Los kelpies son caballos con figura humana, según la mitología celta, que adoptaba forma de caballo o de hombre según su antojo.
Cuenta la leyenda, que en el río que bordea toda la ciudad de Glasgow, en Escocia, vivía hace muchos muchos años un kelpie. Era un caballo dotado con el poder de tomar forma humana y durante la noche se convertía en un apuesto joven capaz de enamorar a las doncellas mas bellas de la región.
La hija del alcalde de la cuidad , decidió dar un día un paseo acompañada de sus amigas por la ribera del río. Las muchachas iban entretenidas charlando, cantando y riendo alegremente durante su paseo hasta que una de ellas diviso a un hermoso caballo bebiendo a la orilla del río.
Estaba junto a unas piedras y su belleza era reresplandeciente, casi enigmatica. La hija del alcalde , hechizada por tanta belleza, no pudo sucumbir a sus encantos y se dirigió a donde estaba el animal.
Cuando estaba junto a el, acaricio su lomo y le susurro algo al oído, algo que nadie sabe que fue. Al llegar la noche, salio a hurtadillas de su casa, sin saber bien el porqué, en busca del hermoso animal que había visto por la mañana.
Se dirigió al mismo lugar donde se encontró con el caballo, pero para su sorpresa en su lugar , había un apuesto joven, alto, rubio, de una belleza impresionante y con la piel blanca como una hoja de papel.
Pasaron esa noche juntos, y se enamoraron de tal forma que la joven se escapaba todas las noches de su casa para encontrarse con su amante. Un ser de tal belleza que parecía salido de un cuento de hadas con el que contemplaba el atardecer y el amanecer.
Una mañana, su cama apareció vacía y todos empezaron a buscarla por todas partes pero sim hallar rastro de ella. Su búsqueda duro días y dias, alargándose a lo largo de los meses pero sin obtener resultado alguno. Nadie supo nunca su paradero.
Según cuenta la leyenda , la muchacha se enamoro de tal manera del kelpie que decidió ser su esposa. Dicen que muchas mañanas se puede ver al kelpie llevando en su lomo un niño pequeño. Un niño rubio de tez blanca como el muchacho que conoció una noche la hija del alcalde en la ribera del río.
Cuenta la leyenda, que en el río que bordea toda la ciudad de Glasgow, en Escocia, vivía hace muchos muchos años un kelpie. Era un caballo dotado con el poder de tomar forma humana y durante la noche se convertía en un apuesto joven capaz de enamorar a las doncellas mas bellas de la región.
La hija del alcalde de la cuidad , decidió dar un día un paseo acompañada de sus amigas por la ribera del río. Las muchachas iban entretenidas charlando, cantando y riendo alegremente durante su paseo hasta que una de ellas diviso a un hermoso caballo bebiendo a la orilla del río.
Estaba junto a unas piedras y su belleza era reresplandeciente, casi enigmatica. La hija del alcalde , hechizada por tanta belleza, no pudo sucumbir a sus encantos y se dirigió a donde estaba el animal.
Cuando estaba junto a el, acaricio su lomo y le susurro algo al oído, algo que nadie sabe que fue. Al llegar la noche, salio a hurtadillas de su casa, sin saber bien el porqué, en busca del hermoso animal que había visto por la mañana.
Se dirigió al mismo lugar donde se encontró con el caballo, pero para su sorpresa en su lugar , había un apuesto joven, alto, rubio, de una belleza impresionante y con la piel blanca como una hoja de papel.
Pasaron esa noche juntos, y se enamoraron de tal forma que la joven se escapaba todas las noches de su casa para encontrarse con su amante. Un ser de tal belleza que parecía salido de un cuento de hadas con el que contemplaba el atardecer y el amanecer.
Una mañana, su cama apareció vacía y todos empezaron a buscarla por todas partes pero sim hallar rastro de ella. Su búsqueda duro días y dias, alargándose a lo largo de los meses pero sin obtener resultado alguno. Nadie supo nunca su paradero.
Según cuenta la leyenda , la muchacha se enamoro de tal manera del kelpie que decidió ser su esposa. Dicen que muchas mañanas se puede ver al kelpie llevando en su lomo un niño pequeño. Un niño rubio de tez blanca como el muchacho que conoció una noche la hija del alcalde en la ribera del río.
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