Carbonero bebedor y bonachón, gigante mítico de las montañas,
noticia de la llegada del niño Jesús, castigador temible o anunciador
del solsticio de invierno. La ancestral
historia de
Olentzero
es tan variada como las formas que ha adoptado a lo largo de ella,
algunas incluso antagónicas. La figura que a día de hoy desfila todos
los
24 de
diciembre por
Euskadi y
Navarra repartiendo regalos ha sobrevivido a lo largo de los siglos adaptándose a épocas y creencias.
Olentzero, que significa “tiempo de lo bueno”, está asociado con los
festejos del solsticio de invierno anteriores al cristianismo como los
Saturnales romanos, que celebraban el fin del periodo más oscuro del
año. Los días comienzan a alargarse y la luz triunfa sobre las
tinieblas. “Es un personaje que sigue una tradición que existe en muchos
pueblos con bosques, como en Baviera o el Tirol”, explica Xabier
Martínez Álava, miembro de la Asociación de Amigos del Olentzero de
Pamplona.
La llegada del cristianismo a Navarra cambió su rol. Bajo la nueva
fe, el personaje mitológico se convirtió en anunciador de la llegada de
Jesucristo. También se asocia a la Iglesia su fisionomía obesa y la
condición de borracho, en un intento de caricaturizarlo. En sus
orígenes, los jóvenes del pueblo portaban un muñeco de paja que paseaban
por las calles, recogiendo dinero y comida para luego hacer una
merienda. “En ocasiones se quemaba, simbolizando el cierre de un ciclo,
aunque no era práctica habitual”, indica Martínez Álava
.
La figura de Olentzero, sin embargo, no ha estado asociada siempre al
carácter festivo. A veces se ha convertido en un personaje de terror.
En el siglo XVIII se avisaba a los niños de que bajaba por la chimenea
con su hoz y, a aquellos que no estuviesen dormidos, les cortaba el
cuello. El proceso de cristianización de la figura también tiene su
reflejo en las amenazas a adultos, quienes en sus orígenes podían correr
la misma suerte si no mantenían limpias sus chimeneas. Esta norma se
desvió hacia aquellos que no cumpliesen con el ayuno.
San Nicolás y el tronco de Navidad
“En muchos pueblos existe el tronco de navidad, que se quemaba y
cuyas cenizas se guardaban durante todo el año como símbolo de
purificación del pasado, una tradición relacionada también con
Olentzero”, destaca Martínez Álava. Esa tradición abarcaba todos los
Pirineos y consistía en encender un pesado tronco el día de Nochebuena,
que debía permanecer vivo hasta Nochevieja o el día de Reyes. Sus
denominaciones son muy variadas: sukilero, la tronca, el tió, la toza o
la rabasa son algunas de ellas. Según la leyenda, Olentzero bajaba de
las montañas el 24 de diciembre a las doce en punto para calentarse
junto al tronco encendido.
La figura del carbonero mitológico se asocia también con la
celebración de San Nicolás, un festejo de los niños europeos que tenía
lugar el seis de diciembre y en la que se repartían regalos. Los
emigrantes europeos llevaron esta celebración a Estados Unidos donde en
el siglo XX se fundirían las distintas imágenes dando lugar a Santa
Claus. Olentzero, fiel a los designios humanos, se convirtió también en
repartidor de regalos.
Los cambios físicos y de personalidad de Olentzero son habituales en
su larga tradición. Ahora es más estilizado, luce barba gris y tiene
mujer, Mari Domingi, que desfila junto a él. La pipa que siempre lo
acompañaba también desapareció cuando se decidió que no fumara. Lo que
sí es una constante es su presencia histórica, que ha sobrevivido
durante siglos. “Este personaje de la mitología vasca nunca ha
desaparecido de la zona de Lesaka (Navarra), su cuna; incluso en la
época franquista, en la que se intentó borrar la cultura vasca, se
celebraban concursos de Olentzero”.
El aspecto de los regalos ha influido notablemente en su popularidad,
que crece por todo el País Vasco y Navarra, expandiéndose por zonas
alejadas de su hábital habitual, la montaña, como la Ribera navarra o
zonas de Álava y Bizkaia. “Está siendo un personaje aglutinador -explica
Martínez Álava-; también hay mucho de ese papel de Papá Noel vasco pero
eso sí, sin ser una pelea entre personajes: Olentzero comienza la
navidad y los Reyes Magos la terminan, y a un chaval pueden traerle
regalos ambos”.
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