Hablamos de media naranja, de almas gemelas y nos llevamos toda la vida buscando. Pero ¿que es lo que buscamos? No es a una persona que sea igual que nosotros buscamos a esa persona que nos complementa y que al mirar a sus ojos nos veamos reflejados en ellos.
Cuenta una leyenda que cuando el hombre y la mujer fueron creados tenían cuatro brazos y cuatro piernas y una cabeza con dos caras y la espalda redondeadas. También existía otro ser llamado andrógino por ser mitad hombre mitad mujer. Había tres clases de uniones hombres con mujeres, hombres con hombres y mujer con mujer.
Un día se les ocurrió intentar poseer el monte Olimpo, en el cual vivían todos los dioses griegos porque querían adquirir la divinidad y la ansiada inmortalidad. Los dioses enfadados ante tal actitud decidieron que Zeus fuera el brazo ejecutor de tal castigo.
Así que Zeus levanto su tridente y lanzo un rayo sobre estos dividiendolos para siempre en dos. Desde ese dia al estar separados esos seres andan extrañandose hasta que al fin se encuentran.
No es una media naranja, ni un alma gemela lo que extrañas y andas buscando es la otra mitad de ti mismo.
Ya Platón en su obra El Banquete dijo: ” No es mas que una mitad de ser humano que ha sido separado de su todo como se divide una hoja en dos. “
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