El dullahan no posee cabeza sobre sus hombros, sino que la lleva con él en su mano derecha. La cabeza es del color y la textura de la pasta añeja o del queso mohoso y absolutamente lisa. Tiene una horrible sonrisa de oreja a oreja y sus ojos son pequeños y negros. La cabeza entera brilla intensamente con la fosforescencia de la materia en putrefacción y la criatura puede utilizarla como linterna para dirigirse por los oscurecidos campos irlandeses. El dullahan posee una vista sobrenatural, ya que al levantar su cabeza cercenada puede otear largas distancias a través del campo en la noche más oscura.
Este ser espectral suele montar en un corcel negro, utilizando una columna vertebral humana como látigo o azote. El caballo produce chispas a su trote y de sus fosas nasales salen llamas. Se dice que alrededor de medianoche, en ciertos festivales o días irlandeses de banquete, este jinete salvaje vestido de negro aparece cabalgando en la oscuridad a través de los campos irlandeses.
Este ser espectral suele montar en un corcel negro, utilizando una columna vertebral humana como látigo o azote. El caballo produce chispas a su trote y de sus fosas nasales salen llamas. Se dice que alrededor de medianoche, en ciertos festivales o días irlandeses de banquete, este jinete salvaje vestido de negro aparece cabalgando en la oscuridad a través de los campos irlandeses.
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