En
la mitología griega, Mnemósine (en griego Mνημοσυνη) es la
personificación de la memoria y madre (con Zeus) de las nueve musas.
Se cuenta que los dioses le pidieron a Zeus que creara divinidades
capaces de cantar el nuevo orden establecido en el Universo. Disfrazado
de pastor, Zeus se unió durante nueve noches consecutivas con Mnemosine,
hija de Gea y Urano, hermana de Kronos y Okeanos.
Mnemósine
o Mnemosina es personificación de la memoria, “sabe todo lo que ha sido,
es y será”; posee el conocimiento de los orígenes y de las raíces, poder
que traspasa los límites del más allá. En Lebadea, ciudad de Beocia,
existía una fuente con su nombre, de donde tenían que beber los
asistentes al oráculo de Trofonio para tener acceso a la revelación.
Origen de su nombre
En la mitología griega, Mnemósine o Mnemosina (en griego antiguo
Μνημοσύνη Mnēmosýnē, de μνήμη mnếmē, ‘memoria’), a menudo confundida con
Mneme, era la personificación de la memoria. Esta Titánide era la hija
de Gea y Urano, y la madre de las Musas con Zeus.
En la Teogonía de Hesíodo, los reyes y los poetas recibían el poder de
hablar con autoridad por su posesión de Mnemósine y su especial relación
con las Musas. También se cuenta que Zeus se unió a Mnemósine nueve
noches consecutivas y así engendró a las nueve Musas, que nacieron en un
parto múltiple.
Mnemósine
también era el nombre de un río del Hades, opuesto al Lete, de acuerdo
con una serie de inscripciones funerarias griegas del siglo IV a. C.
escritas en hexámetros dactílicos. Las almas de los muertos bebían del
Lete para así no poder recordar sus vidas anteriores cuando se
reencarnaban. Los iniciados eran animados a beber del río Mnemósine
cuando morían, en lugar de hacerlo del Lete. Estas inscripciones podrían
estar relacionadas con una religión mistérica secreta, o con la poesía
de Orfeo.
Similarmente, a aquellos que deseaban consultar al oráculo de Trofonio
en Beocia se les hacía beber alternativamente de dos fuentes llamadas
“Lete” y “Mnemósine”. Un procedimiento similar se describe en el mito de
Er al final de La República de Platón.
Su equivalente romana era la diosa Moneta, aunque también se
utilizaba su nombre griego.
Más de
su historia
Hesíodo
la presenta en su Teogonía como hija de Urano (el “Cielo”) y de Gea (“la
Tierra”). La señala asímismo como la quinta esposa de Zeus, precedida
por Metis, Temis, Eurínome y Deméter, y predecesora a su vez de Leto y
de Hera. Según cuenta este autor, Zeus se unió a Mnemósine durante nueve
noches consecutivas y el fruto de dichas uniones fueron las nueve Musas,
nacidas en un parto múltiple.
Según la
mitología griega, las Musas son las nueve hijas de Zeus y de Mnemósine.
Éstas fueron engendradas, según el mito, en nueve noches consecutivas.
Ahora bien, según el historiador griego del S.II Pausanias, al
principio las musas fueron tres: Aedea (el canto, la voz), Meletea (la
meditación) y Mnemea (la memoria). Juntas representaban las
precondiciones del arte poético en la práctica del culto religioso.
La
tradición les atribuía dos residencias: la una sobre el monte del
Parnaso y la otra sobre el Helicón. Es Platón en el año 401 A.C.
aproximadamente y, posteriormente, los autores neoplatónicos, el que
hace de nueve Musas las mediadoras entre el dios y el poeta o cualquier
creador intelectual.
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