Algunos
eran abiertamente viciosos. Otros encubrían su lujuria bajo la capa de
honorabilidad que daba un alto cargo en el gobierno. Otros eran
legalmente incestuosos. Acompáñanos a amonestar a los dioses más
disolutos de la mitología.
El siempre impaciente Zeus
Al
parecer, cuando Zeus no estaba en la cama con su esposa y hermana Hera,
lo estaba con una de sus muchas amantes. Con la inmortal Hera concibió a
Ares y a Hefesto. No hay una cuenta exacta del número de amantes que
tuvo Zeus, pero también fue un gran conquistador de mujeres mortales.
Con su amante mortal Sémele, tuvo a Dionisos, dios del vino. A otra de sus amantes de vida finita, Europa, la sedujo convirtiéndose en toro. Minos, uno de los hijos de Zeus con Europa, dio su nombre a la civilización minoica.
Con su amante mortal Sémele, tuvo a Dionisos, dios del vino. A otra de sus amantes de vida finita, Europa, la sedujo convirtiéndose en toro. Minos, uno de los hijos de Zeus con Europa, dio su nombre a la civilización minoica.
Otra
de las supuestas hijas de Zeus fue Helena. A la mujer que detonó la
Guerra de Troya la habría concebido con Némesis, la diosa de la
justicia. La actividad de Zeus era tan grande, que le alcanzó hasta para
tener gemelos de ambos sexos: Apolo y Artemisa, habidos con Leto.
En la mitología griega, la bisexualidad no era cuestionable. El príncipe troyano Ganímedes era tan apuesto que Zeus se convirtió en águila para raptarlo. Lo hizo su amante y asistente, con la obligación de servirle las copas.
En la mitología griega, la bisexualidad no era cuestionable. El príncipe troyano Ganímedes era tan apuesto que Zeus se convirtió en águila para raptarlo. Lo hizo su amante y asistente, con la obligación de servirle las copas.
El más discreto Apolo
«De
casta le viene al galgo» es un refrán español para significar que los
hijos salen a los padres. No fue exactamente así con Apolo, hijo del
siempre desmandado Zeus. Lo que no quiere decir que el guapo dios griego
de la perfección y de la belleza fuese casto ni mucho menos.
Tuvo varias amantes, entres estas Casandra, quien siendo su sacerdotisa se le ofreció a condición de que le otorgara el don de la profecía. Otra de sus enamoradas fue Calíope, una de las musas que estaban bajo su mando y protección en el Olimpo, con quien tuvo a Orfeo, el músico más importante de la mitología, capaz de tranquilizar a las fieras más feroces con su cítara. Incluso la esposa de un rey troyano visitó la cama de Apolo. Con Hécuba, mujer de Príamo, el apolíneo dios tuvo a Troilo, haciéndolo medio hermano de Héctor, Paris y Casandra, la que compró la facultad de profetizar.
Tuvo varias amantes, entres estas Casandra, quien siendo su sacerdotisa se le ofreció a condición de que le otorgara el don de la profecía. Otra de sus enamoradas fue Calíope, una de las musas que estaban bajo su mando y protección en el Olimpo, con quien tuvo a Orfeo, el músico más importante de la mitología, capaz de tranquilizar a las fieras más feroces con su cítara. Incluso la esposa de un rey troyano visitó la cama de Apolo. Con Hécuba, mujer de Príamo, el apolíneo dios tuvo a Troilo, haciéndolo medio hermano de Héctor, Paris y Casandra, la que compró la facultad de profetizar.
Apolo
también se lió con dos amantes de su mismo sexo, Cipariso y Jacinto. Ya
desde la mitología, los amantes han tratado de impresionarse
mutuamente. Apolo y Jacinto estaban jugando lanzándose un disco. El dios
quiso impresionar al joven lanzándolo con demasiada fuerza y Jacinto no
quiso ser menos e intentó atraparlo, muriendo por el impacto.
Pero o Apolo era más prudente que su feroz y ardoroso padre o sus altruistas obligaciones han permitido cubrir con un manto de respetabilidad su muy activa vida sexual. Aparte de supervisar a las musas de las artes y de las ciencias, Apolo tenía la obligación moral de concientizar a los hombres sobre sus pecados, un papel que Zeus quizá nunca hubiera aceptado.
Pero o Apolo era más prudente que su feroz y ardoroso padre o sus altruistas obligaciones han permitido cubrir con un manto de respetabilidad su muy activa vida sexual. Aparte de supervisar a las musas de las artes y de las ciencias, Apolo tenía la obligación moral de concientizar a los hombres sobre sus pecados, un papel que Zeus quizá nunca hubiera aceptado.
Júpiter no pudo ser menos
La
mitología romana es hija de la griega y Júpiter no pudo haber sido
menos que Zeus, aunque del segundo se hable más. Con su pareja legal,
Juno, tuvo a dos famosos varones, Marte y Vulcano. Uno de sus más
sonados adulterios fue con Ceres, la diosa romana de la agricultura, que
dio su nombre a los cereales.
La pareja concibió a Proserpina y el padre le dio un importante cargo a su hija: la puso a reinar en los Infiernos. Latona fue otra dama mitológica que compartió lecho con Júpiter. De su relación nació Diana, la diosa de la caza.
La pareja concibió a Proserpina y el padre le dio un importante cargo a su hija: la puso a reinar en los Infiernos. Latona fue otra dama mitológica que compartió lecho con Júpiter. De su relación nació Diana, la diosa de la caza.
Los egipcios por lo menos no eran tan atolondrados
En
la mitología, la mezcla de sangre era mal vista y los hermanos se
casaban con sus hermanas. Esto también aseguraba el poder en casa, sin
correr riesgos de perderlo llevando extraños al palacio de gobierno.
Los hermanos Geb, dios de la Tierra y Nut, diosa del Cielo, concibieron dos parejas, una de varones y otra de hembras. El primer varón, Osiris, casó con su hermana Isis y el segundo, Seth, matrimonió con su hermana Neftis. Seth asesinó a su hermano, arrojándolo al Nilo.
Por ese fratricidio, Osiris representa al bien y Seth al mal en la mitología egipcia. Osiris fue resucitado por su mujer a fuerza de amor. La pareja concibió a Horus, el dios del Cielo, que es representado con cabeza de gavilán. El faraón era su encarnación en la Tierra.
Los hermanos Geb, dios de la Tierra y Nut, diosa del Cielo, concibieron dos parejas, una de varones y otra de hembras. El primer varón, Osiris, casó con su hermana Isis y el segundo, Seth, matrimonió con su hermana Neftis. Seth asesinó a su hermano, arrojándolo al Nilo.
Por ese fratricidio, Osiris representa al bien y Seth al mal en la mitología egipcia. Osiris fue resucitado por su mujer a fuerza de amor. La pareja concibió a Horus, el dios del Cielo, que es representado con cabeza de gavilán. El faraón era su encarnación en la Tierra.
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