La legendaria Alkonost es otra ave en la mitología eslava. Es igual en
apariencia que la siren, con cuerpo de un ave con la cabeza y el pecho
de una mujer.
El nombre proviene de la de semi-diosa griega Alcíone (una hija de Eolo – dios de los vientos / no confundir con una de las pleyades de igual nombre), es la esposa de Ceix,
un hijo de Fósforo (en Lucero de la mañana). Según el mito griego. Ceix
marchó a Claros (Jonia) para consultar un oráculo, pero naufragó
durante la travesía, ahogándose. Sabiendo de la muerte de su esposo por Morfeo,
Alcíone se arrojó al mar. Los dioses transformaron a la pareja en
martines pescadores o alciones. Se cuenta que cuando estos pájaros
hacían su nido en la playa y las olas amenazaban con destruirlo. Eolo
contenía sus vientos y hacía que las olas se calmasen los siete días
anteriores al día más corto del año (y varios después), para que
pudiesen poner sus huevos. Estos días pasaron a llamarse «días del
alción», y en ellos nunca había tormentas, por lo que este pájaro se
convertiría en símbolo de la tranquilidad.
De igual forma las Alkonosts, ponen sus huevos en las costas cerca del
mar, después de ponerlos el mar se calma por un período de seis o siete
días, el punto de que los huevos eclosionan, junto con la aparición de
una tormenta. Para la Iglesia Ortodoxa Rusa la Alkonost personifica la voluntad de Dios.
Ella vive en el paraíso, pero viene a nuestro mundo para entregar un
mensaje. Su voz es tan dulce que nadie puede olvidar audiencia todo.
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