Mitología sumeria: el descenso de Inanna al Inframundo
El
Descenso de Inanna (conocido también como ‘Descenso de Inanna al
Inframundo’) es una obra literaria de la antigua Mesopotamia,
concretamente sumeria. Este relato, escrito originalmente en cuneiforme y
grabado sobre tablillas de barro, está redactado en forma de poema. El
Descenso de Inanna nos cuenta la historia del viaje de la diosa y
heroína sumeria homónima al Inframundo para visitar y desafiar el poder
de su hermana Ereshkigal, que había enviudado recientemente. El poema
está cargado de significado y simbolismo, y ha sido objeto de
interpretaciones muy diversas.
Diosa del sexo y de la guerra
Inanna
es una diosa de la mitología sumeria, conocida también como Ishtar en
el panteón acadio. Está considerada una de las deidades más importantes
del panteón mesopotámico, y es conocida principalmente como diosa del
amor sexual, aunque también cuenta con la reputación de ser diosa de la
guerra. Inanna es una de las deidades mesopotámicas más complejas, ya
que posee atributos que parecen contradecirse entre sí. En ocasiones es
retratada como una joven sometida a la autoridad patriarcal, mientras
que otras veces aparece representada como una figura ambiciosa que busca
expandir su propia espera de influencia. Este último rasgo es el que se
hace patente en el poema del Descenso de Inanna.
Ishtar/Inanna como diosa guerrera victoriosa, presentando cautivos enemigos ante el rey (Public Domain)
Uno de los poemas más antiguos del mundo
Se
estima que el Descenso de Inanna fue compuesto entre los años 3500 a.
C. y 1900 a. C., aunque algunos investigadores han sugerido que podría
haber sido creado en fechas aún más tempranas. El poema incluye 415
versos y, en comparación, el Descenso de Ishtar babilónico está escrito
únicamente en 145 versos. Se ha sugerido que esta diferencia se debió a
la influencia del patriarcado, que disminuyó el poder y la importancia
de esta diosa a lo largo del II milenio a. C.
En
esta tablilla cuneiforme de terracota está escrito el mito de “Inanna
prefiere al labrador.” En este mito, Enkimdu (dios de la agricultura) y
Dumuzi (dios del pastoreo y la vegetación) intentan ganarse la mano de
la diosa Inanna. (CC by SA)
El Descenso de Inanna empieza con los siguientes versos: “Desde
el gran cielo Ella puso sus ojos en el gran infierno. Desde el gran
cielo la diosa puso sus ojos en el gran infierno. Desde el gran cielo
Inanna puso sus ojos en el gran infierno. Mi señora dejó el cielo, dejó
la tierra y descendió al inframundo.” Una posible explicación del
interés de Inanna en el Inframundo es que esperaba poder extender el
alcance de su poder hasta esos dominios, cuya reina era su propia
hermana, Ereshkigal.
Cuando Inanna
llega a las puertas del Inframundo, informa al portero y guardián Neti
de que ha acudido para asistir a los ritos funerarios de Gugalanna, el
Toro Celestial, quien era además esposo de Ereshkigal. Cuando la noticia
llega a oídos de Ereshkigal, ésta no se alegra lo más mínimo de la
visita, más bien todo lo contrario, y ordena que se cierren y aseguren
las siete puertas del Inframundo para impedir la entrada de su hermana.
De este modo, solo se permite a Inanna traspasar las puertas de una en
una, y antes de cruzar cada una de ellas debe desprenderse de alguna de
sus regias vestiduras.
Sello
cilíndrico en el que aparece representado el descenso de Inanna al
inframundo (The Oriental Institute, Universidad de Chicago)
Para
cuando Inanna alcanza finalmente el salón del trono de Ereshkigal, se
encuentra desnuda ante su hermana al haberse despojado de todas sus
vestiduras, y por tanto indefensa. Ereshkigal superaba en poder a su
hermana, a la que “convirtió en cadáver” y “colgó de un gancho”. Antes
de entrar en el Inframundo, Inanna había dado instrucciones a su
asistente la diosa Ninshubur sobre cómo acudir en su ayuda en el caso de
que fracasara y no consiguiera regresar a la hora esperada. De este
modo, Ninshubur se presentó ante el dios Enki, padre de Inanna, para
pedirle ayuda. Aunque Inanna fue resucitada con éxito por los sirvientes
enviados por su padre, no fue capaz de marcharse del Inframundo tan
fácilmente como había conseguido entrar.
Ereshkigal, Reina del Inframundo (mesopotamiangods)
Era
necesario encontrar un sustituto que ocupara su lugar, y los sirvientes
de Enki lo buscaron en un principio entre algunas de las devotas de
Inanna, aunque la diosa les detuvo, ya que todas estaban de luto,
lamentando la supuesta muerte de su señora. Finalmente, Inanna se
encuentra con Dumuzi, su esposo, quien claramente no estaba de luto, ya
que apareció ante ella “vestido con magníficos ropajes y majestuosamente
sentado en su trono”. Inanna se enfureció entonces con Dumuzi y ordenó
que le apresaran.
Dumuzi ruega
entonces a Utu, dios del sol, que le salve, y de este modo es
transformado en serpiente para facilitar su huida. Sin embargo, es
capturado cuando intentaba escapar y finalmente conducido al Inframundo.
Geshtinanna, hermana de Dumuzi, se ofrece como voluntaria para ocupar
el lugar de su hermano, de modo que finalmente se decide que Dumuzi y su
hermana pasarán cada uno de ellos la mitad del año en el Inframundo. Al
igual que en el mito griego de Perséfone y Deméter, este relato
explicaba de forma simbólica la sucesión de las estaciones del año.
La diosa Inanna es una de las deidad...
Este contenido ha sido publicado anteriormente en codigooculto.com. Puede leer más: en http://codigooculto.com/2020/03/inana-diosa-sumeria-descenso-inframundo/ © CODIGO OCULTO
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