Flora… era la diosa de las flores, los jardines y la primavera. Aunque era una figura relativamente poco importante en la mitología romana, estando entre varias diosas de la fertilidad, su asociación con la primavera le otorgaba particular importancia al llegar dicha época del año. Su festividad, la Floralia, se celebraba el 28 de abril durante la época republicana o el 28 de abril en el calendario juliano, aunque en algunos casos encontramos la misma celebración a principios de mayo. Flora simbolizaba la renovación del ciclo de la vida, marcada con bailes, bebidas y flores. Su equivalente en la mitología griega era ‘Cloris‘
Se casó con Céfiro, el Dios del viento, el cual se enamoró de ella y la raptó. Se presenta como una exuberante doncella adornada con flores en el pelo y el vestido. Le gustaba regalar Miel a los hombres.
Flora estaba considerada como una de las más antiguas diosas de la religión romana y una de las quince deidades que tenía su propio sumo sacerdote, apoyado por el Estado, el flamen Florialis. Era diosa de las flores, la vegetación y la fertilidad, y recibía sacrificios (piacula) en el bosque sagrado de los Hermanos Arvales, un arcaico sacerdocio. Se atribuía al rey sabinoTito Tacio el haber establecido un altar en Roma durante el semilegendario período regio. Flusalis (lingüísticamente equivalentes a Floralia) era un mes del calendario sabino y Varrón consideraba a Flora como una diosa sabina.
Las prostitutas participaban tanto en las Floralias, como en las Vinalias (la fiesta del vino) el 23 de abril. Según el escritor satírico Juvenal, las prostitutas bailaban desnudas y luchaban en simulacro de combates como gladiadoras. Muchas de las prostitutas en la Antigua Roma eran esclavas, e incluso las mujeres libres que trabajaban como prostitutas perdían su personalidad jurídica y social como ciudadanos, pero su inclusión en determinadas fiestas religiosas indica que las trabajadoras sexuales no estaban completamente al margen de la sociedad.
Invocación del poeta Ovidio
El poeta Ovidio le dedica un poema que dice así:
La diosa flora “Madre de las flores, ven, que has de ser festejada con juegos y regocijos”. Así invoca el poeta Ovidio a la diosa Flora el día en que se inician los festejos. Y aprovechando la benevolencia de la diosa, el poeta le pregunta quién es ella, entre otras cosas, responde:
“Gozo de una primavera eterna: el año está siempre sonriente, los Árboles tienen siempre hojas, la Tierra siempre pastizales.Tengo en los campos que constituyen mi dote un jardín exhuberante: el viento lo respeta, una fuente de agua cristalina lo riega. Mi marido cubrió este jardín de flores generosas y me dijo: “Tú, diosa, ostenta la soberanía de las flores”. Yo quise muchas veces contar la serie de colores y no pude; su cantidad sobrepasaba la cuenta ¿Piensas tal vez que mi soberanía se limita únicamente a las tiernas coronas? Mi poder divino afecta también a los campos de labranza. Si las mieses cuajan bien las flores, habrá era rica; si cuaja bien la flor de la viña, habrá Vino; si cuajan bien las flores del Olivo, el año será muy fértil. La miel es regalo mío, yo soy la que convoco a los Insectos que producirán la miel a las violetas, los codesos y los tomillos blanqueantes”.
“Madre de las flores, ven, que has de ser festejada con juegos y regocijos”.
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