lo largo de la historia humana y casi en cada rincón de este planeta se ha hecho referencia a los hombres lobo: en Grecia se les conocía como Licántropos; en España y países de habla hispana como hombres lobo; en Irlanda, faoladh; en Alemania, werwolf; en Dinamarca, Varulv; en Portugal y Centroamérica, lobizón; y si recorriéramos pueblo a pueblo, comunidad a comunidad seguro nos contarían una o varias historias donde la figura central es un ser mitad hombre, mitad lobo que durante las noches recorre los poblados en busca de una víctima de la cual alimentarse. A pesar del sinfín de leyendas en torno a este ser, existen pocas pruebas de su verdadera existencia; la Bestia de Gévaudan es, sin embargo, un ser cuya historia está basada en hechos históricos ampliamente documentados.Gévaudan era un tranquilo poblado ubicado en la actual Lozère, al sur de Francia, hasta que en 1764 sus habitantes comenzaron a vivir con el terror de ser atacados por una bestia a la que muchos identificaron como un lobo gigante, aunque historias más oscuras aseguran que era algo más que una simple bestia (la mayoría de las víctimas que sobrevivieron a los ataques aseguraban que parecía un lobo, pero que era capaz de ponerse de pie tal como lo hace un hombre, especialmente cuando había arrinconado a su víctima), Satán mismo o una especie de ghoul que se alimentaba de la sangre de los pobladores de Gévaudan. Lo cierto es que lobo, Sátán o ghoul, además de Gévaudan, se registraron en ese mismo periodo ataques relacionados con este ser en otros poblados de Francia, como es el caso de Auvernia, Vivarais y Rouergue.
Todo comenzó en 1764, cuando una mujer sobrevivió al ataque de esta bestia gracias a que unos bueyes lo ahuyentaron; desafortunadamente, el lobo volvió unos días después para cobrar la vida de Jeanne Boulet, una niña de 14 años, el 30 de junio de ese mismo año. A partir de ese mes los asesinatos se incrementaron y para la llegada del invierno las sospechas de que se trataba de dos bestias se hizo más fuerte.
Por otro lado, a pesar de que Francia ya había sufrido continuos ataques de lobos a lo largo de su historia, la Bestia de Gévaudan vino a poner al pueblo de cabeza al punto de ganar la atención no sólo de la prensa de aquel tiempo, sino también del propio Rey de Francia, Louis XV, cuando en enero de 1765 un grupo de niños pastores, liderados por Jacques Portefaix de tan sólo 12 años, se enfrentaron al animal y lograron herirlo; como premio el rey decidió pagar la educación de Portefaix.
Pero la historia no terminó ahí, puesto que los ataques continuaron, así Louis XV contrató a Jean Antoine Vaumesle d’Enneval y su hijo Jean François, ambos cazadores, con la encomienda de capturar y matar a la bestia, que ya por aquel entonces era conocida con el nombre de Bestia de Gévaudan. Aunque estos cazadores mataron a varios lobos en la región, los ataques continuaron a tal punto que la historia llegó a ser bien conocida en el resto de Europa.
En junio de 1765 el rey contrató a su teniente real Francois Antoine para que cazara al monstruo, Antoine cumplió muy bien su tarea y al igual que sus predecesores mató a varios lobos. En septiembre de ese mismo año cazó un lobo que por su tamaño parecía ser la famosa bestia, de hecho, lo llevaron a Versalles para exponer su cuerpo en los jardines reales. Por fin, no sólo en Gévaudan, sino en los poblados cercanos la gente pudo respirar tranquilamente al pensar que la bestia había sido capturada y asesinada, no imaginaban que estaban muy lejos de librarse de este monstruo.
En diciembre de 1765 nuevos asesinatos aterrorizaron una vez más a los lugareños de Gévaudan, las víctimas siguieron cayendo durante 1766 y se recrudecieron durante la primavera de 1767, hasta que el 19 de junio de ese año se organizó una cacería masiva y Jean Chasel por fin pudo disparar y matar a lo que esta vez parecía ser la verdadera Bestia de Gévaudan, ya que después no se reportaron nuevas víctimas.
