (Finn-Ugric) palabra kikka-murt , que significa espantapájaros (literalmente bag-made persona ), aunque otras hipótesis etimológicas también existen. El OED vincula mora con la yegua de la pesadilla ;
además, la evidencia lingüística inconclusa sugiere que la palabra
francesa cauchemar también podría derivarse de la misma raíz. En el folklore polaco , las mora
son las almas de los seres vivos que salen del cuerpo durante la noche,
y son vistos como mechones de paja o pelos o como polillas. En consecuencia, la mora polaca , můra checa denotar tanto una especie de elfo o espíritu, así como una " polilla de la esfinge " o "mariposa de la noche". Otras lenguas eslavas con cognados que tienen el doble significado de polilla son: morakashubiana , y mora eslovaca
En croata, mora se refiere a una "pesadilla".Mora o Mara es uno de los espíritus de la antigua mitología eslava.
Mara era un espíritu oscuro que toma una forma de mujer hermosa y luego
visita a los hombres en sus sueños, torturándolos con deseo, y
arrastrando la vida fuera de ellos. En Serbia, una yegua se llama mora , o noćnik / noćnica ("criatura nocturna", masculina y femenina respectivamente). En Rumania eran conocidos como Moroi .
Es una creencia común que mora
entra en la habitación a través del ojo de la cerradura, se sienta en
el pecho de los durmientes e intenta estrangularlos (de ahí moriti , "torturar", "incomodar", "estrangular"). Para repeler las moras , se aconseja a los niños que miren la ventana o que giren la almohada y hagan un signo de cruz en ella ( prekrstiti jastuk ); a principios del siglo XIX, Vuk Karadžić menciona que la gente rechazaría moras
dejando una escoba boca abajo detrás de la puerta, colocando su
cinturón encima de sus sábanas, o diciendo un elaborado poema de oración
antes de dormir.
Hay dos clases diferentes de Kikimoras. El que viene del bosque está casado con el Domovoi . El otro viene del pantano ( ruso : кикимора болотная ) y está casado con Leshy . Se dice que ella puede ser identificada por sus huellas mojadas. Cuando los constructores querían causar daño a alguien que compraba una casa, traerían a Kikimora. Una vez que está dentro, es difícil conseguir que se vaya. Cuando la casa está en orden, Kikimora se ocupa de los pollos y las tareas domésticas. Si no, silba, rompe platos y hace ruidos por la noche. Ella también sale por la noche a girar La leyenda es la base de Kikimora ( op.63 ), un poema de tono para la orquesta de Anatoly Lyadov .
Lyadov escribió que "crece con un mago en las montañas." Desde el
amanecer hasta la puesta del sol, el gato del mago regala a Kikimora con
fantásticos cuentos de la antigüedad y lugares lejanos, mientras
Kikimora oscila en una cuna de cristal. madurez, momento en el que su
cabeza no es más grande que un dedal y su cuerpo no más ancho que una
hebra de paja.Kikimora gira el lino desde el anochecer y al amanecer,
con malas intenciones para el mundo.
El Kikimora es mencionado por el escritor ruso " New Age " Vladimir Megre en The Space of Love , el libro 3 de su serie "Ringing Cedars". Megre compara a un hombre que se casa imprudentemente basado en la apariencia y la moda de alguien que se casa con un Kikimora.
Una nota de pie de página en la versión inglesa describe a la Kikimora
como una fantasma malévola que se dice que se une a una casa particular y
perturba a los habitantes, especialmente a los varones.
Por extensión, el término también puede sugerir a una mujer fea vestida
de mala manera, malhumorada y refunfuñando, esforzándose por hacer la
vida de su marido (y de los hombres en general) insoportable.