Las leyendas nórdicas hablan de espíritus del bosque en forma de gato. La rica mitología de los países escandinavos tiene en Freya su diosa principal. Freya, señora de la aurora boreal, manejaba un carro y la pareja de tiro era muy especial, no eran caballos ni renos, sino una pareja de gatos Norsk skogkatt. Eran Bygul y Trjegul, los gatos que conducían el carro de Freya.
Bygul y Trjegul los gatos que conducían el carro de Freya
La magnífica Freya es la diosa del amor, de la belleza, del sexo y de la fertilidad. Líder de las valquirias, es a la vez diosa de la guerra y de la muerte. Los guerreros que fallecían debían formar ante ella, que elegía a los más valientes para ser curados y formar parte del nuevo ejército de Odín. La diosa de la aurora boreal se presentaba ante los soldados sobre un carro tirado por dos impresionantes gatos. Eran dos “Bosque de Noruega” o “Norsk skogkatt” de pelaje azul o blanco, según la leyenda. Estos gatos están perfectamente adaptados a la vida en los bosques nórdicos. Son fuertes, de pecho ancho, patas largas y abundante pelaje y su carácter es amable y leal a la vez que valiente. En principio no tenían nombre, hasta que Diana Paxson en su novela Brisingamen les asigno los de Bygul y Trjegul. Freya lleva un collar de oro y ámbar, regalo de los enanos, y sus gatos fueron bautizados por ese motivo como “oro de abeja (miel)” y “oro de árbol (ámbar)”.Este carro tirado por Bygul y Trjegul tenía la capacidad de cruzar los cielos volando, facultad que poseía también la diosa Freya. La fuerza de estos dos felinos era inmensa e incluso la mitología nórdica nos habla de un intentó infructuoso por parte de Thor de levantar a uno de los gatos que había quedado sobre el manto de la diosa. No consiguió moverlo. La leyenda continúa, de forma divertida, explicando que Thurdr, su hija, lanzó un ovillo de lana y el gato se levantó para perseguirlo. La niña cogió el manto y se lo devolvió a Freya, triunfando allí donde había fracasado su padre.
Diosa de la fertilidad y el amor, a la vez que protectora de los gatos, dice la tradición que si das de comer en abundancia a tu gato no lloverá el día que te cases y que en las bodas se debe alimentar bien a los gatos que estén presentes, ya que en agradecimiento Freya bendecirá a la pareja con felicidad y numerosa prole. Los gatos también le sirven de mensajeros y le llevan las peticiones de sus devotos.
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