A partir de ese momento, se cuentan varias historias que nadie ha podido constatar, la más conocida dice que Chasel utilizó una bala de plata bendita y antes de disparar tuvo tiempo de realizar una oración, además una vez que la bestia fue descuartizada, encontraron restos humanos en su estómago.
La bestia de Gévaudan cobró la vida de entre 60 y 100 personas, aunque estudios realizados en 1987 sugieren que este animal pudo haber asesinado a más de 200 personas. Sin embargo, aún hoy en día nadie sabe a ciencia cierta qué bestia fue exactamente la que cobró la víctima de tantas personas, no se sabe si realmente era sólo una e, incluso, no se sabe si realmente fue vencida o desapareció sin dejar rastro.
Fuente:
Wikipedia.
Todo comenzó en 1764, cuando una mujer sobrevivió al ataque de esta bestia gracias a que unos bueyes lo ahuyentaron; desafortunadamente, el lobo volvió unos días después para cobrar la vida de Jeanne Boulet, una niña de 14 años, el 30 de junio de ese mismo año. A partir de ese mes los asesinatos se incrementaron y para la llegada del invierno las sospechas de que se trataba de dos bestias se hizo más fuerte.
Por otro lado, a pesar de que Francia ya había sufrido continuos ataques de lobos a lo largo de su historia, la Bestia de Gévaudan vino a poner al pueblo de cabeza al punto de ganar la atención no sólo de la prensa de aquel tiempo, sino también del propio Rey de Francia, Louis XV, cuando en enero de 1765 un grupo de niños pastores, liderados por Jacques Portefaix de tan sólo 12 años, se enfrentaron al animal y lograron herirlo; como premio el rey decidió pagar la educación de Portefaix.
Pero la historia no terminó ahí, puesto que los ataques continuaron, así Louis XV contrató a Jean Antoine Vaumesle d’Enneval y su hijo Jean François, ambos cazadores, con la encomienda de capturar y matar a la bestia, que ya por aquel entonces era conocida con el nombre de Bestia de Gévaudan. Aunque estos cazadores mataron a varios lobos en la región, los ataques continuaron a tal punto que la historia llegó a ser bien conocida en el resto de Europa.
En junio de 1765 el rey contrató a su teniente real Francois Antoine para que cazara al monstruo, Antoine cumplió muy bien su tarea y al igual que sus predecesores mató a varios lobos. En septiembre de ese mismo año cazó un lobo que por su tamaño parecía ser la famosa bestia, de hecho, lo llevaron a Versalles para exponer su cuerpo en los jardines reales. Por fin, no sólo en Gévaudan, sino en los poblados cercanos la gente pudo respirar tranquilamente al pensar que la bestia había sido capturada y asesinada, no imaginaban que estaban muy lejos de librarse de este monstruo.
En diciembre de 1765 nuevos asesinatos aterrorizaron una vez más a los lugareños de Gévaudan, las víctimas siguieron cayendo durante 1766 y se recrudecieron durante la primavera de 1767, hasta que el 19 de junio de ese año se organizó una cacería masiva y Jean Chasel por fin pudo disparar y matar a lo que esta vez parecía ser la verdadera Bestia de Gévaudan, ya que después no se reportaron nuevas víctimas.
A partir de ese momento, se cuentan varias historias que nadie ha podido constatar, la más conocida dice que Chasel utilizó una bala de plata bendita y antes de disparar tuvo tiempo de realizar una oración, además una vez que la bestia fue descuartizada, encontraron restos humanos en su estómago.
La bestia de Gévaudan cobró la vida de entre 60 y 100 personas, aunque estudios realizados en 1987 sugieren que este animal pudo haber asesinado a más de 200 personas. Sin embargo, aún hoy en día nadie sabe a ciencia cierta qué bestia fue exactamente la que cobró la víctima de tantas personas, no se sabe si realmente era sólo una e, incluso, no se sabe si realmente fue vencida o desapareció sin dejar rastro.
Fuente:
Wikipedia.
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