[“Porque Adán fue formado primero, después Eva; y
Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión.” (La Biblia, 1ra de Timoteo, Capítulo 2, Versículo 13)]
Adentrándonos ya en el “origen” de la versión griega de la misoginia y
como hemos visto en la publicación anterior, Pandora es una creación
del dios Hefesto
(guiado por una idea de Zeus) que sirve a los “Olímpicos” como
instrumento para castigar a los humanos por hacerse y disfrutar del
fuego, proporcionado por el titán Prometeo. Es decir que, en una primera
lectura, podemos entender que el castigo que se les perpetra a los
hombres es la invención de la mujer, la “costilla” que en la tradición
judeo-cristiana Dios saca a Adán para crear a Eva. Ahora bien, el
castigo consiste en entregar a Pandora como esposa a Epimeteo,
hermano de Prometeo. Esta estratagema es pensada por Zeus ya que, el
“beneficiado”, había recibido como regalo de los dioses un hermoso cofre
que, no obstante, no podía ser abierto, ya que contenía ocultos todos
los males de la humanidad. Pandora, por su parte, es la primera mujer y
es claramente irresistible: bella, con un cuerpo muy similar en
perfección al de la diosa Afrodita y “sumisa”, ya que casi “no habla ni
molesta” a Epimeteo. Sin embargo, el gran problema de Pandora es la
extremada “curiosidad femenina”, rasgo similar al de la Eva
judeo-cristiana. En efecto, el plan del dios rey del Olimpo era que esta
particularidad en la idiosincrasia de Pandora la llevara a abrir el
cofre o jarrón que Epimeteo poseía en su casa y que contenía todos los
males del orbe.Lo concreto es que Pandora no opuso trabas a la tentación de saber qué contenía la caja o jarrón que su esposo le había prohibido acercársele y abrió la tapa de la misma, de la que escaparon ferozmente casi todos los tormentos allí contenidos. Es decir que dentro de los mitos griegos, este es el punto crucial en el que los mortales serán tales y quienes padecerán el hambre, el dolor, la pena, por nombrar sólo algunos de los males derramados. La tentación y desidia de Pandora desatan el caos de la misma manera en que la imprudencia de Eva de darle un mordisco a la manzana trae aparejado el desbarajuste de la humanidad. Sea una caja o una manzana, entonces, el recurso ideológico es el mismo. En otras palabras, dos de las más influentes religiones de Occidente achacaron a las mujeres el hecho de que en el mundo haya tantas cosas deleznables como las enfermedades, los dolores y hasta la propia muerte. Asimismo, no hay discusión acerca de quién es anterior, si los males o las mujeres, ya que tanto Pandora como Eva son, respectivamente para cada tradición, “la primera mujer”. Antes de la mujer existían, para que los hombres vivieran sin preocupaciones, los "Campos Elíseos” en la Mitología Griega y el "Jarín del Edén” en la mitología hebreo-cristiana, lugares que alcanzan luego una especie de apoteosis y se convierten en espacios atemporales y abstractos para aquellas almas justas que llevaron en su vida terrenal una vida justa y sin pecados.
[“Los hombres deberían engendrar hijos de alguna
otra manera y no tendría que existir la raza femenina: así no habría mal
alguno para los hombres” (palabras de Jasón en la obra “Medea”, del poeta Eurípides, famoso por su abierta misoginia)]
Es significativo agregar, además, que a partir del mito griego de la
esposa de Epimeteo, la frase “Caja de Pandora” comienza a ser utilizada
para referirse a aquellas cosas que parecen insignificantes y comunes
(como el jarrón), pero que en realidad, al destaparse, dejan escapar las
peores atrocidades. Y en ese sentido, cuando Pandora abre el cofre
prohibido y ve el cúmulo de cosas terribles que salieron de él, intenta
instintivamente cerrar la tapa, dejando sólo a resguardo del mundo un
único ente escondido: la esperanza. Es por ello que, entonces, en el cruel mundo en el que vivimos, “lo último que se pierde es la esperanza”…Finalmente, algo para reflexionar: Si la Caja de Pandora escondía todos los males del mundo, ¿la esperanza es uno de ellos? ¿Será que ella es en realidad algo que carece de beneficios para el ser humano? ¿Representa, entonces, una ilusión sin fundamentos que sólo nos provee de una dilación de los males inexorables?
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