Según la mitología griega, Pitón era una criatura que habitaba en la
mítica región de Delfos, santuario del dios Apolo. Era siempremente
representado como una gran serpiente. Él era quien presidió antes de la
llegada de los dioses olímpicos el Oráculo de Delfos, centro de culto
para su madre, Gea, la Tierra. Delfos era considerado el centro de la
tierra por parte de los antiguos. Alli se encontraba la piedra llamada omphalos ("ombligo del mundo") que Pitón vigilaba con gran cautela.
Pitón se convirtió en el enemigo cnótico del dios olímpico Apolo, quién
le quitó la vida y reorganizó la antigua casa de la bestia y el oráculo,
que ahora sería suyo, convirtiéndose en el más famoso de toda la Grécia
antigua. Estos cambios han sido interpretados generalmente como cambios
profundos en los conceptos religiosos de la cultura helénica, que
algunos serían graduales en el tiempo y otros abruptos tras invasiones
de pueblos.
Hay diferentes versiones que relataban el nacimiento de Pitón y su
muerte a manos de Apolo. En la versión de Higinio se sostenía que cuando
Zeus (Júpiter) se acostó con la diosa Leto, madre de Artemisa (Diana) y
Apolo, Hera (Juno), enloquecida por los celos, envió a Pitón para
perseguir a Leto allá donde fuese, por lo que no podría dar a luz
dondequiera que el sol brillase. Así, cuando Apolo creció quiso vengar
la difícil situación que su madre tuvo que superar, persiguiendo a la
serpiente hasta el monte Parnaso. Aunque no se atrevía a penetrar en el
recinto sagrado de Gea en Delfos, lo mató con una de sus flechas a lado
del trípode donde la sacerdotisa solía sentarse para comunicarse con las
divinidades.
El primer convate que dio ocasión a que Apolo hiciera uso de sus
flechas, fue cunado exterminó a la serpiente Pitón, que devastaba la
campiña de Delfos con todo tipo de saqueos y maldades. La piel de este
animal servía para cubrir el trípode de la sacerdotisa de Delfos.
La sacerdotisa del oráculo de Delfos fue conocida como la Pitia,
adoptando así el topónimo Pitón, que los griegos explicarían como el
nombre de la putrefacción del cadáver de la serpiente muerta. Además, se
dice que el dios había fundado los famosos Juegos Píticos para celebrar
así su legendaria victoria y hacerse con el oráculo.
APOLO MATA A LA SERPIENTE PITÓN
Eugène Delacroix
1850 - 1851
París, Louvre
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